Escapada en los Urrutias

🗓 15 de febrero de 2022


Ven espíritu ven

Ven Espíritu ven,
y llénanos Señor
con tu preciosa unción. (x2)

Purifícanos y lávanos
renuévanos, restáuranos Señor
con tu poder
purifícanos y lávanos
renuévanos, restáuranos Señor
te queremos conocer.


Todos por todos

Río se levanta en un aplauso:
banderas, voces libres
comenzando a revivir.
“Hagan lío”, dejen que el abrazo
del amor más grande estalle
en un milagro por Madrid.

Cruzamos el Atlántico,
desbordando vida nueva y porvenir.
Los últimos románticos
de una historia que no puede tener fin
El futuro ya está aquí,
y que fácil fue decir siempre que sí

Cuántas madrugadas, Pobre Loco,
Aprendiendo de rodillas
Con tu rostro a recibir
Sonreir, mirar siempre a los ojos,
celebrar la vida,
hacer de todo un gozo y compartir

Pringados abrazándonos a la libertad
de darnos sin medir.
Poetas confiándonos
a un amor que ya arde de un a otro
confín,
el futuro ya está aquí:
La revolución se muere por seguir

Todos por todos
Todos por todos
La revolución empieza aquí:
Todos por todos (x3)

Todos por todos
Todos por todos
La revolución empieza aquí:
Todos por todos


Evangelio

Del santo evangelio según san Lucas (6,17.20-26):

En aquel tiempo, Jesús bajó del monte con los Doce, se paró en una llanura con un grupo grande de discípulos y una gran muchedumbre del pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón. Él, levantando los ojos hacia sus discípulos, les decía: «Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis. Bienaventurados vosotros cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían vuestros padres con los profetas. Pero ¡ay de vosotros, los ricos, porque ya habéis recibido vuestro consuelo!¡Ay de vosotros, los que estáis saciados, porque tendréis hambre!¡Ay de los que ahora reís, porque haréis duelo y lloraréis!¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que vuestros padres hacían con los falsos profetas».

Para mí

Aquí tienes a tus discípulos Jesús.
Aquí tienes a cientos de locos siguiéndote,
Buscando un hueco para escucharte mejor.
Cientos como yo te escuchamos en silencio,
Cientos como yo deseamos tu palabra,
La buscamos, la necesitamos…
Pero ninguno lo hace igual.

Hoy te has parado en esta llanura.
Justo en donde estaba yo.
Sin esperarlo, sin planearlo.
Te has parado en mi vida, en mis amigos, en mis padres, en mis problemas.
Y aquí te tengo ahora, delante de mí.
Y aunque has venido a hablar a todos,
Sé que cada palabra es para mí.
Aunque te has parado ahí delante para que te veamos todos,
Sé que esta mirada es solo para mí.

Para mí.
Para los dos.
Para que cada una de tus palabras se tatúe en mi corazón.
Para que cada vez que te mire en este pan salte de gozo, de alegría, de amor.
Para poder seguirte cada día,
Levantarme una y otra vez tras cada caída,
Abrazarte cuando no me quede nada,
Porque me daré cuenta de que no necesito nada.

Jesús, cuando te miro,
Cuando por fin te encuentro en esta llanura,
Entre tantas cosas que intentan cegarme,
Empiezo a entender como vives Tú.
Cuando te escucho,
Cuando distingo tu voz entre los gritos de un mundo que me arrastra,
Que sin quererlo me aleja de ti,
Empiezo a entender como quieres que viva yo.

Y en esos momentos,
Hay días que aún así no te encuentro,
Que todo parece muy lejano, muy borroso, muy complicado.
Me pregunto dónde estás,
O qué es lo que quieres.
O porqué parece que me escondes tu rostro.
Me siento pobre, porque no soy nada.
Me dan ganas de llorar, porque no siento nada.
El mundo me insulta, me hiere.
Y el hambre de ti me atraviesa entera.

Pero entonces recuerdo tus palabras.
Recuerdo que me llamas bienaventurada.
Y que sólo así alcanzaré el reino,
Sólo así seré consolada
Sólo así seré saciada.
Recuerdo y respiro.
Recuerdo y sonrío.
Porque me vuelvo a dar cuenta Jesús,
Sólo así, te necesito.


Arde

Arde, con fuerza en este frío,
con todo el alma en vilo
buscando una razón.

Tiemblan, los Muros de esta celda,
que no pueden ni intentan
Contener su corazón.

Brazos, cerrándose en abrazos,
de un padre que dio tanto
de un hijo que murió.

Lloran, reyes y tronos lloran,
ante un hombre en la sombra,
rezándole a sus Dios.

La mira, y al verla el mundo gira.
Y en un solo segundo,
al cielo estremeció.

Besa, donde ella pisa él besa.
Secándose las lágrimas
al pedirle perdón.

Alza, un paso al firme al alba.
Ejércitos se apartan
ante su convicción.

Siente, el peso que le viene.
Pero nada detiene
su sencilla decisión.

Duerme, tranquilo el niño duerme
sufre porque no puede
darle algo mejor.

Calla, y en el silencio grita.
Se le traspasa el alma.
Sufre su condición.

Un te quiero mudo en un silencio acogedor.
Un humilde carpintero duerme en brazos a su Dios.

Un te quiero mudo en un silencio acogedor.
Un humilde carpintero mira a los ojos a Dios.

Sonríe, tranquilo al fin sonríe.
Y en un último aliento
hizo llorar a Dios.

(CHICOS)
Un te quiero mudo en un silencio acogedor.
Un humilde carpintero duerme en brazos a su Dios.

Un te quiero mudo en un silencio acogedor.
Un humilde carpintero mira a los ojos a Dios.


Noche

Por tu Iglesia, que te espera a oscuras,
por tu pueblo que te reza aguardando
la aurora.
Te rogamos, te rogamos.
Por las naciones paganas,
que tienen sed de ti sin saberlo.
Ten piedad, ten piedad.

Por los pueblos oprimidos por el
totalitarismo
y la opresión de la mentira.
Por aquellos perseguidos por tu
nombre, que se ocultan para orar
y aquellos extraídos de su hogar.
Por sus perseguidores,
cegados por el odio,
“Perdónales, Padre,
no saben lo que hacen.”

Por los que no nos aman,
por los que no sabemos amar.
Por los que sufren y agonizan
y hoy duermen en el hospital.
Por los que es su última noche
y cuyos ojos no verán el nuevo día.
Ten piedad, ten piedad.

Por todos los que sufren la tentación
del suicidio,
por los dispuestos a dejar ganar al
mal.
Por aquellos cuyas noches son
interminables,
y a los que la angustia
les ha quitado la paz.

Kyrie Eleison, Kyrie Eleison.
Kyrie Eleison, Kyrie Eleison,
Kyrie Eleison.


Por aquellos que trabajan en la
prostitución
y se ven obligados a vender su amor.
Por los que caen en la trampa
del vicio y las drogas.
Por los que hoy duermen en prisión,
por los que hoy esperan su ejecución,
por aquellos a los que torturan,
Por criminales, por los ladrones,
por los que erran en soledad,
por los que sufren
la indiferencia de los demás.

Kyrie Eleison, Kyrie Eleison.

Por la ciudad,
por todos sus habitantes,
que en sus sueños solo existas Tú.
Por nuestros difuntos que aún no han
visto tu Rostro,
por los alejados entre la multitud.
Por los niños que descansan en el
seno de su madre,
por las mujeres que van a dar a luz.
Para que reine tu paz en cada hogar,
por los que quieren
saciar tu sed de amar.

Kyrie Eleison, Kyrie Eleison.
Kyrie Eleison, Kyrie Eleison,
Kyrie Eleison.


Ten piedad (x10)
Ten piedad, Señor, ten piedad.


Vértigo

Quiero encontrarte
Quiero contarte mis planes, hacerte reir.
Quiero maravillarme
Quiero saber mirarte en la puesta de Sol
Quiero lo que Tú quieras
Quiero la fuerza que tienes para conquistar

Y a veces tengo vértigo,
no consigo apreciar
que sobran las palabras,
Basta con suspirar.
(x2)

Quiero entregarme
Quiero un mar de ilusiones poder navegar
Quiero abrirte la puerta
Quiero dejar que Tú seas la luz que hay en mí.

Y a veces tengo vértigo,
no consigo apreciar
que sobran las palabras,

basta con suspirar.
(x2)

Lerelerelerelere
lerelerelere
que sobran las palabras,
Basta con suspirar.

Y a veces tengo vértigo,
no consigo apreciar
que sobran las palabras,

basta con suspirar.
(x2)


Madre de Hakuna

Llévame contigo a todos lados,
que pueda dormir tranquilo bajo tu
preciso manto
Llévame contigo, no me sueltes de la mano,
Y que cuando sienta frío, note tu
cálido abrazo.

Llévame contigo, a donde quieras,
Y es que no hay mayor consuelo que
una madre que te quiera y que algún
día pudiera, al Cielo ir por tu escalera
Y entender que contigo Madre
querida, valió la pena

Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir cion humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú el mejor regalo de mi Dios

Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir con humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú Madre de Hakuna y mi corazón.