Para disfrutar: el ayuno

🗓 4 de marzo de 2021


Ven espíritu ven

Ven Espíritu ven,
y llénanos Señor
con tu preciosa unción. (x2)

Purifícanos y lávanos
renuévanos, restáuranos Señor
con tu poder
purifícanos y lávanos
renuévanos, restáuranos Señor
te queremos conocer.


La piel por ti

Recuerdas esos días, pensé que me sobrabas
y fue como tirar las armas en plena batalla,
taparse los ojos del alma, perderse lo
más grande, no ver nada.

Siempre que pensaba que andaba sin
compañía, tus huellas se grababan
justo detrás de las
mías, mientras bajito decías...:

Me he dejado la piel por ti porque
te quiero más que a mi vida entera,
y... lo volvería a hacer.
Todo lo que pueda pesar, dámelo a
mí, que yo lo llevo por ti.

Hace ya algún tiempo que te quiero
pedir, ¿me prestas tu mirada,
Ver a través de ti,
me dejas descubrir,
toda la belleza de vivir?

Eres el fuerte caudal, la roca que
aguanta, la fuerza del maaar,
cimiento de mi corazón
que no se puede quebrar,
que no se va a derrumbar.

Me he dejado la piel por ti porque
te quiero más que a mi vida entera,
y... lo volvería a hacer.
Todo lo que te haga llorar,
damelo a mí.

Me he dejado la piel por ti porque
te quiero más que a mi vida entera
y... lo volvería a hacer.
Todo lo que pueda pesar, dámelo a
mí, que yo lo llevo por ti,
que yo me muero por ti...


Evangelio

Lc 16,19-31:

En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos: Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba cada día. Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que caía de la mesa del rico. Y hasta los perros venían y le lamían las llagas. Sucedió que se murió el mendigo y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán. Murió también el rico y fue enterrado. Y estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantando los ojos, vio de lejos a Abrahán y a Lázaro en su seno, y gritando, dijo: “Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas.” Pero Abrahán le dijo: “Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en vida y Lázaro a su vez males: por eso ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado. Y además entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que los que quieran cruzar desde aquí hacia vosotros no puedan hacerlo, ni tampoco pasar de ahí hacia nosotros.” El rico insistió: “Te ruego, entonces, padre, que mandes a Lázaro a casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, que les de testimonio de estas cosas, no sea que también ellos vengan a este lugar de tormento.” Abrahán le dice: “Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen.” Pero él dijo: “No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a ellos, se arrepentirán.” Abrahán le dijo: “Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerán ni aunque resucite un muerto.”

Pruebas, pruebas y pruebas

Hola Jesús, este evangelio me ha llegado hasta el fondo. Las palabras de Abrahán son duras... pero están llenas de verdad: “Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerán ni aunque resucite un muerto.” A veces no paramos de pedirte pruebas y ninguna nos vale. Cuando veces digo: “Señor que lo sienta”, “Señor, dime algo”, “Señor dame una señal”... así todo el día. Todo el día queriendo apoyar mi fe en cosas espectaculares, o en sentimientos, o en razonamientos súper convincentes...

Pero no va de esto. Por muchas pruebas que des, da igual. El que no quiere creer no cree, y que el que quiere creer cree. Para el que no está abierto: da igual lo que vea. Pero el que está abierto en cualquier cosa (un amanecer, una amistad, la vida...), en cualquier cosa ve un guiño tuyo de amor. Sin ver nada especial, ve todo.

Creo que la fe es muy sencilla. Es natural como respirar. Creer... sencillamente. Confiar... es natural. Vivir en una presencia. Intuición. Estar abierto. Recibir. No controlar. Fluir. Decir si. Aceptar. Creer. Como María, sin líos. Un si sencillo, total y abierto. Eso es la fe.


Soy Libre (Estación XV)

Mi mejor amigo decidió morir por mí,
cargó con mi castigo para que yo
pudiera vivir.
No viniste a juzgarme, me viniste a
salvar.
Y ahora lo que más quieres es que yo
me deje amar.
Abrázame, hoy me dejo querer.

Todos mis pecados arden
en el fuego de tu amor.
Y siempre que yo me caiga
Tú me levantarás.


Coronado con espinas, vestido de
dolor,
en tu último suspiro mi mundo se
apagó.
Pero al tercer día, un gran ruido se
escuchó,
fueron ángeles cantando: ¡Jesús
resucitó!
Oh abrázame, hoy me dejo querer.

Todos mis pecados arden
en el fuego de tu amor.
Y siempre que yo me caiga
Tú me levantarás.

Quiero volver a nacer en ti,
quiero volver a nacer en ti,
quiero volver a nacer en ti,
¡Ahora soy libre! ¡Ahora soy libre!
¡Porque tú me haces libre!

Todos mis pecados arden
en el fuego de tu amor.



Vértigo

Quiero encontrarte
Quiero contarte mis planes, hacerte reir.
Quiero maravillarme
Quiero saber mirarte en la puesta de Sol
Quiero lo que Tú quieras
Quiero la fuerza que tienes para conquistar

Y a veces tengo vértigo,
no consigo apreciar
que sobran las palabras,
Basta con suspirar.
(x2)

Quiero entregarme
Quiero un mar de ilusiones poder navegar
Quiero abrirte la puerta
Quiero dejar que Tú seas la luz que hay en mí.

Y a veces tengo vértigo,
no consigo apreciar
que sobran las palabras,

basta con suspirar.
(x2)

Lerelerelerelere
lerelerelere
que sobran las palabras,
Basta con suspirar.

Y a veces tengo vértigo,
no consigo apreciar
que sobran las palabras,

basta con suspirar.
(x2)


Madre de Hakuna

Llévame contigo a todos lados,
que pueda dormir tranquilo bajo tu
preciso manto
Llévame contigo, no me sueltes de la mano,
Y que cuando sienta frío, note tu
cálido abrazo.

Llévame contigo, a donde quieras,
Y es que no hay mayor consuelo que
una madre que te quiera y que algún
día pudiera, al Cielo ir por tu escalera
Y entender que contigo Madre
querida, valió la pena

Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir cion humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú el mejor regalo de mi Dios

Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir con humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú Madre de Hakuna y mi corazón.