Inmolados: un deseo grande de entregar la vida

🗓 24 de junio de 2025


Ven espíritu ven

Ven Espíritu ven,
y llénanos Señor
con tu preciosa unción. (x2)

Purifícanos y lávanos
renuévanos, restáuranos Señor
con tu poder
purifícanos y lávanos
renuévanos, restáuranos Señor
te queremos conocer.


Quiero cenar contigo

(DIOS)
Te conozco, estoy a tu puerta y llamo;
si me oyes, me abres, entraré:
¡Quiero cenar contigo!

(ALMA)
Preocupada por lo que piensan,
presionada, por el éxito enajenada.
¿Por qué vivir con miedos,
si de mí nada quieres sino a mí?

(DIOS)
Vayas a donde vayas siéntete enviado.
Vengas de donde vengas siéntete esperado.
Que cuando escuches quieras recibir,
y cuando mires lo hagas a través de Mí.
Que lo des todo,
y dejes abolida cualquier posesión propia.

(ALMA)
Lo mío, Señor, es lo pequeño, lo insignificante:
saca Tú de mi nada lo gigante.

(DIOS)
Te conozco, estoy a tu puerta y llamo;
si me oyes, me abres, entraré:
¡Quiero cenar contigo!

Vayas a donde vayas siéntete enviado.
Vengas de donde vengas siéntete esperado.
Que cuando escuches quieras recibir,
y cuando mires lo hagas a través de Mí.
Que lo des todo,
y dejes abolida cualquier posesión propia.


Sencillamente

Creo, sencillamente
quiero disfrutar de
la serenidad del creer.
Desligar el creer del sentir,
creo, mi Dios, ¡y basta!

Te creo en tus Misterios
sin entenderlos
te creo en mí y en el Pan Blanco,
en el prójimo y en la Creación,
sin verte en ningún lado.

Creo, Señor, sencillamente
Porque creer es confiar
¡Cómo me gusta creerte
sintiendo dudas,
sintiendo dudas,
sintiendo dudas!

Digo que eres Amor
escucho que soy tu amado
no siento y qué más da,
¡te quiero y eso basta!

Amo, Señor, sencillamente
porque amar es entregarse
¡Cómo me gusta amarte
estando frío,
estando frío,
estando frío!

Espero en tu Palabra,
vivo en tu Promesa,
¡gozo en Ti lo que aún me falta!

Espero, Señor, sencillamente
porque esperar es descansar
¡Cómo me gusta esperarte
sintiendo miedo,
sintiendo miedo,
sintiendo miedo!

Creo, amo, espero
cómo me gusta seguirte
sintiendo dudas
estando frío
sintiendo miedo
cómo me gusta
cómo me gusta

¡Creerte, amarte y esperarte!
Sigo sencillamente.


Evangelio

Del santo Evangelio según S. Lucas (9, 11b-17):

En aquel tiempo, Jesús hablaba a la gente del reino y sanaba a los que tenían necesidad de curación.

El día comenzaba a declinar. Entonces, acercándose los Doce, le dijeron:
«Despide a la gente; que vayan a las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida, porque aquí estamos en descampado».

Él les contestó:
«Dadles vosotros de comer».

Ellos replicaron:
«No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos a comprar de comer para toda esta gente».

Porque eran unos cinco mil hombres.

Entonces dijo a sus discípulos:
«Haced que se sienten en grupos de unos cincuenta cada uno».

Lo hicieron así y dispusieron que se sentaran todos.

Entonces, tomando él los cinco panes y los dos peces y alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los iba dando a los discípulos para que se los sirvieran a la gente. Comieron todos y se saciaron, y recogieron lo que les había sobrado: doce cestos de trozos


Voz en off

Dadles vosotros de comer.

La base de tu milagro, Jesús, está en el compartir.
No creas los panes y los peces de la nada, sino que obras a partir de lo que algunos comparten.
Preguntas: ¿Cuántos panes hay?
Los discípulos rebuscan entre la multitud y encuentran siete panes y algunos peces.
¿Qué es eso para cinco mil? No es nada. Pero a Ti te basta.
Me pongo en el lugar de los dueños de esos panes. Los discípulos les piden que compartan lo que tienen para sí. Parece una propuesta sin sentido, Jesús. ¿Por qué privarles de lo que han traído de casa, sobre todo, cuando no es suficiente para saciar a todos? Humanamente es ilógico. Pero no lo es Ti.
Gracias a ese pequeño gesto de generosidad de entregar lo que tienen, Tú sacias a todos.
Me estás diciendo que puedes hacer mucho con lo poco que yo pueda poner a tu disposición. Y no te estás refiriendo solo a lo material, para nada, sino más bien a mi tiempo, a mis cualidades, a mis talentos…, aunque sean pequeños y dejen mucho que desear. Aunque no sean nada. Da igual. Con eso, Tú saciarás el hambre de muchas almas.
Cuánto me cuesta entender esto.
Entender que no son mis talentos o mi esfuerzo lo que sacia, sino tú a través de mi generosidad. A través de mi amor. Entender que no son mis palabras las que sanan a un amigo, sino que te basta el amor que pongo en ellas para actuar, aunque sean torpes. Entender que no es la perfecta ejecución de una canción lo que da paz a un corazón que la escucha, sino que te basta la generosidad con que la canto para actuar en muchos corazones, aunque salga regular. Y podría seguir poniendo ejemplos hasta el infinito…
Te encanta actuar así: haces grandes cosas a partir de pequeñas cosas que te entregamos gratuitamente.
¿Qué te traigo hoy, Jesús? ¿Qué te ofrezco para que puedas actuar?
¿Cómo voy a organizar mi verano para entregarte panes y peces con los que puedas actuar?


Nada

Deja de herirte,
deja de poner en mi boca
palabras que nunca dije.
Deja de pensar que estoy enfadado,
deja de decir
que soy yo el que se está
alejando de ti.

Y es que aún no lo ves
me entrego por ti una y otra vez,
tú siempre serás mi favorita,
nunca te dejaré, nunca te dejaré.

Y es que no hay nada,
nada, nada, nada
que puedas hacer
para que te deje de querer.
Y es que no hay nada,
hagas lo que hagas,
por favor, deja de decir
que no eres amada por mí.


No hay nada en tu alma
que haga que en ti deje de pensar,
estos muros que te destrozan
son entre tú y tu libertad.
Hazme caso hija mía
yo solo quiero verte feliz,
tú siempre tendrás mi perdón
te falta perdonarte a ti.

Y es que no hay nada,
nada, nada, nada
que puedas hacer
para que te deje de querer.
Y es que no hay nada,
hagas lo que hagas,
por favor, deja de decir
que no eres amada por mí.


Es que, aunque peques y me cambies
por las cosas terrenales
aunque te alejes y me olvides
y me borres de tus planes.
Aunque te rindas y te caigas
y no sepas levantarte,
si estás perdido pide ayuda.

Es que, aunque peques y me cambies
por las cosas terrenales
aunque te alejes y me olvides
y me borres de tus planes
aunque te rindas y te caigas
y no sepas levantarte
si estás perdido pide ayuda.

Y es que no hay nada,
nada, nada, nada
que puedas hacer
para que te deje de querer.
Y es que no hay nada,
hagas lo que hagas,
por favor, deja de decir
que no eres amada por mí.


Bendito

Bendito sea Dios, su santo nombre
Bendito Jesucristo, Dios de carne
Bendita creación que enmoró a su Creador
Bendito deseado y deseante

Bendito sea Dios su ardiente corazón
Su preciosa sangre, su presencia
apasionada en el altar
Bendito el Espíritu libre y amante
Bendita la Madre de Dios, José, los
ángeles, los santos
Bendito Cristo entre nosotros:
¡¡su familia!!

Uuuuuuuuuuuuu
Que da la vida
¡¡Bendito sea Dios que da la Vida!!


Madre de Hakuna

Llévame contigo a todos lados,
que pueda dormir tranquilo bajo tu
preciso manto
Llévame contigo, no me sueltes de la mano,
Y que cuando sienta frío, note tu
cálido abrazo.

Llévame contigo, a donde quieras,
Y es que no hay mayor consuelo que
una madre que te quiera y que algún
día pudiera, al Cielo ir por tu escalera
Y entender que contigo Madre
querida, valió la pena

Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir cion humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú el mejor regalo de mi Dios

Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir con humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú Madre de Hakuna y mi corazón.