Pasión

🗓 28 de marzo de 2023


Ven espíritu ven

Ven Espíritu ven,
y llénanos Señor
con tu preciosa unción. (x2)

Purifícanos y lávanos
renuévanos, restáuranos Señor
con tu poder
purifícanos y lávanos
renuévanos, restáuranos Señor
te queremos conocer.


No se que viste en mí (Estación I)

Ahí estás Tú, esperando la sentencia
en silencio. Se alza un grito entre la
gente,
que prefiere a un criminal antes que a
ti.

Y allí estás Tú, tan llagado que cuesta
reconocerte,
entre burlas e insultos, sin amor sin
amigos,
hemos huido todos de la cruz.

Pues yo también he sido uno de
ellos,
he preferido cualquier cosa antes
que a Ti,
te he dado la espalda un sinfín de
veces,
no he dejado que te muevas en mí,
y aun así dices que me amas, no sé
qué viste en mí.

¿Qué viste en mí? Sabes que yo no
merezco tanto,
pero yo necesito, tu amor infinito.
Por favor, no me dejes sin Ti.

Ayúdame a que valga la pena,
me he dado cuenta que no puedo
estar sin Ti.
Que valga la pena: que viva tu
condena,
junto a María de rodillas ante Ti.
Perdóname, ahora aquí me tienes,
derramado a tus pies.


Sé que cometí el error de anteponer a
tus caminos la razón.
Sé que volveré a caer, más de mil
veces fallaré a tu perdón,
y aun así dices que me amas, no sé
que viste en mí.


Mi peso en tus hombros (Estación II)

¡Pero qué hace ahí tirado, dejando
que le aten un madero a las espaldas!
Si es Dios...
¿Qué hace ahí? ¿Por qué está ahí?

Él quiso morir atado a nuestro peso
en sus espaldas. Y Tú te ataste a mí,
te ataste a mí.

Hoy quiero decirte, Señor,
que te doy las gracias,
que recuerdo mi peso en tus hombros,
pues lo único que te ata al leño es tu amor.

No puedes dejar de atarte, ni de
tomarte tan en serio mi pecado:
¡sólo quieres verme liberada!

No es un “amor de quita y pon”;
me quieres como un ciego apasionado.
Señor, contágiame de tu pasión.

Hoy quiero decirte, Señor,
que te doy las gracias,
que recuerdo mi peso en tus hombros,
pues lo único que te ata al leño es tu amor.

Unos tontos te atamos a un madero,
otros ignorándote.
Arrastrados por el placer,
por la muerte nos dejamos vencer.
¡Y tan fuerte es tu amor,
que no te puedes desatar!
¡Y aun conociéndome,
no me puedes dejar de amar!

Hoy quiero decirte, Señor,
que te doy las gracias,
que recuerdo mi peso en tus hombros,
pues lo único que tengo es tu amor.


Jerusalem (Estación VIII)

Busqué sentido en cada piedra,
con lógica quise entender
por qué tu celestial Alteza
se rompió en Jerusalem.
Eres piedra donde tropieza
mi sentido y mi razón.
Martirio de un corazón,
que mira al cielo y reza.

Ojalá algún día pudiera
entender tu decisión,
de abrazarte a esa madera
y hacerla trono de tu Amor.

Quiero besarte las heridas
y ser el bálsamo de tu dolor.
Que por una vez tu caricia
me vuelva loca de amor.
Estaba sola y llena de reproches,
no había consuelo en mi corazón.
Y al cruzar nuestras miradas,
sentí tu perdón.

Mi dolor en tu flaqueza
encontró a su salvador.
Y estas lágrimas deshechas
hoy se encuentran con su Dios.

¿Por qué abrazas tu dolor?
¿Por qué te dejaste llevar?
¿Por qué al morir en una cruz
compraste mi libertad
¿Por qué lo hiciste Jesús?

¿Por qué abrazas tu dolor?
¿Por qué te dejaste llevar?
¿Por qué al morir en una cruz
compraste mi libertad?
¿Por qué lo hiciste Jesús?


¿Por qué? (Estación IX)

Qué fácil es caer una, dos y tres veces
llevando una gran cruz sobre ti.
En el punto más oscuro te levantaste
y caminaste:
¿Qué pensaste para seguir hasta el
final?

¿Por qué, mi Cristo roto, sigues?
¿Por qué cuando te desprecian tú
aprecias?
¿Por qué cuando no se puede, Tú sí
puedes?
¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?


Qué fácil es caer una, dos y tres veces
llevando una gran cruz sobre ti.
Levantabas al hombre caído,
hacías nuevas todas las cosas,
nos dices así a todos: “Yo he venido
para servir”.

¿Por qué, mi Cristo roto, sigues?
¿Por qué cuando te desprecian tú
aprecias?
¿Por qué cuando no se puede, Tú sí
puedes?
¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?

Yo quiero llevar tu cruz (X7)


La medida del amor (Estación XI)

¿Cuál es la medida del amor?
¿Cuánto alcanzan los latidos del
dolor?
“Padre mío, dales tu perdón.
Aún no saben que esas manos son de
Dios”.

Se conmueve el universo en cada
golpe
y el silencio deja hablar al corazón.
Un madero y unos clavos
empapados
de la sangre del más bello
Redentor.
Tu dolor me vuelve loco,
me da vida, y sin hablar me enseña
todo
lo que puede un corazón,
la medida sin medida del Amor.

En la Cruz clavaron el amor,
y un abrazo se hizo eterno en mi
dolor.
Clávame contigo, mi Jesús,
quiero darme y darlo todo como Tú.

Se conmueve el universo en cada
golpe
y el silencio deja hablar al corazón.
Un madero y unos clavos
empapados
de la sangre del más bello
Redentor.
Tu dolor me vuelve loco,
me da vida, y sin hablar me enseña
todo
lo que puede un corazón,
la medida sin medida del Amor.


Soy Libre (Estación XV)

Mi mejor amigo decidió morir por mí,
cargó con mi castigo para que yo
pudiera vivir.
No viniste a juzgarme, me viniste a
salvar.
Y ahora lo que más quieres es que yo
me deje amar.
Abrázame, hoy me dejo querer.

Todos mis pecados arden
en el fuego de tu amor.
Y siempre que yo me caiga
Tú me levantarás.


Coronado con espinas, vestido de
dolor,
en tu último suspiro mi mundo se
apagó.
Pero al tercer día, un gran ruido se
escuchó,
fueron ángeles cantando: ¡Jesús
resucitó!
Oh abrázame, hoy me dejo querer.

Todos mis pecados arden
en el fuego de tu amor.
Y siempre que yo me caiga
Tú me levantarás.

Quiero volver a nacer en ti,
quiero volver a nacer en ti,
quiero volver a nacer en ti,
¡Ahora soy libre! ¡Ahora soy libre!
¡Porque tú me haces libre!

Todos mis pecados arden
en el fuego de tu amor.



Vértigo

Quiero encontrarte
Quiero contarte mis planes, hacerte reir.
Quiero maravillarme
Quiero saber mirarte en la puesta de Sol
Quiero lo que Tú quieras
Quiero la fuerza que tienes para conquistar

Y a veces tengo vértigo,
no consigo apreciar
que sobran las palabras,
Basta con suspirar.
(x2)

Quiero entregarme
Quiero un mar de ilusiones poder navegar
Quiero abrirte la puerta
Quiero dejar que Tú seas la luz que hay en mí.

Y a veces tengo vértigo,
no consigo apreciar
que sobran las palabras,

basta con suspirar.
(x2)

Lerelerelerelere
lerelerelere
que sobran las palabras,
Basta con suspirar.

Y a veces tengo vértigo,
no consigo apreciar
que sobran las palabras,

basta con suspirar.
(x2)


Madre de Hakuna

Llévame contigo a todos lados,
que pueda dormir tranquilo bajo tu
preciso manto
Llévame contigo, no me sueltes de la mano,
Y que cuando sienta frío, note tu
cálido abrazo.

Llévame contigo, a donde quieras,
Y es que no hay mayor consuelo que
una madre que te quiera y que algún
día pudiera, al Cielo ir por tu escalera
Y entender que contigo Madre
querida, valió la pena

Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir cion humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú el mejor regalo de mi Dios

Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir con humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú Madre de Hakuna y mi corazón.