Has hecho las cosas bien. Sabes cómo es tu público objetivo, pero ¿está llegando a tu web? ¿se comparta como esperabas? La analítica web nos acercará a la respuesta.
Aunque el mejor indicador siempre son los resultados finales, hay herramientas que complementan la información.
Evidentemente, si vendes, va bien, sino, va mal, pero ¿por qué va como va? ¿qué porcentaje de visitantes se convierte en cliente? ¿cómo puedes aumentar el rendimiento?
Estas son algunas de las preguntas que nos ayuda a responder la analítica.
Comencemos por definir un poco. La analítica web el estudio del comportamiento de los visitantes de nuestro sitio.
Existen diversas herramientas para obtener la información que hace posible dicho estudio. De entre todas, la más empleada es Google Analytics. Este recurso gratuito ofrece una cantidad enorme de valores relativos a las visitas recibidas en una web.
A fin de no perdernos entre tanto dato, es importante seleccionar los más interesantes.
Se tiende a pensar que el objetivo es incrementar las visitas, pero ello no siempre implica vender más. Por tanto, hay que replantear el objetivo.
Debemos anteponer la calidad a la cantidad y para ello existen otros parámetros o KPIs.
Entre ellos destacaremos cuatro:
- Número de sesiones por usuario
- Duración media de la sesión
- Páginas/sesión
- Porcentaje de rebote
Los tres primeros están íntimamente relacionados.
Antes de explicarlos, conviene tener clara la diferencia entre sesión y usuario: Por usuario entendemos una persona que accede a nuestra web. Una sesión, por su parte, es cada visita que un usuario hace a la web.
Número de sesiones por usuario
Es la cantidad de veces, en media, que cada usuario visita la web.
Un valor alto implica que la gente vuelve a la página, es decir, que genera interés entre los visitantes.
Duración media de la sesión
Es el tiempo medio que pasa una persona navegando cada vez que entra.
Cuanto más alto sea este parámetro, más interés se habrá generado.
Páginas por sesión
Este parámetro nos indica cuántas páginas, de media, ve un usuario cada vez que entra en nuestra página.
Un valor alto significa un buen interés. Sin embargo, si el número de sesiones por usuario es elevado, se puede ser algo más laxo en su interpretación.
Porcentaje de rebote
Indica el el porcentaje de sesiones en las que solo se visualiza una página. Es decir, cuantas veces alguien ha entrado y ha salido de la página sin pinchar en ningún enlace.
Un valor alto significa poco interés.
Pero… ¿es suficiente?
Estos cuatro parámetros nos dan una idea general de la calidad de las visitas. Es importante trabajar para mejorarlos.
Sin embargo, no son los únicos datos que se deben analizar. Es importante saber qué páginas son las más visitadas. De poco sirve que nuestro blog genera mucho interés si después compran en la competencia.
Ello nos lleva a fijarnos en cuáles son las páginas más vistas dentro de la web. Si aquellas que nos reportan beneficios están en buena posición, lo estamos haciendo bien, sino, habrá que replantear la estrategia.
De poco sirve que nuestro blog genera mucho interés si después compran en la competencia.
¿Qué páginas nos aportan beneficios?
En una tienda online, sin duda, la página de «gracias» tras una compra. Pero no es la única. La página de petición de cita o de contacto también puede ser un objetivo razonable.
Dichos datos hay que analizarlos en su conjunto. Es decir, saber en qué porcentaje de las sesiones se logran objetivos. Si para alcanzar un objetivo hay que dar varios pasos, habrá que ver en cuál se pierde más tráfico. Así se podrá encontrar la causa y buscar una solución.
¿Por qué la analítica web indica que tengo malos resultados?
Puede que, después de analizar lo anterior te hagas esta pregunta.
Hay infinidad de respuestas posibles, pero vamos a centrarnos en dos:
- Algo falla en la captación de tráfico
- Algo falla en cómo intentas convertir
Algo falla en la captación de tráfico
No estás llegando a tu público objetivo. Te visita gente a la que no le interesan tus productos o servicios.
La solución pasa por revisar averiguar cómo llegar a tu público objetivo y enfocarte a él.
Ello puede implicar variar tu estrategia de redes sociales, backlinks, publicidad o SEO.
Para averiguarlo, puedes ver desde donde llegaron aquellos que cumplieron alguno de los objetivos.
Algo falla en cómo intentas convertir
Aquí también hay dos errores típicos: No saber presentar el producto/servicio, tener un mal diseño web.
En el primer caso debes revisar los textos e imágenes. ¿Son atractivos para el cliente? ¿Generan la confianza necesaria?
En el segundo tendrás plantearte eliminar pasos, optimizar la velocidad de carga, verificar que la web es segura, etc.
Según la gravedad de la situación, la solución más fácil puede pasar por un nuevo diseño.
Con la información que te proporciona la analítica web podrás hacer un diagnóstico básico de tu situación y dar algunos pasos para acercarte a tu objetivo.