Testimonio HAM

🗓 2 de noviembre de 2021


Ven espíritu ven

Ven Espíritu ven,
y llénanos Señor
con tu preciosa unción. (x2)

Purifícanos y lávanos
renuévanos, restáuranos Señor
con tu poder
purifícanos y lávanos
renuévanos, restáuranos Señor
te queremos conocer.


Siempre imaginé

Siempre imaginé la felicidad ligada al
poder y a la comodidad.
Siempre imaginé la felicidad ligada a
mis sueños cumplidos.
No sabía que la felicidad era así.

Miembro de un pueblo, tengo familia,
Ciudadano del cielo y de estirpe
elegida,
De nación, piedra de iglesia, que
habita en Jerusalem.

Oveja del divino redil a quien el
pastor señala y susurra:

¡Estos son mi madre y mis
hermanos, soy de tu familia,
qué bonita es, tu Iglesia!
Mmmmmmm

Siempre imaginé la felicidad ligada al
poder y a la comodidad.
Siempre imaginé la felicidad ligada a
mis sueños cumplidos.
No sabía que la felicidad está aquí:

Aquí y no allí, ahora y no mañana,
En lo que hago y no en lo que queda
por hacer,
Dentro de mí, en saber que me amas
En serte fiel y no entender o poseer.

Allí la noche es clara como el día
lugar en desde el que miras y me
susurras:

¡Cuánto te he esperado!
¡Soy de tu familia!
¡Qué bonita es tu Iglesia!

Riéndome de mi autosuficiencia,
contigo pan blanco que me susurras:

¡Sed uno, como el Padre y yo!
¡Porque soy de tu familia!
¡Qué bonita es…!
¡Estos son mi Madre y mis
hermanos!
¡Soy de tu familia!
¡Qué bonita es tu Iglesia!


Evangelio

Del santo evangelio según san Marcos (12,28b-34):

En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: «¿Qué mandamiento es el primero de todos?» Respondió Jesús: «El primero es: "Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser." El segundo es éste: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." No hay mandamiento mayor que éstos.» El escriba replicó: «Muy bien, Maestro, tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.» Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo: «No estás lejos del reino de Dios.» Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.

Ante todo, amor.

Es llegar y olvidarse.
Verte y mente en blanco.
Agobios, problemas, exámenes, prácticas…
Nada.
Ya no importa nada.

Se para el mundo,
Desparece todo.
Solo estás Tú.
Sólo este trozo de pan.
Y yo sólo tengo que escucharte.

Aquí, en silencio, tus palabras me susurran directamente al corazón.
Y entonces empiezas a hacer.
No sé como, no sé el qué,
Pero con tu palabra consigues dejar el resto en segundo plano.
Empiezas a poner todo en su sitio,
Y Aquí dentro las cosas empiezan a tener sentido.

Porque una vez más, te pregunto sin entender.
Quiero saber qué hacer,
Qué es lo que me pides,
Qué necesito para acercarme a eso que me prometes, tu Reino.
Te pregunto y Tú respondes:
Ante todo, AMOR.

Sólo tengo que amar!
Nada más!
Amar!
Pero… espera.
¿Cómo? ¿A quién?
Vamos poco que poco.
Primero a ti, Jesús.
Que me llamas desde la cruz cada día.
Que me esperas en el pan, con los brazos abiertos.
Y después a ellos.
A los que tengo cerca.
Padres, hermanos, amigos… esos son mi prójimo.
Pero también esos con los que me cruzo en mi día.
Ese que hace mucho que no veo,
Ese que no me cae tan bien,
Ese que antes era tan amigo y ya…
Todos.
Todos y cada uno.

Pero Jesús, creo que no es tan fácil.
Amarte a ti y amar a todos… sí.
¿Pero qué hago?

“Hijo mío, sólo mírame.
Sólo quiéreme y déjame quererte.
Esta mirada, esto es el Reino.
Estás cerca, sólo ama.
Quiero dártelo, sólo confía.
Confía en este amor.
Esto es lo importante.
Del resto me ocupo yo.

Y si no sabes cómo, mira a tu alrededor.
Mírales a ellos.
No están ahí por casualidad.
Te necesitan hijo, te necesito yo en ellos.
Ámame en cada uno.
Abrázame en tus hermanos.
Consuélame en esos que sufren.
Desde ya, de aquí.
De tus problemas me encargo yo.
Olvídate de ti.
Sólo cuídales a ellos.
Ahí está el Amor, hijo.
Ahí estoy yo.
Y ahí está el Reino que quiero darte.”


Tu misericordia

El día al día, le pasa su mensaje
La noche a la noche se lo susurra
Tu misericordia, Señor, llena la tierra
Úsame para llevarla a cada rincón

Llevaré tu misericordia a la universidad
Entraré en el corazón de cada amigo
Y con la fuerza de tu Espíritu diré

La misericordia ha entrado en esta casa (bis)
Levántate y anda

Llevaré tu misericordia a la universidad
Entraré en el corazón de cada amigo
Y con la fuerza de tu Espíritu diré

La misericordia ha entrado en esta casa (bis)
Levántate y anda

Hazme bendición para cualquiera
No me importa sangrar, solo quiero que
Que tu amor sin límites, que tu sed nos sane
Úsame para traer hoy tu ternura

Que mis ojos vean todo belleza
Descubriendo, el rostro de cada uno
Que mis oídos escuchen los gritos
mudos del prójimo
Que mi boca, manos y pies transmitan tu ternura

Y que mi corazón sienta en carne viva
(canon)

La misericordia ha entrado en esta casa (bis)
Levántate y anda


Noche

Por tu Iglesia, que te espera a oscuras,
por tu pueblo que te reza aguardando
la aurora.
Te rogamos, te rogamos.
Por las naciones paganas,
que tienen sed de ti sin saberlo.
Ten piedad, ten piedad.

Por los pueblos oprimidos por el
totalitarismo
y la opresión de la mentira.
Por aquellos perseguidos por tu
nombre, que se ocultan para orar
y aquellos extraídos de su hogar.
Por sus perseguidores,
cegados por el odio,
“Perdónales, Padre,
no saben lo que hacen.”

Por los que no nos aman,
por los que no sabemos amar.
Por los que sufren y agonizan
y hoy duermen en el hospital.
Por los que es su última noche
y cuyos ojos no verán el nuevo día.
Ten piedad, ten piedad.

Por todos los que sufren la tentación
del suicidio,
por los dispuestos a dejar ganar al
mal.
Por aquellos cuyas noches son
interminables,
y a los que la angustia
les ha quitado la paz.

Kyrie Eleison, Kyrie Eleison.
Kyrie Eleison, Kyrie Eleison,
Kyrie Eleison.


Por aquellos que trabajan en la
prostitución
y se ven obligados a vender su amor.
Por los que caen en la trampa
del vicio y las drogas.
Por los que hoy duermen en prisión,
por los que hoy esperan su ejecución,
por aquellos a los que torturan,
Por criminales, por los ladrones,
por los que erran en soledad,
por los que sufren
la indiferencia de los demás.

Kyrie Eleison, Kyrie Eleison.

Por la ciudad,
por todos sus habitantes,
que en sus sueños solo existas Tú.
Por nuestros difuntos que aún no han
visto tu Rostro,
por los alejados entre la multitud.
Por los niños que descansan en el
seno de su madre,
por las mujeres que van a dar a luz.
Para que reine tu paz en cada hogar,
por los que quieren
saciar tu sed de amar.

Kyrie Eleison, Kyrie Eleison.
Kyrie Eleison, Kyrie Eleison,
Kyrie Eleison.


Ten piedad (x10)
Ten piedad, Señor, ten piedad.


Bendito

Bendito sea Dios, su santo nombre
Bendito Jesucristo, Dios de carne
Bendita creación que enmoró a su Creador
Bendito deseado y deseante

Bendito sea Dios su ardiente corazón
Su preciosa sangre, su presencia
apasionada en el altar
Bendito el Espíritu libre y amante
Bendita la Madre de Dios, José, los
ángeles, los santos
Bendito Cristo entre nosotros:
¡¡su familia!!

Uuuuuuuuuuuuu
Que da la vida
¡¡Bendito sea Dios que da la Vida!!


Madre de Hakuna

Llévame contigo a todos lados,
que pueda dormir tranquilo bajo tu
preciso manto
Llévame contigo, no me sueltes de la mano,
Y que cuando sienta frío, note tu
cálido abrazo.

Llévame contigo, a donde quieras,
Y es que no hay mayor consuelo que
una madre que te quiera y que algún
día pudiera, al Cielo ir por tu escalera
Y entender que contigo Madre
querida, valió la pena

Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir cion humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú el mejor regalo de mi Dios

Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir con humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú Madre de Hakuna y mi corazón.