Adviento o me han engañado

🗓 19 de diciembre de 2023


Dime niño

Dime niño, de quién eres
Todo vestidito de blanco
Soy de la virgen María
Y del Espíritu Santo (x2)


La mula

Tengo que andar con cuidado, piensa la mula,
pues llevo sobre mí
a María y al Niño,
aún no sé como es (lara lala),
mas pronto nacerá (lara lala),
tengo que darme prisa
y encontrar un lugar.

San José va preocupado, pues hace frío,
la noche es muy oscura
y va a nacer el Niño.
María le consuela (lara lala)
y le dice a José (lara lala)
"Verás como esta noche
estaremos los tres."

¡Qué suerte tengo!, piensa la mula,
voy a correr,
voy a correr,
conozco un sitio donde quizás pueda nacer.
Venid pastores, id preparando, aquel lugar, aquel lugar,
pedid ayuda dentro de nada van a llegar.

Tengo que darle mi aliento, pues hace frío,
Mientras con la mirada, no lo deja un momento.
Es un niño precioso (lara, lala)
Nunca vi cosa igual (lara, lala)
Que milagro tan grande, en un pobre portal.

¡Qué suerte tengo!, piensa la mula,
voy a correr,
voy a correr,
conozco un sitio donde quizás pueda nacer.
Venid pastores, id preparando, aquel lugar, aquel lugar,
pedid ayuda dentro de nada van a llegar. (X2)


Evangelio

Del santo evangelio según san Juan (1, 6-8. 19-28)

Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: este venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz.

Y este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a que le preguntaran: «¿Tú quién eres?». Él confesó y no negó; confesó: «Yo no soy el Mesías». Le preguntaron: «¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?». Él dijo: «No lo soy». «¿Eres tú el Profeta?». Respondió: «No». Y le dijeron: «¿Quién eres, para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?». Él contestó: «Yo soy la voz que grita en el desierto: “Allanad el camino del Señor”, como dijo el profeta Isaías». Entre los enviados había fariseos y le preguntaron: «Entonces, ¿por qué bautizas si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?». Juan les respondió: «Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia». Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde Juan estaba bautizando.



Noche de paz

Noche de paz, noche de Amor,
claro sol brilla ya
y los ángeles cantando están,
gloria a Dios, gloria al rey celestial.
Duerme el Niño Jesús, duerme el Niño Jesús.

Noche feliz de Navidad,
viene Dios a salvar.
Noche Buena que alumbra el Amor,
el misterio escondido de Dios.
Duerme el Niño Jesús, duerme el Niño Jesús.

Noche de Dios, noche de paz,
esplendor inmortal,
luz eterna en la noche brilló,
es la gloria del Hijo de Dios.
Duerme el Niño Jesús, duerme el Niño Jesús.


Arde

Arde, con fuerza en este frío,
con todo el alma en vilo
buscando una razón.

Tiemblan, los Muros de esta celda,
que no pueden ni intentan
Contener su corazón.

Brazos, cerrándose en abrazos,
de un padre que dio tanto
de un hijo que murió.

Lloran, reyes y tronos lloran,
ante un hombre en la sombra,
rezándole a sus Dios.

La mira, y al verla el mundo gira.
Y en un solo segundo,
al cielo estremeció.

Besa, donde ella pisa él besa.
Secándose las lágrimas
al pedirle perdón.

Alza, un paso al firme al alba.
Ejércitos se apartan
ante su convicción.

Siente, el peso que le viene.
Pero nada detiene
su sencilla decisión.

Duerme, tranquilo el niño duerme
sufre porque no puede
darle algo mejor.

Calla, y en el silencio grita.
Se le traspasa el alma.
Sufre su condición.

Un te quiero mudo en un silencio acogedor.
Un humilde carpintero duerme en brazos a su Dios.

Un te quiero mudo en un silencio acogedor.
Un humilde carpintero mira a los ojos a Dios.

Sonríe, tranquilo al fin sonríe.
Y en un último aliento
hizo llorar a Dios.

(CHICOS)
Un te quiero mudo en un silencio acogedor.
Un humilde carpintero duerme en brazos a su Dios.

Un te quiero mudo en un silencio acogedor.
Un humilde carpintero mira a los ojos a Dios.


Adeste fideles

Adeste, fideles, laeti, triumphantes,
Venite, venite in Bethlehem:
Natum videte Regem Angelorum:

Venite adoremus, venite adoremus
Venite adoremus Dominum.

En grege relicto, humiles ad cunas,
vocatis pastores approperant.
Et nos ovanti gradu festinemus.

Venite adoremus, venite adoremus
Venite adoremus Dominum.

Aeterni Parentis splendorem aeternum,
Velatum sub carne videbimus
Delum Infantem, pannis involutum.

Venite adoremus, venite adoremus
Venite adoremus Dominum.

Pro nobis egenum et foeno cubamtem,
Piis foveamus amplexibus:
Sic nos amantem quis nos redamaret?

Venite adoremus, venite adoremus
Venite adoremus Dominum.


La Virgen sueña caminos

La Virgen sueña caminos, está a la espera
La Virgen sabe que el niño, está muy cerca
De Nazaret a Belén hay una senda
Por ella van los que creen, en las promesas

Los que soñáis y esperáis, la buena nueva
Abrid las puertas al Niño, que está muy cerca
El Señor, cerca está; él viene con la paz
El Señor cerca está; él trae la verdad

En estos días del año, el pueblo espera
Que venga pronto el Mesías, a nuestra tierra
En la ciudad de Belén, llama a las puertas
Pregunta en las posadas, y no hay respuesta

Los que soñáis y esperáis, la buena nueva
Abrid las puertas al Niño, que está muy cerca
El Señor, cerca está; él viene con la paz
El Señor cerca está; él trae la verdad

La tarde ya lo sospecha: está alerta
El sol le dice a la luna, que no se duerma
A la ciudad de Belén, vendrá una estrella
Vendrá con todo el que quiera, cruzar fronteras

Los que soñáis y esperáis, la buena nueva
Abrid las puertas al Niño, que está muy cerca
El Señor, cerca está; él viene con la paz
El Señor cerca está; él trae la verdad