HORA SANTA

🗓 17 de julio de 2025


El Rey de la Gloria

Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe, y todos sus habitantes.
Él la fundó sobre los mares, él
la afianzó sobre los ríos.

¿Quién puede subir al monte
del Señor?
¿Quién puede estar en el
recinto sacro?

El hombre de manos
inocentes, y puro corazón,
que no confía en los ídolos ni jura
contra el prójimo en falso.

Ése recibirá la bendición del
Señor,
le hará justicia el Dios de
salvación.

Este es el grupo que busca,
que busca al Señor,
que viene a tu presencia,
Dios de Jacob.

¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las antiguas
compuertas: va a entrar,
el Rey de la Gloria.


¿Quién es ese Rey,
el Rey de la Gloria?
El Señor, héroe valeroso;
el Señor, héroe de la guerra.


¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las antiguas
compuertas: va a entrar,
el Rey de la Gloria.

¿Quién es ese Rey,
el Rey de la Gloria?
El Señor, Dios de los ejércitos;
Él es el Rey de la Gloria.

¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las antiguas
compuertas: va a entrar,
el Rey de la Gloria.

¿Quién es ese Rey,
el Rey de la gloria?
El Señor, Dios de los ejércitos;
Él es el Rey de la Gloria.


Loco

No se conoce en la historia locura
como esta,
de un hijo que sea Romeo de su
Padre.

No hubo flecha de cupido más rápida
y tensa,
ni abrazo más perfecto,
no hubo gotas más iguales.

Fiel como su sombra, poseso de una
única obsesión.
¿Qué quieres Padre? Dímelo.

Es necesario que el mundo sepa
que yo amo al Padre.
Mi único interés son sus deseos,
mi fuerza es su querer.
Su corazón llora en mis mejillas,
llena mi boca de sus sonrisas
y sus deseos son los pasos de mis
pies


Conozco lo que siente el corazón de
mi Padre
No se da por vencido, no accede al
desengaño.

Lo que ha amado mi padre no lo da
por perdido,
como los ojos del esclavo en los
labios del Señor.

Esclavo de sus amores, poseso de una
única obsesión.

¿Qué quieres Padre? Dímelo.
Es necesario que el mundo sepa
que yo amo al Padre.
Pretenden seguirme sin conocer,
mi corazón.
Solo quién comparte en el huerto
al Padre,
descubrirá su verdad y sentido.
Pues es mentira cualquier vida
fuera de esta relación


Noche

Por tu Iglesia, que te espera a oscuras,
por tu pueblo que te reza aguardando
la aurora.
Te rogamos, te rogamos.
Por las naciones paganas,
que tienen sed de ti sin saberlo.
Ten piedad, ten piedad.

Por los pueblos oprimidos por el
totalitarismo
y la opresión de la mentira.
Por aquellos perseguidos por tu
nombre, que se ocultan para orar
y aquellos extraídos de su hogar.
Por sus perseguidores,
cegados por el odio,
“Perdónales, Padre,
no saben lo que hacen.”

Por los que no nos aman,
por los que no sabemos amar.
Por los que sufren y agonizan
y hoy duermen en el hospital.
Por los que es su última noche
y cuyos ojos no verán el nuevo día.
Ten piedad, ten piedad.

Por todos los que sufren la tentación
del suicidio,
por los dispuestos a dejar ganar al
mal.
Por aquellos cuyas noches son
interminables,
y a los que la angustia
les ha quitado la paz.

Kyrie Eleison, Kyrie Eleison.
Kyrie Eleison, Kyrie Eleison,
Kyrie Eleison.


Por aquellos que trabajan en la
prostitución
y se ven obligados a vender su amor.
Por los que caen en la trampa
del vicio y las drogas.
Por los que hoy duermen en prisión,
por los que hoy esperan su ejecución,
por aquellos a los que torturan,
Por criminales, por los ladrones,
por los que erran en soledad,
por los que sufren
la indiferencia de los demás.

Kyrie Eleison, Kyrie Eleison.

Por la ciudad,
por todos sus habitantes,
que en sus sueños solo existas Tú.
Por nuestros difuntos que aún no han
visto tu Rostro,
por los alejados entre la multitud.
Por los niños que descansan en el
seno de su madre,
por las mujeres que van a dar a luz.
Para que reine tu paz en cada hogar,
por los que quieren
saciar tu sed de amar.

Kyrie Eleison, Kyrie Eleison.
Kyrie Eleison, Kyrie Eleison,
Kyrie Eleison.


Ten piedad (x10)
Ten piedad, Señor, ten piedad.


Evangelio

En aquel tiempo, se presentó ante Jesús un doctor de la ley para ponerlo a prueba y le preguntó: "Maestro, ¿qué debo hacer para conseguir la vida eterna?" Jesús le dijo: "¿Qué es lo que está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?" El doctor de la ley contestó: "Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu ser, y a tu prójimo como a ti mismo". Jesús le dijo: "Has contestado bien; si haces eso, vivirás".

El doctor de la ley, para justificarse, le preguntó a Jesús: "¿Y quién es mi prójimo?" Jesús le dijo: "Un hombre que bajaba por el camino de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos ladrones, los cuales lo robaron, lo hirieron y lo dejaron medio muerto. Sucedió que por el mismo camino bajaba un sacerdote, el cual lo vio y pasó de largo. De igual modo, un levita que pasó por ahí, lo vio y siguió adelante. Pero un samaritano que iba de viaje, al verlo, se compadeció de él, se le acercó, ungió sus heridas con aceite y vino y se las vendó; luego lo puso sobre su cabalgadura, lo llevó a un mesón y cuidó de él. Al día siguiente sacó dos denarios, se los dio al dueño del mesón y le dijo: 'Cuida de él y lo que gastes de más, te lo pagaré a mi regreso'.

¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del hombre que fue asaltado por los ladrones?'' El doctor de la ley le respondió: "El que tuvo compasión de él". Entonces Jesús le dijo: "Anda y haz tú lo mismo".


Voz en off

Cuánto buscamos hacer de la oración un esfuerzo,
una fórmula, una respuesta.
Y sin embargo,
orar es simplemente permanecer.

Es quedarse, aun cuando no hay palabras.
Es confiar, aun cuando todo parece callar.

Hay una fuerza que nace en el silencio,
una fe que crece despacio,
sin ruido, sin aplausos,
como una raíz que se extiende bajo tierra.

La oración no cambia a Dios,
nos cambia a nosotros.
Nos ablanda, nos abre,
nos enseña a mirar distinto.

Perseverar no es obstinarse.
Es amar sin medida,
seguir esperando aunque nada se mueva,
seguir creyendo cuando todo parece detenerse.

Permanecer.
Eso basta.

Porque el alma también florece en la espera.
Porque en medio del cansancio,
el corazón aprende a descansar en Dios,
a confiar sin entender,
a amar sin exigir respuesta.

Todo lo que es sostenido por amor
termina dando fruto.
Quizás lento,
quizás oculto,
pero siempre vivo.

Y entonces comprendemos:
no se trata de convencer,
sino de dejarse habitar.
No se trata de hablar,
sino de permanecer.

La fe es eso:
un corazón que late despacio,
pero no deja de latir.

Deseo permanecer en ti.


El Abrazo

Quiero poder cerrarte en un
paréntesis de brazos,
entrelazando los míos con los tuyos
Quiero crear contigo un círculo sin
afueras
incluir en el movimiento al mundo
entero


Y prestarte mi cuerpo para ese abrazo
eterno
Invítame a entrar en ese abrazo y
aprendiz en esta escuela


Dejando la indiferencia viviré de
rodillas y abrazado
Dejando las diferencias viviré de
rodillas y abrazando


Quiero apretarte en el vientre de tu
madre aún no nacido,
siendo hombre ensangrentado y
crucificado

Quiero abrazarte en la blanca Hostia y
en la vida que me has dado
En el sufriente y en quien tengo al
lado.


Siendo siempre Tú, prójimo y
necesitado.
Invítame a entrar en ese abrazo y
aprendiz en esta escuela


Dejando la indiferencia viviré de
rodillas y abrazado
Dejando las diferencias viviré de
rodillas y abrazando


Dejando la indiferencia viviré de
rodillas y abrazado
Dejando las diferencias viviré de
rodillas y abrazando


Bendito

Bendito sea Dios, su santo nombre
Bendito Jesucristo, Dios de carne
Bendita creación que enmoró a su Creador
Bendito deseado y deseante

Bendito sea Dios su ardiente corazón
Su preciosa sangre, su presencia
apasionada en el altar
Bendito el Espíritu libre y amante
Bendita la Madre de Dios, José, los
ángeles, los santos
Bendito Cristo entre nosotros:
¡¡su familia!!

Uuuuuuuuuuuuu
Que da la vida
¡¡Bendito sea Dios que da la Vida!!


Madre de Hakuna

Llévame contigo a todos lados,
que pueda dormir tranquilo bajo tu
preciso manto
Llévame contigo, no me sueltes de la mano,
Y que cuando sienta frío, note tu
cálido abrazo.

Llévame contigo, a donde quieras,
Y es que no hay mayor consuelo que
una madre que te quiera y que algún
día pudiera, al Cielo ir por tu escalera
Y entender que contigo Madre
querida, valió la pena

Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir cion humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú el mejor regalo de mi Dios

Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir con humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú Madre de Hakuna y mi corazón.