Padre pon tu Espíritu sobre mí,
aquí estoy, aquí me tienes.
Gracias por la vida,
Que la viva siendo todo yo
Que la viva siendo todo yo
Todo libre,
todo entregado,
todo Tú,
todo dado,
todo alegre,
todo amante,
todo amado,
todo arrodillado,
todo hijo,
todo hermano,
todo padre,
todo disfrutón,
todo mariano,
todos por todos,
que viva todo,
con toda el alma.
Me he hecho tantas preguntas
Intentando entender
Me he lanzado a buscarte
Sin saberte ver
Me he asomado al abismo
Me he atrevido a saltar y caer
Y un huracán romperá el cielo desde mi garganta
Gritándote donde estas cuando me haces falta
Y me han dado respuestas
Pero no se que hacer
He prometido seguirte sin entender
Y hay un eco en lo hondo que me empuja hacia ti
Y aunque sea sin sentirte te buscaré
Y un huracán romperá el cielo desde mi garganta
Gritándote donde estas cuando me haces falta x2
Estoy aquí, en el silencio
Estoy aquí, en este viento
Estoy aquí, soy este trozo de pan
Estoy aquí, en tu lamento
Estoy aquí, en ese eco
Estoy aquí, soy este trozo de pan
Y un huracán romperá el cielo desde mi garganta
Gritándote donde estas cuando me haces falta (x4)
Y tu huracán romperá el cielo desde mi garganta
Gritándome cuanto me haces falta
Del evangelio según san Juan (10, 11-18)
En aquel tiempo, dijo Jesús:
«Yo soy el Buen Pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo las roba y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas.
Yo soy el Buen Pastor, que conozco a las mías, y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas.
Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a esas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño y un solo Pastor.
Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla: este mandato he recibido de mi Padre».
Buenas noches Jesús,
Hoy venía con miles de cosas pesadas en el corazón.
Muchos por qués, preguntas, peticiones, incluso alguna queja. Quería pedir perdón, y solicitar tu ayuda. Quería pensar en mi semana, y organizar mis ideas. Quería hablarte de aquel problema, y ver cómo mejorar aquello otro
Pero…después de escucharte en este Evangelio, sólo quiero una única cosa.
Hoy, ahora, sólo quiero, como el leproso, postrarme a tus pies y darte gracias.
Nunca lo digo, pero gracias.
Gracias por este cuerpo, que a veces rechazo. Gracias por moldearlo a medida, y dejar tus huellas en él.
Gracias incluso por lo que no me gusta, por lo que cambiaría.
Gracias por estos ojos, que aunque no siempre saben mirar bien, ahora pueden verte.
Gracias por esta boca, que a veces uso para la mentira, para la crítica, para la queja. Gracias porque, aún asi, dejas que te coma con ella.
Gracias por el mundo que me rodea, que grita el nombre de su creador. Gracias porque te muestras en él. Gracias por pintar cada día un cielo distinto, y regalármelo por entero. Gracias por la melodía de los pájaros, en los que canta tu voz. Gracias por el mar, que ruge alabándote. Gracias por las montañas, talladas a medida. Gracias por el sol, que me habla de tu calor. Gracias porque todo lo hiciste para mí. Gracias porque me haces capaz de admirarlo.
Gracias todas estas personas que me rodean. Gracias porque me acompañan ahora, me acercan a ti con su oración silenciosa, aunque a muchos ni siquiera los conozco, ni les voy a conocer. Gracias porque puedo rezar junto a ellos. Gracias por cada uno.
Gracias por hacerte carne, para entender lo que es ser hombre. O mejor, para que yo entienda lo que es ser hombre mirándote.
Gracias por vivir lo que yo vivo, sufrir lo que yo sufro, disfrutar lo que yo disfruto. Gracias por enseñarme a vivir. Gracias por llevar a la gloria esta carne.
Gracias porque… ¡te hiciste pan! Gracias por dejar que ahora esté junto a ti. Gracias por no conformarte con mirarme desde el Cielo.
Gracias por elegir el alimento más sencillo, por ser fruto de la tierra, del trabajo del hombre, y de la mano de tu Padre.
Gracias por mi historia, por tejerla cada día.
Gracias por acompañarme hasta en los senderos más oscuros.
Gracias por esperarme a la vuelta de cada esquina.
Gracias incluso por cada herida, por la que permites que entre la luz.
Gracias porque ahora, sea como sea, estoy aquí.
Gracias.
Gracias.
Gracias.
Mi mejor amigo decidió morir por mí,
cargó con mi castigo para que yo
pudiera vivir.
No viniste a juzgarme, me viniste a
salvar.
Y ahora lo que más quieres es que yo
me deje amar.
Abrázame, hoy me dejo querer.
Todos mis pecados arden
en el fuego de tu amor.
Y siempre que yo me caiga
Tú me levantarás.
Coronado con espinas, vestido de
dolor,
en tu último suspiro mi mundo se
apagó.
Pero al tercer día, un gran ruido se
escuchó,
fueron ángeles cantando: ¡Jesús
resucitó!
Oh abrázame, hoy me dejo querer.
Todos mis pecados arden
en el fuego de tu amor.
Y siempre que yo me caiga
Tú me levantarás.
Quiero volver a nacer en ti,
quiero volver a nacer en ti,
quiero volver a nacer en ti,
¡Ahora soy libre! ¡Ahora soy libre!
¡Porque tú me haces libre!
Todos mis pecados arden
en el fuego de tu amor.
Que enfermo corazón,
que te dice que no.
Que da hasta dos mil vueltas
sobre la razón, sufre en la fricción
entre el mundo y tu amor.
Que humano y vacío se queda el dolor
al sobrevivir, y no vivir contigo.
Soy nacido de lo alto,
resurgido en el Jordán.
Con agua y fuego me sellaste,
mi destino, la eternidad.
Ha empezado la batalla,
en cada corazón.
Los cojos corren los mudos claman:
la victoria inevitable del Amor.
Mi corazón mira hacia oriente en espera de su Salvador.
No quiero hacer esperar
a un Cielo que ha empezado ya.
Los ciegos nunca vimos tanto color
ni muertos tan vivos por amor.
Y que prometida salvación,
que ya comenzó.
En alianza a su pueblo, alianza
conmigo,
eres fiel a mí, Tú me has elegido.
Unidos Tú y yo, recorriendo el camino
y si trato de huir, o miro a otro lado
gobiernas tú mis pasos.
Soy nacido de lo alto,
resurgido en el Jordán.
Con agua y fuego me sellaste,
mi destino, la eternidad.
Ha empezado la batalla,
en cada corazón.
Los cojos corren los mudos claman:
la victoria inevitable del Amor.
Mi corazón mira hacia oriente
en espera de su Salvador.
No quiero hacer esperar
a un Cielo que ha empezado ya.
Los ciegos nunca vimos tanto color
ni muertos tan vivos por amor (x2)
Y que prometida salvación,
que ya comenzó.
En alianza a su pueblo, alianza
conmigo,
eres fiel a mí…
Llévame contigo a todos lados,
que pueda dormir tranquilo bajo tu
preciso manto
Llévame contigo, no me sueltes de la mano,
Y que cuando sienta frío, note tu
cálido abrazo.
Llévame contigo, a donde quieras,
Y es que no hay mayor consuelo que
una madre que te quiera y que algún
día pudiera, al Cielo ir por tu escalera
Y entender que contigo Madre
querida, valió la pena
Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir cion humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú el mejor regalo de mi Dios
Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir con humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú Madre de Hakuna y mi corazón.