Forofos del Espíritu Viviente

🗓 3 de junio de 2025


Ven espíritu ven

Ven Espíritu ven,
y llénanos Señor
con tu preciosa unción. (x2)

Purifícanos y lávanos
renuévanos, restáuranos Señor
con tu poder
purifícanos y lávanos
renuévanos, restáuranos Señor
te queremos conocer.


Siempre imaginé

Siempre imaginé la felicidad ligada al
poder y a la comodidad.
Siempre imaginé la felicidad ligada a
mis sueños cumplidos.
No sabía que la felicidad era así.

Miembro de un pueblo, tengo familia,
Ciudadano del cielo y de estirpe
elegida,
De nación, piedra de iglesia, que
habita en Jerusalem.

Oveja del divino redil a quien el
pastor señala y susurra:

¡Estos son mi madre y mis
hermanos, soy de tu familia,
qué bonita es, tu Iglesia!
Mmmmmmm

Siempre imaginé la felicidad ligada al
poder y a la comodidad.
Siempre imaginé la felicidad ligada a
mis sueños cumplidos.
No sabía que la felicidad está aquí:

Aquí y no allí, ahora y no mañana,
En lo que hago y no en lo que queda
por hacer,
Dentro de mí, en saber que me amas
En serte fiel y no entender o poseer.

Allí la noche es clara como el día
lugar en desde el que miras y me
susurras:

¡Cuánto te he esperado!
¡Soy de tu familia!
¡Qué bonita es tu Iglesia!

Riéndome de mi autosuficiencia,
contigo pan blanco que me susurras:

¡Sed uno, como el Padre y yo!
¡Porque soy de tu familia!
¡Qué bonita es…!
¡Estos son mi Madre y mis
hermanos!
¡Soy de tu familia!
¡Qué bonita es tu Iglesia!


Todos por todos

Río se levanta en un aplauso:
banderas, voces libres
comenzando a revivir.
“Hagan lío”, dejen que el abrazo
del amor más grande estalle
en un milagro por Madrid.

Cruzamos el Atlántico,
desbordando vida nueva y porvenir.
Los últimos románticos
de una historia que no puede tener fin
El futuro ya está aquí,
y que fácil fue decir siempre que sí

Cuántas madrugadas, Pobre Loco,
Aprendiendo de rodillas
Con tu rostro a recibir
Sonreir, mirar siempre a los ojos,
celebrar la vida,
hacer de todo un gozo y compartir

Pringados abrazándonos a la libertad
de darnos sin medir.
Poetas confiándonos
a un amor que ya arde de un a otro
confín,
el futuro ya está aquí:
La revolución se muere por seguir

Todos por todos
Todos por todos
La revolución empieza aquí:
Todos por todos (x3)

Todos por todos
Todos por todos
La revolución empieza aquí:
Todos por todos


Evangelio

Del libro de los Hechos de los Aóstoles (2, 1-11):

Al cumplirse el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente, se produjo desde el cielo un estruendo, como de viento que soplaba fuertemente, y llenó toda la casa donde se encontraban sentados. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se dividían, posándose encima de cada uno de ellos. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía manifestarse.

Residían entonces en Jerusalén judíos devotos venidos de todos los pueblos que hay bajo el cielo. Al oírse este ruido, acudió la multitud y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propia lengua. Estaban todos estupefactos y admirados, diciendo:
«¿No son galileos todos esos que están hablando? Entonces, ¿cómo es que cada uno de nosotros los oímos hablar en nuestra lengua nativa?

Entre nosotros hay partos, medos, elamitas y habitantes de Mesopotamia, de Judea y Capadocia, del Ponto y Asia, de Frigia y Panfilia, de Egipto y de la zona de Libia que limita con Cirene; hay ciudadanos romanos forasteros, tanto judíos como prosélitos; también hay cretenses y árabes; y cada uno los oímos hablar de las grandezas de Dios en nuestra propia lengua».


Voz en off

Cuánto buscamos hacer de la oración un esfuerzo,
una fórmula, una respuesta.
Y sin embargo,
orar es simplemente permanecer.

Es quedarse, aun cuando no hay palabras.
Es confiar, aun cuando todo parece callar.

Hay una fuerza que nace en el silencio,
una fe que crece despacio,
sin ruido, sin aplausos,
como una raíz que se extiende bajo tierra.

La oración no cambia a Dios,
nos cambia a nosotros.
Nos ablanda, nos abre,
nos enseña a mirar distinto.

Perseverar no es obstinarse.
Es amar sin medida,
seguir esperando aunque nada se mueva,
seguir creyendo cuando todo parece detenerse.

Permanecer.
Eso basta.

Porque el alma también florece en la espera.
Porque en medio del cansancio,
el corazón aprende a descansar en Dios,
a confiar sin entender,
a amar sin exigir respuesta.

Todo lo que es sostenido por amor
termina dando fruto.
Quizás lento,
quizás oculto,
pero siempre vivo.

Y entonces comprendemos:
no se trata de convencer,
sino de dejarse habitar.
No se trata de hablar,
sino de permanecer.

La fe es eso:
un corazón que late despacio,
pero no deja de latir.

Deseo permanecer en ti.


Que todos sean uno

Con el viento que aletea sobre el agua
El aliento que proclama una nueva creación
Con el agua que sepulta y que levanta
La promesa que abalanza mil caminos a la luz
Con el fuego que devoran mis entrañas
Y que brota de la cruz
Que todos sean uno
Como tú, Padre, en mí
Como yo, Padre, en ti
Que todos sean uno
Como tú, Padre, en mí
Como yo, Padre, en ti
Para dar razón al mundo de esperanza
De una vida que proclama la victoria del amor
Para darles, Padre eterno, nuestro sello
Y celebren mi presencia, este, oeste, norte a sur
Consumados los envío a todas partes
Como me enviaste tú, uh, uh
Que todos sean uno
Como tú, Padre, en mí
Como yo, Padre, en ti
Que todos sean uno
Como tú, Padre, en mí
Como yo, Padre, en ti
Que todos sean uno
Como tú, Padre, en mí
Como yo, Padre, en ti
Que todos sean uno
Como tú, Padre, en mí
Como yo, Padre, en ti
Con el fuego que devora mis entrañas
Y que brota de la cruz
Que todos sean uno
Como tú, Padre, en mí
Como yo, Padre, en ti
Que todos sean uno
Como tú, Padre, en mí
Como yo, Padre, en ti
Que todos sean uno
Como tú, Padre, en mí
Como yo, Padre, en ti
Que todos sean uno
Como tú, Padre, en mí
Como yo, Padre, en ti
Que todos sean uno
Como tú, Padre, en mí
Como yo, Padre, en ti
Que todos sean uno
Como tú, Padre, en mí
Como yo, Padre, en ti


Bendito

Bendito sea Dios, su santo nombre
Bendito Jesucristo, Dios de carne
Bendita creación que enmoró a su Creador
Bendito deseado y deseante

Bendito sea Dios su ardiente corazón
Su preciosa sangre, su presencia
apasionada en el altar
Bendito el Espíritu libre y amante
Bendita la Madre de Dios, José, los
ángeles, los santos
Bendito Cristo entre nosotros:
¡¡su familia!!

Uuuuuuuuuuuuu
Que da la vida
¡¡Bendito sea Dios que da la Vida!!


Madre de Hakuna

Llévame contigo a todos lados,
que pueda dormir tranquilo bajo tu
preciso manto
Llévame contigo, no me sueltes de la mano,
Y que cuando sienta frío, note tu
cálido abrazo.

Llévame contigo, a donde quieras,
Y es que no hay mayor consuelo que
una madre que te quiera y que algún
día pudiera, al Cielo ir por tu escalera
Y entender que contigo Madre
querida, valió la pena

Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir cion humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú el mejor regalo de mi Dios

Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir con humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú Madre de Hakuna y mi corazón.


Forofos

¡Que seamos todos uno
como el Padre y Tú sois uno!
¡Todos forofos de todos,
que nos queramos siempre más!

Por los que viven para mirarte
y nada más, fuerza de todos,
adelantando el Cielo:
Hermanas de Belén, Benedictinos,
Císter, Iesu Communio, Clarisas,
Concepcionistas, Carmelitas y
tantos más, y tantos más.

¡Que seamos todos uno
como el Padre y Tú sois uno!
¡Todos forofos de todos,
que nos queramos siempre más!

Por los que son tu primavera
pentecostal, llenos de vida,
movidos por el Espíritu:
Cursillos, Comunión y Liberación,
Renovación Carismática, Schoenstatt,
Opus Dei, Focolares, Hakuna,
el Camino, Effetá, y tantos más.

¡Que seamos todos uno
como el Padre y Tú sois uno!
¡Todos forofos de todos,
que nos queramos siempre más!

Por los que son consuelo tuyo en el
dolor, besando heridas,
en tu pobreza y marginación:
Hijas y Misioneras de la Caridad,
Mercedarios, Trinitarios,
Hospitalarios, Hermanitas y tantos
más, y tantos más.

¡Que seamos todos uno
como el Padre y Tú sois uno!
¡Todos forofos de todos,
que nos queramos siempre más!

Por los que te estudian y predican,
inconformistas, sin límites,
siempre mar adentro:
Maristas, Salesianos, Escolapios,
Agustinos, Franciscanos,
Legionarios, Jesuitas, Dominicos, y
tantos más, y tantos más.

¡Que seamos todos uno
como el Padre y Tú sois uno!
¡Todos forofos de todos,
que nos queramos siempre más!

Por los que sostienen tu familia día a
día, siervos de todos:
sacerdotes diocesanos, parroquias,
seminaristas,
misioneros, obispos junto a Pedro,
¡el Papa!

¡Que seamos todos uno
como el Padre y Tú sois uno!
¡Somos forofos de todos,
que nos queramos siempre más!

¡Que seamos todos uno
como el Padre y Tú sois uno!
¡Somos forofos de todos,
que nos queramos siempre más!