Abrir los ojos en fiestas y trabajos

🗓 1 de noviembre de 2022


Ven espíritu ven

Ven Espíritu ven,
y llénanos Señor
con tu preciosa unción. (x2)

Purifícanos y lávanos
renuévanos, restáuranos Señor
con tu poder
purifícanos y lávanos
renuévanos, restáuranos Señor
te queremos conocer.


El Cielo Aguarda

Llenas todo en silencio
Cristo transfigurado,
y nuestros latidos suenan
divinizados

Un instante se abre,
a un presente sin tiempo,
¡no cabe, no cabe en la razón!

Llévanos a ser luz, a ser sal.
De la mano de María, llévanos a dar.

¡Que el Cielo aguarda!
¡el Cielo aguarda!
a que en Tu Nombre
amemos al hombre
y, con tu mirada,
veamos cada corazón.
El Cielo aguarda.


Que el Cielo aguarda,
el Cielo aguarda,
porque se oyen
desde lo alto
nuestras plegarias.
El rumor de una revolución.
El Cielo aguarda.


Vamos, Señor, al mundo
sediento de Tu presencia.
Cien mil van como uno
para ofrecerla.

Nuestras voces son eco,
de una misma promesa,
¡no cabe, no cabe en la razón!

Llévanos a ser luz, a ser sal.
De la mano de María, llévanos a dar.

¡Que el Cielo aguarda!
¡El Cielo aguarda!
a que en Tu Nombre
amemos al hombre
y, con tu mirada,
veamos cada corazón.
El Cielo aguarda.


¡Que el Cielo aguarda!
¡El Cielo aguarda!
porque se oyen
desde lo alto
nuestras plegarias.
El rumor de una revolución.
El Cielo aguarda.
El Cielo aguarda.


Evangelio

Del santo evangelio según san Lucas (19, 1-10)

En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó e iba atravesando la ciudad. En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura. Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque tenía que pasar por allí. Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y le dijo: «Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa». Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento. Al ver esto, todos murmuraban diciendo: «Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador». Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor: «Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más». Jesús le dijo: «Hoy ha sido la salvación de esta casa, pues también este es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido».

Voz en On

Voz en onDicen que cada día es distinto,Aunque a veces parecen todos iguales.Cambian las caras,Cambian los tiempos,Siempre distintas preocupaciones,Distintas situaciones,Distintos planes,Pero parece que me he acostumbrado también a eso.Ya nada brilla,Ya nada es nuevo.Porque todo pasa fuera,¿Pero dentro?Dentro no pasa nada.Dentro todo está yerto.Dormido.Apagado.Ausente.Es mi corazón, Jesús,Que ha olvidado ya cómo vivir.Que entre tantas vueltas por fuera,Ha terminado enredándose por dentro.Y ahora sólo es un nudo.Un nudo cada vez más apretado,Que no siente,Que no se inmuta,Que no deja pasar el aire.Y ya todo parece igual.¿Por dónde salgo?¿Por dónde suelto?Me muevo.Tiro y aflojo.Subo y bajo.Corro, corro más rápido.Sin mirar atrás.Huyo.Me alejo.Lejos, ¡cada vez más lejos!Y cuando no puedo más,Cuando paro porque me falta el aliento,Pasas Tú.Y yo casi no me lo creo.Estabas ahí,Pasando por delante de mí una y otra vez,Y yo no había sido capaz de verte.En esa amiga que ha venido a verme,En ese otro que me ha escrito un mensaje.También estabas en el silencio de mi habitación,O entre el ruido de la fiesta del otro día.Has pasado muchas veces,Sin que yo hiciera nada.Y por fin te he visto Jesús.Al parar te he visto.Y por fin he podido escuchar tu voz:“Date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa”.¡Necesario!No sabes cuanto.¡Quédate conmigo Jesús!Ven y desenrédame.Ven y sálvame.Porque tú sabes mirar por dentro,Y ahí puedes ver que sin ti estaba perdido.


Tu rostro

Tu conoces cada uno de mis gestos
Las palabras que quisiera pronunciar
Tu me estechas en tus brazos si tropiezo
Y me pierdo en medio de la oscuridad

No te olvidas de ninguno de mis sueños
Y a tu lado se hacen todos realidad

Buscaré tu rostro señor
Todos los deseos se hacen uno entre los dos
Buscare tu rostro señor
No hay amor más grande que el amor

Tu le das una respuesta a mis preguntas
Y me llenas el camino de tu paz
No hay barrera que no sabe con tu ayuda
No hay un cielo que no pueda conquistar

Que poco es una vida para darla
Que corta es junto a ti la eternidad

Buscaré tu rostro señor
Todos los deseos se hacen uno entre los dos
Buscaré tu rostro señor
No hay amor más grande que el amor

Buscaré tu rostro señor
Todos los deseos se hacen uno entre los dos
Buscaré tu rostro señor
No hay amor más grande que el amor

Buscaré tu rostro señor
Todos los deseos se hacen uno entre los dos
Buscaré tu rostro señor
No hay amor más grande que el amor

Buscaré tu rostro señor
Todos los deseos se hacen uno entre los dos
Buscaré tu rostro señor
No hay amor más grande que el amor


Noche

Por tu Iglesia, que te espera a oscuras,
por tu pueblo que te reza aguardando
la aurora.
Te rogamos, te rogamos.
Por las naciones paganas,
que tienen sed de ti sin saberlo.
Ten piedad, ten piedad.

Por los pueblos oprimidos por el
totalitarismo
y la opresión de la mentira.
Por aquellos perseguidos por tu
nombre, que se ocultan para orar
y aquellos extraídos de su hogar.
Por sus perseguidores,
cegados por el odio,
“Perdónales, Padre,
no saben lo que hacen.”

Por los que no nos aman,
por los que no sabemos amar.
Por los que sufren y agonizan
y hoy duermen en el hospital.
Por los que es su última noche
y cuyos ojos no verán el nuevo día.
Ten piedad, ten piedad.

Por todos los que sufren la tentación
del suicidio,
por los dispuestos a dejar ganar al
mal.
Por aquellos cuyas noches son
interminables,
y a los que la angustia
les ha quitado la paz.

Kyrie Eleison, Kyrie Eleison.
Kyrie Eleison, Kyrie Eleison,
Kyrie Eleison.


Por aquellos que trabajan en la
prostitución
y se ven obligados a vender su amor.
Por los que caen en la trampa
del vicio y las drogas.
Por los que hoy duermen en prisión,
por los que hoy esperan su ejecución,
por aquellos a los que torturan,
Por criminales, por los ladrones,
por los que erran en soledad,
por los que sufren
la indiferencia de los demás.

Kyrie Eleison, Kyrie Eleison.

Por la ciudad,
por todos sus habitantes,
que en sus sueños solo existas Tú.
Por nuestros difuntos que aún no han
visto tu Rostro,
por los alejados entre la multitud.
Por los niños que descansan en el
seno de su madre,
por las mujeres que van a dar a luz.
Para que reine tu paz en cada hogar,
por los que quieren
saciar tu sed de amar.

Kyrie Eleison, Kyrie Eleison.
Kyrie Eleison, Kyrie Eleison,
Kyrie Eleison.


Ten piedad (x10)
Ten piedad, Señor, ten piedad.


Madre de Hakuna

Llévame contigo a todos lados,
que pueda dormir tranquilo bajo tu
preciso manto
Llévame contigo, no me sueltes de la mano,
Y que cuando sienta frío, note tu
cálido abrazo.

Llévame contigo, a donde quieras,
Y es que no hay mayor consuelo que
una madre que te quiera y que algún
día pudiera, al Cielo ir por tu escalera
Y entender que contigo Madre
querida, valió la pena

Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir cion humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú el mejor regalo de mi Dios

Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir con humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú Madre de Hakuna y mi corazón.


Bendito

Bendito sea Dios, su santo nombre
Bendito Jesucristo, Dios de carne
Bendita creación que enmoró a su Creador
Bendito deseado y deseante

Bendito sea Dios su ardiente corazón
Su preciosa sangre, su presencia
apasionada en el altar
Bendito el Espíritu libre y amante
Bendita la Madre de Dios, José, los
ángeles, los santos
Bendito Cristo entre nosotros:
¡¡su familia!!

Uuuuuuuuuuuuu
Que da la vida
¡¡Bendito sea Dios que da la Vida!!