Padre pon tu Espíritu sobre mí,
aquí estoy, aquí me tienes.
Gracias por la vida,
Que la viva siendo todo yo
Que la viva siendo todo yo
Todo libre,
todo entregado,
todo Tú,
todo dado,
todo alegre,
todo amante,
todo amado,
todo arrodillado,
todo hijo,
todo hermano,
todo padre,
todo disfrutón,
todo mariano,
todos por todos,
que viva todo,
con toda el alma.
Te amo rey
Y levanto mi voz
Para adorar
Y gozarme en tí
Regocijate
Escucha mi rey
Que sea un dulce sonar
Para tí
Te amo rey
Y levanto mi voz
Para adorar
Y gozarme en ti
Regocijate
Escucha mi rey
Que sea un dulce sonar
Para tí
Te amo rey
Y levanto mi voz
Para adorar
Y gozarme en ti
Regocijate
Escucha mi rey
Que sea un dulce sonar
Para tí
En aquel tiempo, Jesús, instruyendo al gentío, les decía: «¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplio ropaje y que les hagan reverencias en la plaza, buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las viudas y aparentan hacer largas oraciones. Esos recibirán una condenación más rigurosa.» Estando Jesús sentado enfrente del tesoro del templo, observaba a la gente que iba echando dinero; muchos ricos echaban mucho; se acercó una viuda pobre y echó dos monedillas, es decir, un cuadrante. Llamando a sus discípulos, les dijo: «En verdad os digo que esta viuda pobre ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero ésta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir.»
VOF EN OFF
Sentado observabas, y veías más que el resto. Observabas y escuchabas, y eras capaz de ver la gracia detrás del otro, capaz de escuchar al Padre en lo concreto. Miras a los escribas y sufres. Viven sin Ti, decididos a no escucharte, ensordecidos por el mundo, encerrados en ellos mismos.
Miras a la viuda y gozas. Ella no se guarda nada, tiene el alma ligera, vive en abertura. Y Tú ves en dos monedas mucho más que dinero: verdadera entrega, una mujer dejándose querer, sabiéndose sostenida por la Bondad de Tu Padre.
Ahora me toca a mí Señor. Me miras y, ¿qué ves? Me dejo mirar por Ti, hasta en los rincones más escondidos. Te abro mis entrañas, sin recelo. Mírame, miremos juntos. ¿Qué vemos? ¿Qué ves?
¿Dónde tengo el corazón? ¿Dónde guardo mis riquezas? Señor, libérame. Quisiera confiar más, como la viuda. Descansar en Ti, Tu Providencia. Pero aún no siempre te escucho, aún me gana muchas veces el frenesí del mundo.
Libérame, Cristo mío. Muera ya este yo, y viva en mí otro que es más que yo y para mí mejor que yo, para que yo le pueda servir. Él viva y me dé vida; Él reine, y sea yo su cautiva, que no quiere mi alma otra libertad.
Señor, libérame. Libera mis ojos, mis manos, mis oídos, mi boca. Libera mis amistades y relaciones. Libérame de tal manera que me sepa siempre un mimado, protegido por este Padre. Libérame, dame la fuerza para hacerme tuyo, para hacer tu voluntad. Haz que mi riqueza seas Tú, que salga a abrazarte en el otro, que jamás me encierre en el yo. Haz que sepa con certeza que jamás me soltarás.
Libérame, Cristo mío, que quiero hacerte muy feliz.
Deseo ser la luz que ilumine,
Deseo ser la sal que de sabor,
Deseo ser el trigo que sí muere,
Deseo ser el manantial de tu calor.
Deseo ser un niño manso, humilde de
corazón, ser siempre el último y no el
primero, ser escándalo para el mundo
Cargar sobre mis hombros la oveja
perdida, ir mar adentro y echar las
redes en tu nombre, y que no se
pierda nadie.
Deseo la fiesta del pecador que se
convierte, ser pescador de hombres,
prender fuego que arda el mundo,
dar de comer a multitudes
Deseo ir al mundo entero y anunciar
el evangelio
Deseo ser el compás de tus latidos,
Cantar, volar, asaltar el cielo,
Hasta desear como deseas Tú.
(BIS)
Deseo no tener donde reclinar la cabeza,
Deseo no ser servido sino servir,
Deseo tomar mi cruz de cada día;
Dejar hermanos, casas y tierras por ti.
Deseo amar al enemigo,
respetarle hasta perder mi vida,
y así reencontrarla,
a tu lado en lo más alto.
Deseo ver tu rostro Señor,
no servir a nadie más que a ti;
y alcanzar la vida eterna,
entrando por la estrecha puerta.
Deseo ser uno, Como el Padre y Tú
sois uno con todos los hombres,
Estar borracho de su espíritu,
y ser tan bueno como el Padre.
Alegrarme pues mi nombre,
Está en el Libro de los Cielos.
Deseo ser el compás de tus latidos,
cantar volar asaltar el cielo,
Hasta desear como deseas Tú. (X4)
Quiero encontrarte
Quiero contarte mis planes, hacerte reir.
Quiero maravillarme
Quiero saber mirarte en la puesta de Sol
Quiero lo que Tú quieras
Quiero la fuerza que tienes para conquistar
Y a veces tengo vértigo,
no consigo apreciar
que sobran las palabras,
Basta con suspirar.
(x2)
Quiero entregarme
Quiero un mar de ilusiones poder navegar
Quiero abrirte la puerta
Quiero dejar que Tú seas la luz que hay en mí.
Y a veces tengo vértigo,
no consigo apreciar
que sobran las palabras,
basta con suspirar.
(x2)
Lerelerelerelere
lerelerelere
que sobran las palabras,
Basta con suspirar.
Y a veces tengo vértigo,
no consigo apreciar
que sobran las palabras,
basta con suspirar.
(x2)
Llévame contigo a todos lados,
que pueda dormir tranquilo bajo tu
preciso manto
Llévame contigo, no me sueltes de la mano,
Y que cuando sienta frío, note tu
cálido abrazo.
Llévame contigo, a donde quieras,
Y es que no hay mayor consuelo que
una madre que te quiera y que algún
día pudiera, al Cielo ir por tu escalera
Y entender que contigo Madre
querida, valió la pena
Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir cion humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú el mejor regalo de mi Dios
Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir con humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú Madre de Hakuna y mi corazón.