Padre pon tu Espíritu sobre mí,
aquí estoy, aquí me tienes.
Gracias por la vida,
Que la viva siendo todo yo
Que la viva siendo todo yo
Todo libre,
todo entregado,
todo Tú,
todo dado,
todo alegre,
todo amante,
todo amado,
todo arrodillado,
todo hijo,
todo hermano,
todo padre,
todo disfrutón,
todo mariano,
todos por todos,
que viva todo,
con toda el alma.
Tú me sondeas y me conoce s, cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso,
Todas mis sendas te son familiares, conoces mis palabras.
Me estrechas, me cubres con tu palma.
Tanto saber me sobrepasa.
¿Adónde iré lejos de tu aliento,
adónde escaparé de tu mirada?
Allí estás tú, allí te encuentro.
Si vuelo hasta el margen de la aurora,
si emigro hasta el confín del mar,
Alli me alcanzará tu mano izquierda,
O tu derecha me agarrará.
Más si digo: «Que al menos la tiniebla me encubra, que la luz se haga noche en torno a mí»
La noche es clara como el dia.
La tiniebla no es oscura para ti
Tu has creado mis entrañas,
en el seno materno me tejiste.
Te doy gracias.
¿Adónde iré lejos de tu aliento,
adónde escaparé de tu mirada?
Allí estás tú, allí te encuentro.
En aquel tiempo, Juan dijo a Jesús:
«Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no viene con nosotros».
Jesús respondió:
«No se lo impidáis, porque quien hace un milagro en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro».
Y el que os dé a beber un vaso de agua porque sois de Cristo, en verdad os digo que no se quedará sin recompensa. El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu mano te induce a pecar, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos a la “gehenna”, al fuego que no se apaga.
Y, si tu pie te induce a pecar, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos pies a la “gehenna”.
Y, si tu ojo te induce a pecar, sácatelo: más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser echado con los dos ojos a la “gehenna”, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga».
——
VOZ EN OFF
Cortálo! Sácalo! Arráncalo!
Radical…de raiz
Señor…lo sé, sé que entro en dinámicas de muerte que acaban cerrándome el corazón, sin poderme abrir a recibir de Ti. Sé de sobra que bebo de fuentes que, lejos de quitarme la sed que tengo, me hacen tener más.
Sé que busco, pido y me entrego…pero lo hago mal, bueno, no sé hacerlo de otra manera.
Pero sí, soy consciente que hay que cortar o quitar…bueno no, hay que arrancar de raíz.
Porque tengo la certeza de que siempre hay algo que me quieres regalar, siempre hay algo que quieres sanar y siempre hay una muerte que quieres transformar en vida.
Mientras que yo ando cerrado, con miedo y desconfiado. “Que no me cuadra” “no entiendo” “que no puedo responder a lo que me pides”
Pero aunque yo no me de cuenta, Tú haces en mi. No estoy terminado. Vas abriendo poco a poco, con cuidado, me educas en acoger, vivir en el hoy.
Tu llevas el ritmo y yo…
hoy…
me dejo bailar.
Bailo pero también, tengo que arrancar y dar muerte a mis muertes para que el Vivo viva en mí, para que tú lleves el control del baile ¿hay espacio para ti Señor? ¿Ocupas un lugar? ¿O formas parte de un todo que me unifica?
Cortar, sacar y arrancar…también mis prejuicios,
El que no está contra nosotros está a favor nuestro».
Pero no me cuadra, no me entra en la cabeza…
Pero no importa, no necesito entender, soy pequeño, un enano, que se deja hacer. Que permanece tranquilo porque sabe que está su padre al mando.
Que no le preocupa que se acerquen a la familia personas nuevas, porque vive en un círculo abierto donde el amor recibido, sale sin poder frenarlo hacia el otro.
Señor deseo tener las puertas abiertas, no quiero impedir que alguien entre y empiece a hablarme de Ti, aunque me suene raro y distinto; el otro también conoce un rostro tuyo, que aun me falta por descubrir.
Y también deseo dar muerte a mi victimismo, no están en contra de mi, están a favor tuyo…están a favor de nosotros.
Hoy deseo conocerte en el otro
Cuando quiero controlar mi vida y mi
futuro;
cuando me pongo nervioso porque no
sé bien qué va a pasar;
cuando dejo que los miedos se apoderen de mi alma
y se afinquen en mi corazón;
soy tonto.
Cuando confío más en lo que voy a gestionar;
cuando descansar en ti me parece arriesgado;
cuando pretendo hacer a los demás a mi medida;
cuando aburro a los amigos con mis quejas y cansancios;
soy tonto.
Tú eres grande, Tú sí que puedes,
Tú sí que me quieres, ¡Tú estás! ¡Vivo
confiado!
¡Me río de mí y confío en ti!
¡Me río de mí y confío en ti!
Cuando busco mi seguridad en los aplausos;
cuando me emociono por mis éxitos;
cuando me creo mis halagos porque hago muchas cosas;
cuando mendigo amores llamando la atención;
soy tonto.
Tú eres grande, Tú sí que puedes,
Tú sí que me quieres, ¡Tú estás! ¡Vivo confiado!
¡Me río de mí y confío en ti!
¡Me río de mí y confío en ti!
¡Me río de mí y confío en ti!
¡Me río de mí y confío en ti!
¡Me río de mí y confío en ti!
(Tú eres grande, Tú sí que puedes)
¡Me río de mí y confío en ti!
(Tú sí que me quieres)
Quiero alabarte sin parar
todos los días.
Que tu presencia sea el anhelo
de mi vida.
Yo quiero hacer tu voluntad.
Señor yo te quiero agradar.
Y quiero darte
siempre el primer lugar.
Yo quiero darte
siempre el primer lugar.
Si tu eres el rey.
El rey de mi vida.
El número uno en mi corazón.
A ti yo te rindo todo lo que soy.
Si tu eres el rey.
El rey de mi vida.
El número uno en mi corazón.
A ti yo te rindo todo lo que soy.
Quiero adorarte sin parar
todos los días.
Que tu presencia sea el anhelo
de mi vida.
Yo quiero hacer tu voluntad.
Señor yo te quiero agradar.
Y quiero darte
siempre el primer lugar.
Yo quiero darte
siempre el primer lugar.
Si tu eres el rey.
El rey de mi vida.
El número uno en mi corazón.
A ti yo te rindo todo lo que soy.
Si tu eres el rey.
El rey de mi vida.
El número uno en mi corazón.
A ti yo te rindo todo lo que soy.
Llévame contigo a todos lados,
que pueda dormir tranquilo bajo tu
preciso manto
Llévame contigo, no me sueltes de la mano,
Y que cuando sienta frío, note tu
cálido abrazo.
Llévame contigo, a donde quieras,
Y es que no hay mayor consuelo que
una madre que te quiera y que algún
día pudiera, al Cielo ir por tu escalera
Y entender que contigo Madre
querida, valió la pena
Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir cion humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú el mejor regalo de mi Dios
Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir con humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú Madre de Hakuna y mi corazón.