
Ven Espíritu ven,
y llénanos Señor
con tu preciosa unción. (x2)
Purifícanos y lávanos
renuévanos, restáuranos Señor
con tu poder
purifícanos y lávanos
renuévanos, restáuranos Señor
te queremos conocer.
Lo que necesita la vida para ser muy
bella
Es un loco que te quiera y que no te
deje ir
Me maravilla que me hayas elegido
Como un borracho enamorado, tras
de mí
Me daño al pensar que no puedo ser
tu favorita
No me quieres maquillada, o
intentando ser la más bonita
Y me pregunto cual será mi propia
belleza
Ábreme la puerta desde dentro,
cuélame en tus entrañas
Buenazo entregado y humillado me
seduces (bis)
Y yo te canto a ti, mi Pobre Loco
Me has hablado rozando el latido de
mi corazón
Escondido en silencio, mucho tiempo
Necesito la fuerza que me das para
sonreír y amar
Como lo haces tú, como lo haces tú
Me daño al pensar que no puedo ser
tu favorita
No me quieres maquillada, o
intentando ser la más bonita
Y me pregunto cual será mi propia
belleza
Ábreme la puerta desde dentro,
cuélame en tus entrañas
Buenazo entregado y humillado me
seduces (bis)
Oooo enséñame a bailar contigo
Oooo apriétame sin miedo en tu
abrazo
Oooo cada guiño tuyo hace que
sonreír sea mi ilusión
Ábreme la puerta desde dentro,
cuélame en tus entrañas
Buenazo entregado y humillado me
seduces (bis)
Y yo te canto a ti, mi Pobre Loco
Del santo evangelio según san Lucas (16,19-31):
En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:«Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba cada día. Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que caía de la mesa del rico. Y hasta los perros venían y le lamían las llagas. Sucedió que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán. Murió también el rico y fue enterrado. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritando, dijo: “Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas”. Pero Abrahán le dijo: “Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado. Y, además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que los que quieran cruzar desde aquí hacia vosotros no puedan hacerlo, ni tampoco pasar de ahí hasta nosotros”. Él dijo: “Te ruego, entonces, padre, que le mandes a casa de mi padre, pues tengo cinco hermanos: que les dé testimonio de estas cosas, no sea que también ellos vengan a este lugar de tormento”. Abrahán le dice: “Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen”. Pero él le dijo: “No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a ellos, se arrepentirán”. Abrahán le dijo: “Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerán ni aunque resucite un muerto”».
Estás aquí
Oigo una voz.
Me llama por mi nombre.
Empieza como un susurro,
Pero se repite una y otra vez.
Cada vez más fuerte.
Ya no puedo ignorarla más ,
Y busco de dónde viene.
“Tengo sed.
Tengo sed.
Dame de beber,
Ayúdame,
Te necesito.
Aunque sea las migas.
Tengo hambre,
Tengo sed.”
No la encuentro.
¿Quién tiene sed?
Aquí todos están bien.
No hay nadie con problemas,
Nadie me necesita.
Puedo seguir a lo mío, ¿no?
La vuelvo a escuchar.
“Ayúdame”.
De verdad que no veo nada,
No veo moribundos,
No veo a nadie herido,
No veo pobres sin ropa,
No veo muertos de hambre,
No veo…
Es que no veo.
Pero no veo absolutamente nada.
Y cuando digo nada, es nada,
Y mucho menos a nadie.
Algo me dice que no me estoy enterando de nada.
Que el problema está en mis ojos y no en lo que tengo a mi alrededor,
Que estoy buscando esa voz donde no es,
Porque busco lejos, cuando en realidad está aquí.
Delante de mis narices.
En este chico que tengo a mi derecha,
En esta niña que tengo delante,
En mi compañero de trabajo,
En mi padre,
En mi madre,
En mis hermanos,
En mis amigos.
Y estoy tan ciega que no veo.
No veo sus heridas,
No veo sus problemas,
No veo que me necesitan,
No veo que me necesitas tú en ellos.
Jesús, necesito abrir los ojos.
Necesito quitarme esta venda que me impide ver.
Dejar de buscar dónde no voy a encontrar,
Dejar de llenar mi corazón vacío con cosas vacías.
Ayúdame a darme cuenta,
De que esa voz está aquí.
De que todas las respuestas están aquí.
De que cualquier solución está aquí.
De qué Tú, estás aquí.
Me he hecho tantas preguntas
Intentando entender
Me he lanzado a buscarte
Sin saberte ver
Me he asomado al abismo
Me he atrevido a saltar y caer
Y un huracán romperá el cielo desde mi garganta
Gritándote donde estas cuando me haces falta
Y me han dado respuestas
Pero no se que hacer
He prometido seguirte sin entender
Y hay un eco en lo hondo que me empuja hacia ti
Y aunque sea sin sentirte te buscaré
Y un huracán romperá el cielo desde mi garganta
Gritándote donde estas cuando me haces falta x2
Estoy aquí, en el silencio
Estoy aquí, en este viento
Estoy aquí, soy este trozo de pan
Estoy aquí, en tu lamento
Estoy aquí, en ese eco
Estoy aquí, soy este trozo de pan
Y un huracán romperá el cielo desde mi garganta
Gritándote donde estas cuando me haces falta (x4)
Y tu huracán romperá el cielo desde mi garganta
Gritándome cuanto me haces falta
Por tu Iglesia, que te espera a oscuras,
por tu pueblo que te reza aguardando
la aurora.
Te rogamos, te rogamos.
Por las naciones paganas,
que tienen sed de ti sin saberlo.
Ten piedad, ten piedad.
Por los pueblos oprimidos por el
totalitarismo
y la opresión de la mentira.
Por aquellos perseguidos por tu
nombre, que se ocultan para orar
y aquellos extraídos de su hogar.
Por sus perseguidores,
cegados por el odio,
“Perdónales, Padre,
no saben lo que hacen.”
Por los que no nos aman,
por los que no sabemos amar.
Por los que sufren y agonizan
y hoy duermen en el hospital.
Por los que es su última noche
y cuyos ojos no verán el nuevo día.
Ten piedad, ten piedad.
Por todos los que sufren la tentación
del suicidio,
por los dispuestos a dejar ganar al
mal.
Por aquellos cuyas noches son
interminables,
y a los que la angustia
les ha quitado la paz.
Kyrie Eleison, Kyrie Eleison.
Kyrie Eleison, Kyrie Eleison,
Kyrie Eleison.
Por aquellos que trabajan en la
prostitución
y se ven obligados a vender su amor.
Por los que caen en la trampa
del vicio y las drogas.
Por los que hoy duermen en prisión,
por los que hoy esperan su ejecución,
por aquellos a los que torturan,
Por criminales, por los ladrones,
por los que erran en soledad,
por los que sufren
la indiferencia de los demás.
Kyrie Eleison, Kyrie Eleison.
Por la ciudad,
por todos sus habitantes,
que en sus sueños solo existas Tú.
Por nuestros difuntos que aún no han
visto tu Rostro,
por los alejados entre la multitud.
Por los niños que descansan en el
seno de su madre,
por las mujeres que van a dar a luz.
Para que reine tu paz en cada hogar,
por los que quieren
saciar tu sed de amar.
Kyrie Eleison, Kyrie Eleison.
Kyrie Eleison, Kyrie Eleison,
Kyrie Eleison.
Ten piedad (x10)
Ten piedad, Señor, ten piedad.
Quiero alabarte sin parar
todos los días.
Que tu presencia sea el anhelo
de mi vida.
Yo quiero hacer tu voluntad.
Señor yo te quiero agradar.
Y quiero darte
siempre el primer lugar.
Yo quiero darte
siempre el primer lugar.
Si tu eres el rey.
El rey de mi vida.
El número uno en mi corazón.
A ti yo te rindo todo lo que soy.
Si tu eres el rey.
El rey de mi vida.
El número uno en mi corazón.
A ti yo te rindo todo lo que soy.
Quiero adorarte sin parar
todos los días.
Que tu presencia sea el anhelo
de mi vida.
Yo quiero hacer tu voluntad.
Señor yo te quiero agradar.
Y quiero darte
siempre el primer lugar.
Yo quiero darte
siempre el primer lugar.
Si tu eres el rey.
El rey de mi vida.
El número uno en mi corazón.
A ti yo te rindo todo lo que soy.
Si tu eres el rey.
El rey de mi vida.
El número uno en mi corazón.
A ti yo te rindo todo lo que soy.
Llévame contigo a todos lados,
que pueda dormir tranquilo bajo tu
preciso manto
Llévame contigo, no me sueltes de la mano,
Y que cuando sienta frío, note tu
cálido abrazo.
Llévame contigo, a donde quieras,
Y es que no hay mayor consuelo que
una madre que te quiera y que algún
día pudiera, al Cielo ir por tu escalera
Y entender que contigo Madre
querida, valió la pena
Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir cion humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú el mejor regalo de mi Dios
Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir con humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú Madre de Hakuna y mi corazón.