Para conectar con la vida

🗓 3 de diciembre de 2024


Ven espíritu ven

Ven Espíritu ven,
y llénanos Señor
con tu preciosa unción. (x2)

Purifícanos y lávanos
renuévanos, restáuranos Señor
con tu poder
purifícanos y lávanos
renuévanos, restáuranos Señor
te queremos conocer.


Enciéndeme

Hoy quiero, Señor, ponerlo todo en tu presencia,
darme hasta gastarme contigo y por Ti, hoy.

Hoy quiero, Señor, ponerlo todo ante tu puerta
Para en todo amarte y servir.

Enciéndeme y déjame arder donde haga falta,
enciéndeme y déjame ser tu luz,
y así poder llevarte hasta todas las almas,
saciar la sed que tienes Tú desde la cruz.

Hoy quisiera madre, poner todo en tu presencia,
darme hasta gastarme, decirle que sí,
hoy te pido madre, que dejes mi puerta abierta,
para en todo amarle y servir.

Enciéndeme y déjame arder donde haga falta,
enciéndeme y déjame ser tu luz,
y así poder llevarte hasta todas las almas,
saciar la sed que tienes Tú desde la cruz.


Tu misericordia

El día al día, le pasa su mensaje
La noche a la noche se lo susurra
Tu misericordia, Señor, llena la tierra
Úsame para llevarla a cada rincón

Llevaré tu misericordia a la universidad
Entraré en el corazón de cada amigo
Y con la fuerza de tu Espíritu diré

La misericordia ha entrado en esta casa (bis)
Levántate y anda

Llevaré tu misericordia a la universidad
Entraré en el corazón de cada amigo
Y con la fuerza de tu Espíritu diré

La misericordia ha entrado en esta casa (bis)
Levántate y anda

Hazme bendición para cualquiera
No me importa sangrar, solo quiero que
Que tu amor sin límites, que tu sed nos sane
Úsame para traer hoy tu ternura

Que mis ojos vean todo belleza
Descubriendo, el rostro de cada uno
Que mis oídos escuchen los gritos
mudos del prójimo
Que mi boca, manos y pies transmitan tu ternura

Y que mi corazón sienta en carne viva
(canon)

La misericordia ha entrado en esta casa (bis)
Levántate y anda


Evangelio

Del santo Evangelio según S. Lucas (21, 25-28. 34-36):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y el oleaje, desfalleciendo los hombres por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues las potencias del cielo serán sacudidas.
Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y gloria.
Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación.
Tened cuidado de vosotros, no sea que se emboten vuestros corazones con juergas, borracheras y las inquietudes de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra.
Estad, pues, despiertos en todo tiempo, pidiendo que podáis escapar de todo lo que está por suceder y manteneros en pie ante el Hijo del hombre».


Voz en off

Una voz grita en el desierto:
"Preparad el camino al Señor".

Otro adviento más escuchando estas palabras. Ya ni me impactan. Casi me son indiferentes.
"Vive la espera" "prepara el corazón, que viene Jesús"
Desde luego, es bonito recordar que Jesús vino hace 2000 años, que Dios se hizo niño, y nació en un pesebre.
Y fue en torno al año decimoquinto, con Tiberio de emperador. Suena a que fue hace mucho, mucho tiempo.
¡Qué suerte tuvieron los pastores que pudieron adorarle! ¡Qué suerte los discípulos que le conocieron! ¡Qué suerte su primo Juan que podía jugar con él!

Intento hacerme a la idea. Quiero celebrar la Navidad con sentido, claro que sí. Pero yo… ¿qué voy a preparar?

Paro. Vuelvo a leer la Palabra. Tu Palabra. ¿Qué quieres decir?

«Preparad el camino del Señor…
los valles serán rellenados….
lo torcido será enderezado,
lo escabroso será camino llano.
Y toda carne verá la salvación de Dios».

Un momento.
¿Cómo que recordar?
¿Cómo que "vivir bien la navidad"?
¿Cómo que "celebrar con sentido"?
¿Cómo que el año decimoquinto de tiberio?
¿Cómo que los pastores pudieron adorarte?

Una voz grita en el desierto. Hoy.
Hoy me gritas.
No en el desierto de Judea, en mi desierto. En el desierto de mi corazón.
Desierto, porque no estás. Desierto, porque vivo esperando a que pase algo. Desierto porque todo no escucho nada, porque no dejo entrar a nadie. Desierto sin luz.
Desierto hoy, aquí.

Un grito que dice que vienes. No viniste, no vendrás. Vienes. Cada día. Te encarnas cada día de mi vida, de la historia.
Levanto la cabeza…
Te tengo delante ahora mismo.
Con la misma verdad con la que naciste en Belén, siendo un niño en brazos de tu madre. Con la misma desnudez, el mismo deseo de ser amado. La misma fragilidad, la misma pequeñez. O más, si cabe!
Exactamente el mismo Rey al que visitaron los pastores, está ahora mismo delante de mí. No puedo menos que, como ellos, postrarme a adorar.

Y así, toda carne verá la salvación de Dios. Toda carne ve la salvación de Dios. Toda. Yo también. Y el de al lado, y el de más allá. Mi madre, mi compi de curro, el niño que juega en el parque, el hombre que pasea taciturno. Toda carne! Ya se ha cumplido. Ya soy salvada.

Jesús, creo que ni siquiera acabo de entender nada de esto. Pero haz, al menos, que deje de vivir esperando a que pases, porque sé que estás pasando ahora mismo. Ábreme los ojos, los oídos, y sobretodo, el corazón.
María, tú que acogiste la Palabra en tu seno y en tu corazón, enséñame a mi a hacerlo cada día.


Dime Padre

Dime Padre,
¿qué podemos hacer?
Tus hijos se pierden
y no entiendo por qué.

Dime Padre,
cada día se alejan más
y de verdad que no he hecho nada mal
pero curan sus heridas con lo que no les curará.

Les di el mandamiento del Amor,
me crucificaría mil veces más,
pero ellos huyen de su Creador
y de su eterna felicidad.

Y es que los hemos hecho tan libres
que a veces me duele pensar
que este don y este regalo
lo utilicen para el mal.

Dime Padre,
cómo a nuestra familia reunir.
Les ofrecemos la eternidad,
pero prefieren huir.

Dime Padre,
cómo ablandar su corazón,
cómo quitar esta coraza
formada por el dolor.

Si supieran cuánto les amamos,
si superan que todo tiene un por qué,
dime Padre cómo sus almas acoger.

Si supieran que ahora somos dependientes
de que nuestra creación nos quiera,
nuestro único deseo
es que sus almas estén llenas.

Dime Padre,
cómo les explicamos
que son
lo que más amamos.

Dime Padre, cómo les guiamos
a aquello que les completa
si es que se refugian en falsas metas.
Y nos destroza verles odiarse,
verles odiarse con tanta fuerza.

Dime Padre,
cómo parar este dolor.
Quiero que me quieran
pero no es su obligación.

Les miro con mis ojos,
llenos de compasión
y te aseguro que acepto
cualquier tipo de perdón.

Solo nos queda esperar
a que escuchen nuestra voz,
que vean las puertas abiertas
de este Cielo acogedor.

Que siempre serán bienvenidos
a los brazos de este Corazón,
que solo quiere verlos unidos
en la tierra con su Salvador.

Y me hago Pan pero no me ven,
me cuelo en sus pensamientos pero no me ven,
me meto en sus entrañas una y otra vez,
lloro todos los días pero no me ven.

Dime Padre, qué puedo hacer.
Tus hijos se pierden y se alejan
y me da miedo que no sepan volver.
(INTERLUDIO)

Papá, ¿dejarán de llorar?
Espero que estos caminos vacíos
se puedan solucionar.

Esperaré hasta el último segundo
para volverlo a intentar.
No me rendiré,
quiero a tus hijos de verdad.

No ven que el Bien ya ha vencido,
que la serpiente que les hace temblar
ya la ha pisado mi Madre,
¡Solo tienen que mirarme y vivirán!


Siempre imaginé

Siempre imaginé la felicidad ligada al
poder y a la comodidad.
Siempre imaginé la felicidad ligada a
mis sueños cumplidos.
No sabía que la felicidad era así.

Miembro de un pueblo, tengo familia,
Ciudadano del cielo y de estirpe
elegida,
De nación, piedra de iglesia, que
habita en Jerusalem.

Oveja del divino redil a quien el
pastor señala y susurra:

¡Estos son mi madre y mis
hermanos, soy de tu familia,
qué bonita es, tu Iglesia!
Mmmmmmm

Siempre imaginé la felicidad ligada al
poder y a la comodidad.
Siempre imaginé la felicidad ligada a
mis sueños cumplidos.
No sabía que la felicidad está aquí:

Aquí y no allí, ahora y no mañana,
En lo que hago y no en lo que queda
por hacer,
Dentro de mí, en saber que me amas
En serte fiel y no entender o poseer.

Allí la noche es clara como el día
lugar en desde el que miras y me
susurras:

¡Cuánto te he esperado!
¡Soy de tu familia!
¡Qué bonita es tu Iglesia!

Riéndome de mi autosuficiencia,
contigo pan blanco que me susurras:

¡Sed uno, como el Padre y yo!
¡Porque soy de tu familia!
¡Qué bonita es…!
¡Estos son mi Madre y mis
hermanos!
¡Soy de tu familia!
¡Qué bonita es tu Iglesia!


Madre de Hakuna

Llévame contigo a todos lados,
que pueda dormir tranquilo bajo tu
preciso manto
Llévame contigo, no me sueltes de la mano,
Y que cuando sienta frío, note tu
cálido abrazo.

Llévame contigo, a donde quieras,
Y es que no hay mayor consuelo que
una madre que te quiera y que algún
día pudiera, al Cielo ir por tu escalera
Y entender que contigo Madre
querida, valió la pena

Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir cion humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú el mejor regalo de mi Dios

Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir con humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú Madre de Hakuna y mi corazón.