Estás harto de cerrar sus avisos, pero ¿sabes qué son las cookies?
Se habla mucho sobre ellas. En ocasiones se piensa que son malas y sirven para espiarnos. Pero no. Las cookies son buenas y nos facilitan la navegación.
¿Qué son las cookies?
Las cookies son pequeños conjuntos de información que las webs depositan en el navegador del visitante para conocer su comportamiento.
Dicho así, sí que parece que se usen para espiar, pero no. Al menos, en principio no. Te explico porqué.
¿Para qué sirven las cookies?
Este es el punto clave. Lo veremos con algunos ejemplos.
Gestión de sesiones de usuario
Suena complicado, pero lo usas todos los días cuando consultas tu correo electrónico en una web o entras en Facebook en el ordenador.
¿Cuántas veces introduces tu usuario y contraseña? Seguramente una o dos veces al día. Puede que menos.
Esto es gracias a las cookies.
Al acceder a tu cuenta se deposita una cookie en tu navegador. Esta cookie dice algo así como «esta persona está autorizada a consultar la cuenta de correo manuelgarcia@…».
Mientras la cookie sea válida, podrás utilizar el gestor de correo online sin volver a introducir la clave.
Cuando cierres sesión, la cookie se borrará y te volverá a pedir tus credenciales.
Ocurrirá lo mismo cuando caduque la cookie. Esto es una medida de seguridad para que tu correo no quede de manera indefinida a disposición de cualquiera que use el mismo ordenador si olvidas cerrar sesión.
¿Qué pasaría si no existieran esas cookies?
Cada vez que cambiaras de páginas (por ejemplo abriendo un correo, o volviendo al buzón) tendrías que teclear tu usuario y contraseña.
Como ves, las cookies nos evitan mucho trabajo y nos facilitan la vida en internet.
Control de tráfico
Las cookies anteriores estaban directamente asociadas con algo que nos identifica. Ésta no.
Las cookies de analítica web son anónimas. Permiten saber cómo se ha movido un usuario por la web.
Para ello, asignan un código aleatorio al visitante. Este será su «nombre».
Por tanto, Cada vez que accedas a una página del sitio web, el sistema consultará si tienes una cookie de este tipo.
Si no la tienes, la depositará en tu navegador y registrará que tú (alguien con tu código), estás viendo esa sección.
En caso de que ya tengas esa cookie, solo almacenará que tú (alguien con tu código) ahora está ahí.
Eso permite al propietario de la página saber qué secciones despiertan mayor interés y cómo se comporta la gente. Pero no qué personas concretas lo han hecho.
Cookies de terceros
Hemos llegado al punto más delicado. Aquí es donde empieza la paranoia.
Si te han perseguido esas zapatillas que una vez viste en una tienda online, sabes bien de lo que hablo.
Hasta ahora hemos hablado de cookies que funcionan dentro de una web. Estas son parecidas. La diferencia es que, además de la página que nos las puso, pueden verla otras.
Ésto tiene muchas aplicaciones en publicidad.
Si, por ejemplo, entras en una página que vende ordenadores, ésta página podría dejar en tu navegador una cookie que indique que has visto un determinado modelo.
Cuando navegues por otra web capaz de entender esa cookies, sabrá que te has interesado por ese ordenador. Esa información le permitirá mostrarte publicidad relacionada con el pc que consultaste antes. Pero no sabrá quién eres tú, pues la web que te dejó la cookie no lo sabía.
Es como si vas a una tienda física a preguntar y te entregan un folleto. Cuando vas a preguntar a otra lo llevas en la mano y el empleado lo ve. Sin necesidad de ninguna conspiración, en el segundo establecimiento, antes de que abras la boca, ya tienen información sobre tus intereses.
Si son un poco hábiles, te abordarán para ofrecerte ese producto.
¿Como evitar las cookies?
Las cookies son prácticamente imposibles de evitar. Incluso si una web te da la opción de no insertarte cookies, necesitará insertarte una que diga que no quieres cookies.
Además, como has visto, pueden ser pesadas, pero no son malas.
Si, a pesar de todo, decides prescindir de ellas, la solución pasa por tu navegador.
Tiendes tres opciones:
- Borrar las cookies con frecuencia.
- Usar navegación de incógnito (borrará las cookies el solo cada vez que lo cierres).
- Elegir un navegador que no admita cookies.
En resumen
Las cookies son datos sobre los usuarios. Éstos datos permiten mantener abiertas las sesiones. También tienen aplicaciones de marketing, mediante recogida de datos anónimos.
No son malas y te facilitan la vida, pero si no las quieres, puedes prescindir de ellas.