Padre pon tu Espíritu sobre mí,
aquí estoy, aquí me tienes.
Gracias por la vida,
Que la viva siendo todo yo
Que la viva siendo todo yo
Todo libre,
todo entregado,
todo Tú,
todo dado,
todo alegre,
todo amante,
todo amado,
todo arrodillado,
todo hijo,
todo hermano,
todo padre,
todo disfrutón,
todo mariano,
todos por todos,
que viva todo,
con toda el alma.
Quiero poder cerrarte en un
paréntesis de brazos,
entrelazando los míos con los tuyos
Quiero crear contigo un círculo sin
afueras
incluir en el movimiento al mundo
entero
Y prestarte mi cuerpo para ese abrazo
eterno
Invítame a entrar en ese abrazo y
aprendiz en esta escuela
Dejando la indiferencia viviré de
rodillas y abrazado
Dejando las diferencias viviré de
rodillas y abrazando
Quiero apretarte en el vientre de tu
madre aún no nacido,
siendo hombre ensangrentado y
crucificado
Quiero abrazarte en la blanca Hostia y
en la vida que me has dado
En el sufriente y en quien tengo al
lado.
Siendo siempre Tú, prójimo y
necesitado.
Invítame a entrar en ese abrazo y
aprendiz en esta escuela
Dejando la indiferencia viviré de
rodillas y abrazado
Dejando las diferencias viviré de
rodillas y abrazando
Dejando la indiferencia viviré de
rodillas y abrazado
Dejando las diferencias viviré de
rodillas y abrazando
Cuando se cumplieron los días de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo varón primogénito será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones».
Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo.
Y cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo acostumbrado según la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:
«Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel».
Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo y dijo a María, su madre:
«Este ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de contradicción -y a ti misma una espada te traspasará el alma-, para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones».
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, ya muy avanzada en años. De joven había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones noche y día. Presentándose en aquel momento, alababa también a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén.
Y, cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño, por su parte, iba creciendo y robusteciéndose, lleno de sabiduría; y la gracia de Dios estaba con él.
VOZ EN OFF
Aguardaba el consuelo de Israel.
Aguardaba.
Aguarda.
Esperar.
Creer.
Esperar.
Consuelo.
Una promesa.
¿A qué espero?
Promesas, espero a las promesas que se me han hecho…
Promesas, vivo de la espera del cumplimiento de múltiples promesas que se me han hecho explícitamente o implícitamente a lo largo de mi vida…
Se me ha prometido la alegría y la paz de muchas maneras: se exitoso en la vida y gánate el respeto (en el barrio o en los despachos) y hallarás la felicidad. Gana dinero y tendrás poder de consumir todo; o consume de todo, verás que la vida se ve mejor. Emancipate de todo, se una persona hecha a ti misma, independiente, empoderado y entonces serás libre y hallarás la plenitud. Adquiere virtudes, entonces vivirás rectamente y serás bueno y respetable.
Promesas, muchas promesas hechas al aire..
Y aun más, promesas implícitas en mis relaciones, constitutivas de ellas.
Mis padres, promesas de un origen y un hogar desde donde poder crecer y al que siempre poder volver.
Mis amigos, promesas de ser custodios aún en las adversidades.
Mi novia, promesa de caminar juntos y visitarnos los infiernos.
Mi mujer, promesa de un amor exclusivo y total.
Promesas verdaderas, promesas genuinas,promesas hechas con sinceridad, promesas buenas, promesas que a sangre y sudor querrán ser cumplidas. Promesas que quieren asegurarme el futuro, mi felicidad, mi vida…
Y vivo a la espera del cumplimiento de las promesas. Pasan los años y descubro aquellas que eran baldías, pero otras las voy gozando y disfrutando.
Y aun así, siento que mi corazón espera, espera porque no es colmado…
Mi corazón espera, y descubre que ya hay una Promesa, y que solo un Dios tendria el poder real de asegurar una Promesa, y que ese Dios es su Dios, y que la Promesa es Él mismo…
Espero, y vivo, porque ya es el cumplimiento de esta Promesa, y quiero Vivir esperando y viviendo en ella, y en ella, ver cumplidas todas las promesas, aún las rotas.
Jesús, Promesa del Padre, que sólo te aguarde a Ti, que viva ya según la Única Promesa asegurada, la única promesa con Poder de asegurar la Vida.
Que en medio de mis tinieblas y turbulencias solo espere en Ti, y encuentre así el consuelo, porque aquí, aún veladamente, mis ojos han visto a Su Salvador…
Aguardo.
Te espero.
Basta de preguntarse por la vida,
basta de quererla comprender,
tan solo has de meterte en ella
y descubrirte en la grandeza
de su sencillez.
En un beso, una caricia,
en el agua por los pies,
en el olor de unas tostadas,
la mirada de un bebé.
Sal de ti, que todo te afecte,
ríe, duerme, sufre siente,
¿no te das cuenta? Vive el presente.
Es tan sencillo, tan sencillo
que el hombre no es capaz
de soportar.
Basta con vivir con toda el alma,
basta con creer en ese Pan.
Basta de compararse con el otro,
basta de no amarse en el caer,
tan solo has de ser tú
y si me dejas, me volverás a ver.
En la canción de una sonrisa,
en las arrugas de la piel,
en el blanco de la nieve,
en el hambre y en la sed.
Sal de ti, que todo te afecte,
llora, quiere, grita, calla,
¿no te das cuenta? La vida pasa.
Es tan sencillo, tan sencillo
que el hombre no es capaz
de soportar.
Basta con vivir con toda el alma,
basta con creer en ese Pan.
Son los fracasos de una
vida entregada
sin los límites del tiempo
y del espacio,
lo que irá transformando
tu existencia
en una plenitud enamorada.
Es tan sencillo, tan sencillo
que el hombre no es capaz
de soportar.
Basta con vivir con toda el alma,
basta con creer en ese Pan.
Es tan sencillo, tan sencillo
que todo un Dios parezca
ser un pan.
Que nuestro Dios se haga
aquí presente
convirtiendo el ahora
en toda la eternidad.
La Bendición y la Gloria, la Sabiduría,
la Acción de Gracias y el Poder,
la Honra y toda la Fortaleza
¡¡Tuyas son, Bendito Dios!!
¡¡Tuyas son, Bendito Dios!!
¡¡Para siempre, Amén , Amén!!
(Vino x2)
Llévame contigo a todos lados,
que pueda dormir tranquilo bajo tu
preciso manto
Llévame contigo, no me sueltes de la mano,
Y que cuando sienta frío, note tu
cálido abrazo.
Llévame contigo, a donde quieras,
Y es que no hay mayor consuelo que
una madre que te quiera y que algún
día pudiera, al Cielo ir por tu escalera
Y entender que contigo Madre
querida, valió la pena
Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir cion humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú el mejor regalo de mi Dios
Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir con humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú Madre de Hakuna y mi corazón.