Todavía son muchas las empresas que no disponen de redes sociales o página web. No son pocas las que solo tienen una de las dos opciones.
¿Qué es mejor?
Lo mejor es tener aquello que puedas gestionar bien. Es preferible no tener redes sociales a tener unas redes mal gestionadas o abandonadas. Es mejor no tener web a tener una obsoleta que destruye tu imagen.
No tener presencia digital hace que cuando te busquen a ti, encuentren a tu competencia.
Sin embargo. No tener redes sociales o página web limita el alcance de tu negocio. Te quita visibilidad y lo que es peor: No tener presencia digital hace que cuando te busquen a ti, encuentren a tu competencia.
¿Qué puedo hacer?
Probablemente no tengas recursos para todo y debas decidir por dónde cortar.
Seguramente no tendrás capacidad para estar en todas las redes sociales, pero sí para gestionar una o dos. Selecciónalas bien y céntrate en ellas.
Es preferible no tener redes sociales a tener unas redes mal gestionadas
Puede que no te sientas en condiciones de mantener un blog actualizado. Empieza por una web que simplemente te dé a conocer y permita contactar contigo. No es lo ideal, pero si está bien cuidada y es atractiva, ya has dado un paso en la buena dirección. Es mejor no tener blog que tener uno sin entradas desde hace dos años.
¿Entonces no necesito blog?
El blog es el elemento principal en la dinamización de una web. Hace que aporte valor al visitante, demuestra a un potencial cliente que dominas el tema. Además, te permite nutrir las redes sociales y Google lo valora, ayudando a escalar en las páginas de resultados.
Por ello es muy importante que trates de hacer un esfuerzo para tener un buen blog. Pero si no puedes, mejor no lo tengas.
¿Las redes sociales no son suficiente?
Lamentablemente no.
Las redes sociales son una herramienta estupenda para comunicaciones rápidas, pero no permiten desarrollar el contenido con la profundidad que requiere un negocio.
Por lo general, son tremendamente volátiles. La vida de las publicaciones oscila entre unos minutos y algunas horas. Habitualmente pasadas 24 horas, una publicación en redes sociales está muerta y no genera impacto.
Los dos puntos anteriores hacen que sea imprescindible disponer de una web de respaldo. Ésta permite ampliar la información, ofrecer datos complementarios, facilitar el contacto y transmitir estabilidad y confianza, pues un cuenta en redes sociales la crea cualquiera en pocos minutos, una web es algo más serio.
Las redes sociales son solo una primera toma de contacto para darte a conocer y crear comunidad. Son una estupenda fuente de tráfico, pero, por sí solas, no resultan especialmente útiles si tu objetivo es vender.
¿Redes sociales sin blog?
Como hemos comentado antes, el blog es muy importante, pero aún si decides no tenerlo, puedes combinar el uso de redes sociales con tu web.
Si, por ejemplo, en tu web describes los diferentes productos: Características técnicas, ventajas, etc., puedes usar las redes sociales para compartir pequeñas pinceladas sobre ellos y, mediante un enlace, ofrecer información adicional.
En caso de realizar campañas, te ayudará tener una página dentro de tu web en la que desarrollar el producto o servicio explicar las condiciones y animar al consumo. Mediante redes sociales lograrás canalizar tráfico hacia ella.
En resumen
Siempre que sea posible, opta por una web con blog como centro de tu estrategia de comunicación.
Selecciona las redes sociales en que están tus clientes potenciales y céntrate solo en ellas.
Esfuérzate, pero no abarques más de lo que puedas gestionar. Es preferible incluir nuevos recursos cuando domines los actuales.
Es preferible no tener que escoger entre redes sociales o página web, pero lo principal es que conozcas tus posibilidades, selecciones lo que más te puede ayudar y estés allí mejor modo posible.
