Deseo o desheo

🗓 17 de septiembre de 2024


Ven espíritu ven

Ven Espíritu ven,
y llénanos Señor
con tu preciosa unción. (x2)

Purifícanos y lávanos
renuévanos, restáuranos Señor
con tu poder
purifícanos y lávanos
renuévanos, restáuranos Señor
te queremos conocer.


Qué bien se está cuando se está bien

Que bien se está cuando se está bien,
Tú me lo has enseñado,
Y tengo prisa en amarte.
Que bien se está contigo. (X2)

Amando, adorándote Señor,
riendo, sirviendo con amor,
Consolado en mi interior.

Arrodillado ante ti,
ante el hermano,
ante Cristo disfrazado el que sufre en soledad.

Arrodillado ante los pobres de las
Calcutas de mi ciudad,
Ante los pobres que visten a la moda,
Pobres de falsedad.
Arrodillado ante universitarios,
sedientos de amor.

Que bien se está cuando se está bien,
Tú me lo has enseñado,
Y tengo prisa en amarte.
Que bien se está contigo.

Quiero que me gustes más, Señor, Que me atraigas Tú,
Que me seduzcas,
Que me enamores Tú.

Que resultes irresistible,
Que seas mi único tesoro,
Tú, El más bello de los hombres.

Arrodillado ante los pobres de las Calcutas de mi ciudad,
Ante los pobres que visten a la moda, Pobres de falsedad.
Arrodillados antes universitarios, sedientos de amor.

Que bien se está cuando se está bien
Tú me lo has enseñado, Señor
y tengo prisa en amarte
Que bien se está contigo.

No olvidare tus cinco palabras,
“a mí me lo hicisteis”.
Gracias porque puedo confiar
en Ti, Señor,
Mi Dios.

Que bien se está cuando se está bien
Tú me lo has enseñado,
y tengo prisa en amarte.
Que bien se está contigo (x2)


Sencillamente

Creo, sencillamente
quiero disfrutar de
la serenidad del creer.
Desligar el creer del sentir,
creo, mi Dios, ¡y basta!

Te creo en tus Misterios
sin entenderlos
te creo en mí y en el Pan Blanco,
en el prójimo y en la Creación,
sin verte en ningún lado.

Creo, Señor, sencillamente
Porque creer es confiar
¡Cómo me gusta creerte
sintiendo dudas,
sintiendo dudas,
sintiendo dudas!

Digo que eres Amor
escucho que soy tu amado
no siento y qué más da,
¡te quiero y eso basta!

Amo, Señor, sencillamente
porque amar es entregarse
¡Cómo me gusta amarte
estando frío,
estando frío,
estando frío!

Espero en tu Palabra,
vivo en tu Promesa,
¡gozo en Ti lo que aún me falta!

Espero, Señor, sencillamente
porque esperar es descansar
¡Cómo me gusta esperarte
sintiendo miedo,
sintiendo miedo,
sintiendo miedo!

Creo, amo, espero
cómo me gusta seguirte
sintiendo dudas
estando frío
sintiendo miedo
cómo me gusta
cómo me gusta

¡Creerte, amarte y esperarte!
Sigo sencillamente.


Evangelio

Del santo Evangelio según S. Marcos (8, 27-35):

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesarea de Filipo; por el camino, preguntó a sus discípulos:
«¿Quién dice la gente que soy yo?»

Ellos le contestaron:
«Unos, Juan Bautista; otros, Elías; y otros, uno de los profetas».

Él les preguntó:
«Y vosotros, ¿quién decís que soy?»

Pedro le contestó:
«Tú eres el Mesías».

Y les conminó a que no hablaran a nadie acerca de esto.

Y empezó a instruirlos:
«El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser reprobado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar a los tres días».

Se lo explicaba con toda claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo. Pero él se volvió y, mirando a los discípulos, increpó a Pedro:
«¡Ponte detrás de mí, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!».

Y llamando a la gente y a sus discípulos, y les dijo:
«Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga. Porque, quien quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará. Pues ¿de que le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma?».



Me sobrepasa

Tú me sondeas y me conoce s, cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso,

Todas mis sendas te son familiares, conoces mis palabras.
Me estrechas, me cubres con tu palma.
Tanto saber me sobrepasa.


¿Adónde iré lejos de tu aliento,
adónde escaparé de tu mirada?
Allí estás tú, allí te encuentro.

Si vuelo hasta el margen de la aurora,
si emigro hasta el confín del mar,
Alli me alcanzará tu mano izquierda,
O tu derecha me agarrará.

Más si digo: «Que al menos la tiniebla me encubra, que la luz se haga noche en torno a mí»
La noche es clara como el dia.
La tiniebla no es oscura para ti

Tu has creado mis entrañas,
en el seno materno me tejiste.
Te doy gracias.

¿Adónde iré lejos de tu aliento,
adónde escaparé de tu mirada?
Allí estás tú, allí te encuentro.


Bendito

Bendito sea Dios, su santo nombre
Bendito Jesucristo, Dios de carne
Bendita creación que enmoró a su Creador
Bendito deseado y deseante

Bendito sea Dios su ardiente corazón
Su preciosa sangre, su presencia
apasionada en el altar
Bendito el Espíritu libre y amante
Bendita la Madre de Dios, José, los
ángeles, los santos
Bendito Cristo entre nosotros:
¡¡su familia!!

Uuuuuuuuuuuuu
Que da la vida
¡¡Bendito sea Dios que da la Vida!!


Madre de Hakuna

Llévame contigo a todos lados,
que pueda dormir tranquilo bajo tu
preciso manto
Llévame contigo, no me sueltes de la mano,
Y que cuando sienta frío, note tu
cálido abrazo.

Llévame contigo, a donde quieras,
Y es que no hay mayor consuelo que
una madre que te quiera y que algún
día pudiera, al Cielo ir por tu escalera
Y entender que contigo Madre
querida, valió la pena

Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir cion humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú el mejor regalo de mi Dios

Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir con humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú Madre de Hakuna y mi corazón.