El Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés, Internet of Things) se refiere a la interconexión de dispositivos físicos (como sensores, cámaras, electrodomésticos, vehículos, etc.) a través de Internet, permitiéndoles recopilar y compartir datos entre sí y con sistemas externos.
La IoT permite la automatización, el monitoreo remoto y la recopilación de datos en tiempo real, lo que lleva a la creación de entornos más inteligentes y eficientes.
Estos dispositivos pueden comunicarse entre sí y con servidores remotos para realizar acciones específicas, recopilar información o enviar alertas.
La IoT tiene aplicaciones en una variedad de industrias, incluyendo la domótica, la salud, la agricultura, la fabricación, el transporte y más.
La domótica es un sistema tecnológico integrado en el hogar que permite la automatización y el control remoto de diferentes dispositivos y sistemas, como iluminación, climatización, seguridad, electrodomésticos, entre otros.
Utilizando sensores, actuadores, redes de comunicación y dispositivos inteligentes, la domótica permite a los usuarios controlar y monitorear diversas funciones de su hogar de manera centralizada y conveniente, a menudo a través de una aplicación en un dispositivo móvil o de comandos de voz.
La domótica puede mejorar la comodidad, la seguridad, la eficiencia energética y la accesibilidad en el hogar, ofreciendo un mayor nivel de control y personalización a los usuarios.
Un ataque de fuerza bruta es un método utilizado por los hackers para intentar descifrar contraseñas o códigos de acceso probando todas las combinaciones posibles de caracteres hasta encontrar la correcta.
Este tipo de ataque es automatizado y puede ser realizado por programas informáticos que prueban una gran cantidad de combinaciones en un corto período de tiempo.
Los ataques de fuerza bruta son una técnica comúnmente utilizada para intentar acceder ilegalmente a cuentas en línea, sistemas informáticos o redes protegidas por contraseñas débiles o mal configuradas.
Un proveedor de servicios de Internet, abreviado como ISP por sus siglas en inglés (Internet Service Provider), es una empresa u organización que ofrece servicios de acceso a Internet y conectividad a sus clientes.
Los ISP brindan a los usuarios la infraestructura y los servicios necesarios para conectarse a Internet, incluyendo la conexión a través de líneas de datos, fibra óptica, cable o inalámbrica.
Además del acceso a Internet, los ISP suelen ofrecer servicios adicionales como correo electrónico, alojamiento web, servicios de telefonía y televisión por Internet.
Los ISP pueden ser compañías globales que operan a nivel nacional o internacional, o pueden ser proveedores locales que sirven a comunidades específicas.
IPv6, o Protocolo de Internet versión 6, es la versión más reciente del Protocolo de Internet (IP), diseñada para reemplazar gradualmente IPv4 y abordar las limitaciones de dirección de este último.
IPv6 utiliza direcciones IP de 128 bits, lo que proporciona un espacio de direcciones considerablemente más amplio en comparación con las direcciones IPv4 de 32 bits.
Esto permite un número mucho mayor de dispositivos conectados a Internet y ofrece diversas mejoras en términos de seguridad, eficiencia de enrutamiento y calidad de servicio.
IPv6 es fundamental para el crecimiento continuo de Internet y la expansión de la Internet de las cosas (IoT), ya que proporciona una infraestructura de red más robusta y escalable para el futuro.
IPv4, o Protocolo de Internet versión 4, es la cuarta revisión del Protocolo de Internet (IP), el estándar de comunicaciones utilizado para la transferencia de datos en redes de computadoras.
IPv4 utiliza direcciones IP de 32 bits y es el protocolo predominante utilizado en Internet para identificar y comunicar dispositivos conectados a la red.
Sin embargo, debido al crecimiento exponencial de dispositivos conectados a Internet, el número limitado de direcciones IPv4 disponibles ha llevado al desarrollo y la adopción de IPv6 para proporcionar un espacio de direcciones IP más amplio y satisfacer las necesidades futuras de la red.
Una dirección IP privada es una identificación numérica asignada a un dispositivo dentro de una red local privada.
Estas direcciones se utilizan para identificar y comunicar dispositivos dentro de una red local, como una red doméstica o empresarial, pero no son accesibles directamente desde Internet.
Las direcciones IP privadas están reservadas para uso interno y se pueden reutilizar en diferentes redes locales, ya que no necesitan ser únicas a nivel global como las direcciones IP públicas.
Esto permite la creación de redes locales privadas sin la necesidad de direcciones IP públicas para cada dispositivo. Las direcciones IP privadas suelen comenzar con los siguientes rangos de direcciones: 10.x.x.x, 172.16.x.x – 172.31.x.x, y 192.168.x.x.
Una dirección IP pública es una identificación numérica única asignada a un dispositivo conectado a una red que es accesible desde Internet.
Estas direcciones son asignadas por los proveedores de servicios de Internet (ISP) y son visibles y accesibles desde cualquier parte de la red mundial, lo que permite la comunicación entre dispositivos en diferentes redes y la accesibilidad a recursos en línea.
Una dirección IP (Protocolo de Internet) es una etiqueta numérica asignada a cada dispositivo conectado a una red que utiliza el protocolo de Internet para la comunicación.
Las direcciones IP permiten la identificación y la localización de estos dispositivos en una red.
Existen direcciones IP públicas y direcciones IP privadas, así como dos versiones principales del protocolo IP: IPv4 (Protocolo de Internet versión 4) e IPv6 (Protocolo de Internet versión 6).