Misión en Costa Rica

🗓 14 de septiembre de 2021


Ven espíritu ven

Ven Espíritu ven,
y llénanos Señor
con tu preciosa unción. (x2)

Purifícanos y lávanos
renuévanos, restáuranos Señor
con tu poder
purifícanos y lávanos
renuévanos, restáuranos Señor
te queremos conocer.


Forofos

¡Que seamos todos uno
como el Padre y Tú sois uno!
¡Todos forofos de todos,
que nos queramos siempre más!

Por los que viven para mirarte
y nada más, fuerza de todos,
adelantando el Cielo:
Hermanas de Belén, Benedictinos,
Císter, Iesu Communio, Clarisas,
Concepcionistas, Carmelitas y
tantos más, y tantos más.

¡Que seamos todos uno
como el Padre y Tú sois uno!
¡Todos forofos de todos,
que nos queramos siempre más!

Por los que son tu primavera
pentecostal, llenos de vida,
movidos por el Espíritu:
Cursillos, Comunión y Liberación,
Renovación Carismática, Schoenstatt,
Opus Dei, Focolares, Hakuna,
el Camino, Effetá, y tantos más.

¡Que seamos todos uno
como el Padre y Tú sois uno!
¡Todos forofos de todos,
que nos queramos siempre más!

Por los que son consuelo tuyo en el
dolor, besando heridas,
en tu pobreza y marginación:
Hijas y Misioneras de la Caridad,
Mercedarios, Trinitarios,
Hospitalarios, Hermanitas y tantos
más, y tantos más.

¡Que seamos todos uno
como el Padre y Tú sois uno!
¡Todos forofos de todos,
que nos queramos siempre más!

Por los que te estudian y predican,
inconformistas, sin límites,
siempre mar adentro:
Maristas, Salesianos, Escolapios,
Agustinos, Franciscanos,
Legionarios, Jesuitas, Dominicos, y
tantos más, y tantos más.

¡Que seamos todos uno
como el Padre y Tú sois uno!
¡Todos forofos de todos,
que nos queramos siempre más!

Por los que sostienen tu familia día a
día, siervos de todos:
sacerdotes diocesanos, parroquias,
seminaristas,
misioneros, obispos junto a Pedro,
¡el Papa!

¡Que seamos todos uno
como el Padre y Tú sois uno!
¡Somos forofos de todos,
que nos queramos siempre más!

¡Que seamos todos uno
como el Padre y Tú sois uno!
¡Somos forofos de todos,
que nos queramos siempre más!


Soy Libre (Estación XV)

Mi mejor amigo decidió morir por mí,
cargó con mi castigo para que yo
pudiera vivir.
No viniste a juzgarme, me viniste a
salvar.
Y ahora lo que más quieres es que yo
me deje amar.
Abrázame, hoy me dejo querer.

Todos mis pecados arden
en el fuego de tu amor.
Y siempre que yo me caiga
Tú me levantarás.


Coronado con espinas, vestido de
dolor,
en tu último suspiro mi mundo se
apagó.
Pero al tercer día, un gran ruido se
escuchó,
fueron ángeles cantando: ¡Jesús
resucitó!
Oh abrázame, hoy me dejo querer.

Todos mis pecados arden
en el fuego de tu amor.
Y siempre que yo me caiga
Tú me levantarás.

Quiero volver a nacer en ti,
quiero volver a nacer en ti,
quiero volver a nacer en ti,
¡Ahora soy libre! ¡Ahora soy libre!
¡Porque tú me haces libre!

Todos mis pecados arden
en el fuego de tu amor.



Evangelio

Evangelio según san Juan (3,13-17):

En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: «Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.»

Jesus, hoy quiero vivir dandote gracias por algo tan inmenso y que a veces estoy dando por supuesto, como si la costumbre me hiciera olvidar. Me confronta esas palabras que le dijiste a Nicodemo, y hoy quiero darte gracias por el regalo de venir a salvarme…


No has venido a condenarme, sino a salvarme, Que paz me trae siempre esta frase a mi corazón, me quita un peso. Me recuerdas que eres Amor y que me Amas aquí y ahora, tal como soy; pero que me Amas tanto que no puedes dejarme tal y como estoy ahora, tan lleno de veneno que me mata y a otros mata. Me recuerdas el verdadero Rostro del Padre, del que Tú eres el Rostro visible. Gracias por salvarme de la oscuridad, del vacío y la nada a la que mi vida me iba llevando, gracias por ofrecerme Tu Salvación a diario.


Y yo, ¿que he de hacer? Tan sólo creer, mas allá de lo que sienta, que me Amas y te me entregas y vas habitando mas en mi. Transformandome. Y entonces viviendo como hombre Resucitado, ardiendo en Tu Fuego, aun en el frío y la oscuridad. Y cuando me aleje de esa llama, volver, tan solo volver confiando en que me Amas, y que esa es mi salvacion. Que no puedo hacer nada por ganarla, que es tan sólo tu regalo y yo he de acogerlo.


Y que manera de Salvarme, siendo elevado, si; a los cielos, pero primero siendo alzado en ese Madero… Haciendote mi pecado, sufriendo tu el veneno del mal que me separa de Ti, de mis hermanos y de mi mismo. Y como esos que al mirar la serpiente fueron sanados del veneno que les iba matando, yo al elevar mi vista a esa Cruz vuelvo a la vida, para al volver a bajar la vista te encuentre en todo. Y mas todavia, poco te parece eso, que cada dia eres alzado de nuevo, en ese pedazo de Pan. Alzado en cada Misa, en cada Hora Santa, para al mirarte y creer, quede sanado y vuelva a la Vida.


Noche

Por tu Iglesia, que te espera a oscuras,
por tu pueblo que te reza aguardando
la aurora.
Te rogamos, te rogamos.
Por las naciones paganas,
que tienen sed de ti sin saberlo.
Ten piedad, ten piedad.

Por los pueblos oprimidos por el
totalitarismo
y la opresión de la mentira.
Por aquellos perseguidos por tu
nombre, que se ocultan para orar
y aquellos extraídos de su hogar.
Por sus perseguidores,
cegados por el odio,
“Perdónales, Padre,
no saben lo que hacen.”

Por los que no nos aman,
por los que no sabemos amar.
Por los que sufren y agonizan
y hoy duermen en el hospital.
Por los que es su última noche
y cuyos ojos no verán el nuevo día.
Ten piedad, ten piedad.

Por todos los que sufren la tentación
del suicidio,
por los dispuestos a dejar ganar al
mal.
Por aquellos cuyas noches son
interminables,
y a los que la angustia
les ha quitado la paz.

Kyrie Eleison, Kyrie Eleison.
Kyrie Eleison, Kyrie Eleison,
Kyrie Eleison.


Por aquellos que trabajan en la
prostitución
y se ven obligados a vender su amor.
Por los que caen en la trampa
del vicio y las drogas.
Por los que hoy duermen en prisión,
por los que hoy esperan su ejecución,
por aquellos a los que torturan,
Por criminales, por los ladrones,
por los que erran en soledad,
por los que sufren
la indiferencia de los demás.

Kyrie Eleison, Kyrie Eleison.

Por la ciudad,
por todos sus habitantes,
que en sus sueños solo existas Tú.
Por nuestros difuntos que aún no han
visto tu Rostro,
por los alejados entre la multitud.
Por los niños que descansan en el
seno de su madre,
por las mujeres que van a dar a luz.
Para que reine tu paz en cada hogar,
por los que quieren
saciar tu sed de amar.

Kyrie Eleison, Kyrie Eleison.
Kyrie Eleison, Kyrie Eleison,
Kyrie Eleison.


Ten piedad (x10)
Ten piedad, Señor, ten piedad.


El Rey de mi vida (AB)

Quiero alabarte sin parar
todo los días.

Que tu presencia sea el anhelo
de mi vida.

Yo quiero hacer tu voluntad.
Señor yo te quiero agradar.

Y quiero darte
siempre el primer lugar.
Yo quiero darte
siempre el primer lugar.

Si tu eres el rey.
El rey de mi vida.
El número uno en mi corazón.
A ti yo te rindo todo lo que soy.

Si tu eres el rey.
El rey de mi vida.
El número uno en mi corazón.
A ti yo te rindo todo lo que soy.


Madre de Hakuna

Llévame contigo a todos lados,
que pueda dormir tranquilo bajo tu
preciso manto
Llévame contigo, no me sueltes de la mano,
Y que cuando sienta frío, note tu
cálido abrazo.

Llévame contigo, a donde quieras,
Y es que no hay mayor consuelo que
una madre que te quiera y que algún
día pudiera, al Cielo ir por tu escalera
Y entender que contigo Madre
querida, valió la pena

Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir cion humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú el mejor regalo de mi Dios

Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir con humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú Madre de Hakuna y mi corazón.