Ven Espíritu ven,
y llénanos Señor
con tu preciosa unción. (x2)
Purifícanos y lávanos
renuévanos, restáuranos Señor
con tu poder
purifícanos y lávanos
renuévanos, restáuranos Señor
te queremos conocer.
Creo, sencillamente
quiero disfrutar de
la serenidad del creer.
Desligar el creer del sentir,
creo, mi Dios, ¡y basta!
Te creo en tus Misterios
sin entenderlos
te creo en mí y en el Pan Blanco,
en el prójimo y en la Creación,
sin verte en ningún lado.
Creo, Señor, sencillamente
Porque creer es confiar
¡Cómo me gusta creerte
sintiendo dudas,
sintiendo dudas,
sintiendo dudas!
Digo que eres Amor
escucho que soy tu amado
no siento y qué más da,
¡te quiero y eso basta!
Amo, Señor, sencillamente
porque amar es entregarse
¡Cómo me gusta amarte
estando frío,
estando frío,
estando frío!
Espero en tu Palabra,
vivo en tu Promesa,
¡gozo en Ti lo que aún me falta!
Espero, Señor, sencillamente
porque esperar es descansar
¡Cómo me gusta esperarte
sintiendo miedo,
sintiendo miedo,
sintiendo miedo!
Creo, amo, espero
cómo me gusta seguirte
sintiendo dudas
estando frío
sintiendo miedo
cómo me gusta
cómo me gusta
¡Creerte, amarte y esperarte!
Sigo sencillamente.
Todos me dicen que tú estás.
Nada veo. Nada siento.
Es difícil. Yo no puedo.
Siempre he querido ir más allá.
Estoy tranquilo y con cierta paz.
Quiero hacerlo, quiero hacerlo.
Nada me podrá parar.
En mi encuentro contigo:
Señor creo que tú estás,
aún sin verte ni sentirte
me palpita el corazón y se derrite en tus manos.
Señor creo que tú estás,
aún sin verte ni sentirte
quiero conocerte cada día un poco más.
Óyeme no te dejo de hablar.
Parece que hable solo.
No me quiero rendir ya.
Quizá un abrazo tuyo bastará.
Lo sé, no debo sentir más.
Pero anhelo el sentimiento,
de sentir que ahí estás.
Amar sin sentir, eso sí es amar.
Señor creo que tú estás,
aún sin verte ni sentirte
me palpita el corazón y se derrite en tus manos.
Señor creo que tú estás,
aún sin verte ni sentirte
quiero conocerte cada día un poco más.
Un poco más.
Del santo Evangelio según San Juan (2, 1-11):
En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda.
Faltó el vino, y la madre de Jesús le dice:
«No tienen vino».
Jesús le dice:
«Mujer, ¿qué tengo yo que ver contigo? Todavía no ha llegado mi hora».
Su madre dice a los sirvientes:
«Haced lo que él os diga».
Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una.
Jesús les dice:
«Llenad las tinajas de agua».
Y las llenaron hasta arriba.
Entonces les dice:
«Sacad ahora y llevadlo al mayordomo».
Ellos se lo llevaron.
El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llama al esposo y le dice:
«Todo el mundo pone primero el vino bueno y, cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora».
Este fue el primero de los signos que Jesús realizó en Caná de Galilea; así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él.
"Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo!"
Señor conozco el fuego del que me hablas, es el fuego de tu AMOR. Un amor que arde pero que no se consume. Ese fuego que anhela mi corazón y el mundo entero.
Señor, tú hoy me pides ser esa llama, esa luz que ayuda a iluminar a este mundo. Un mundo que tanto amas y por el que tanto sufres al verse tan necesitado de tu amor.
Ayúdame Señor, a que esa llama crezca en mí y permanezca siempre viva en mi corazón y que contagie a otros para hacer arder al mundo entero.
Que esa llama llegue a mi hogar, a mi familia, a mi trabajo, a mi universidad…
Regálame la Gracia de perseverar en el camino, a no dejarme llevar por la oscuridad del mundo. Señor quiero prender y ser instrumento tuyo y que mi único anhelo sea cumplir tu Voluntad.
Que en cada momento del día que me regalas solo crezca en mí esa llama. Que logre amar al prójimo, con ese Amor del que Tú tanto hablas y que a veces se me olvida. Que me entregue a los demás como Tú te entregas en cada Eucaristía.
Te pido que arda tu Espíritu en mí, dejarme amar y así poder amar como tu.
Lo que necesita la vida para ser muy
bella
Es un loco que te quiera y que no te
deje ir
Me maravilla que me hayas elegido
Como un borracho enamorado, tras
de mí
Me daño al pensar que no puedo ser
tu favorita
No me quieres maquillada, o
intentando ser la más bonita
Y me pregunto cual será mi propia
belleza
Ábreme la puerta desde dentro,
cuélame en tus entrañas
Buenazo entregado y humillado me
seduces (bis)
Y yo te canto a ti, mi Pobre Loco
Me has hablado rozando el latido de
mi corazón
Escondido en silencio, mucho tiempo
Necesito la fuerza que me das para
sonreír y amar
Como lo haces tú, como lo haces tú
Me daño al pensar que no puedo ser
tu favorita
No me quieres maquillada, o
intentando ser la más bonita
Y me pregunto cual será mi propia
belleza
Ábreme la puerta desde dentro,
cuélame en tus entrañas
Buenazo entregado y humillado me
seduces (bis)
Oooo enséñame a bailar contigo
Oooo apriétame sin miedo en tu
abrazo
Oooo cada guiño tuyo hace que
sonreír sea mi ilusión
Ábreme la puerta desde dentro,
cuélame en tus entrañas
Buenazo entregado y humillado me
seduces (bis)
Y yo te canto a ti, mi Pobre Loco
Quiero alabarte sin parar
todos los días.
Que tu presencia sea el anhelo
de mi vida.
Yo quiero hacer tu voluntad.
Señor yo te quiero agradar.
Y quiero darte
siempre el primer lugar.
Yo quiero darte
siempre el primer lugar.
Si tu eres el rey.
El rey de mi vida.
El número uno en mi corazón.
A ti yo te rindo todo lo que soy.
Si tu eres el rey.
El rey de mi vida.
El número uno en mi corazón.
A ti yo te rindo todo lo que soy.
Quiero adorarte sin parar
todos los días.
Que tu presencia sea el anhelo
de mi vida.
Yo quiero hacer tu voluntad.
Señor yo te quiero agradar.
Y quiero darte
siempre el primer lugar.
Yo quiero darte
siempre el primer lugar.
Si tu eres el rey.
El rey de mi vida.
El número uno en mi corazón.
A ti yo te rindo todo lo que soy.
Si tu eres el rey.
El rey de mi vida.
El número uno en mi corazón.
A ti yo te rindo todo lo que soy.
Llévame contigo a todos lados,
que pueda dormir tranquilo bajo tu
preciso manto
Llévame contigo, no me sueltes de la mano,
Y que cuando sienta frío, note tu
cálido abrazo.
Llévame contigo, a donde quieras,
Y es que no hay mayor consuelo que
una madre que te quiera y que algún
día pudiera, al Cielo ir por tu escalera
Y entender que contigo Madre
querida, valió la pena
Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir cion humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú el mejor regalo de mi Dios
Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir con humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú Madre de Hakuna y mi corazón.