HORA SANTA

🗓 14 de agosto de 2025


El Rey de mi vida

Quiero alabarte sin parar
todos los días.

Que tu presencia sea el anhelo
de mi vida.

Yo quiero hacer tu voluntad.
Señor yo te quiero agradar.

Y quiero darte
siempre el primer lugar.
Yo quiero darte
siempre el primer lugar.

Si tu eres el rey.
El rey de mi vida.
El número uno en mi corazón.
A ti yo te rindo todo lo que soy.

Si tu eres el rey.
El rey de mi vida.
El número uno en mi corazón.
A ti yo te rindo todo lo que soy.

Quiero adorarte sin parar
todos los días.

Que tu presencia sea el anhelo
de mi vida.

Yo quiero hacer tu voluntad.
Señor yo te quiero agradar.

Y quiero darte
siempre el primer lugar.
Yo quiero darte
siempre el primer lugar.

Si tu eres el rey.
El rey de mi vida.
El número uno en mi corazón.
A ti yo te rindo todo lo que soy.

Si tu eres el rey.
El rey de mi vida.
El número uno en mi corazón.
A ti yo te rindo todo lo que soy.


Jerusalem (Estación VIII)

Busqué sentido en cada piedra,
con lógica quise entender
por qué tu celestial Alteza
se rompió en Jerusalem.
Eres piedra donde tropieza
mi sentido y mi razón.
Martirio de un corazón,
que mira al cielo y reza.

Ojalá algún día pudiera
entender tu decisión,
de abrazarte a esa madera
y hacerla trono de tu Amor.

Quiero besarte las heridas
y ser el bálsamo de tu dolor.
Que por una vez tu caricia
me vuelva loca de amor.
Estaba sola y llena de reproches,
no había consuelo en mi corazón.
Y al cruzar nuestras miradas,
sentí tu perdón.

Mi dolor en tu flaqueza
encontró a su salvador.
Y estas lágrimas deshechas
hoy se encuentran con su Dios.

¿Por qué abrazas tu dolor?
¿Por qué te dejaste llevar?
¿Por qué al morir en una cruz
compraste mi libertad
¿Por qué lo hiciste Jesús?

¿Por qué abrazas tu dolor?
¿Por qué te dejaste llevar?
¿Por qué al morir en una cruz
compraste mi libertad?
¿Por qué lo hiciste Jesús?


Evangelio

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«No temas, pequeño rebaño, porque vuestro Padre ha tenido a bien daros el reino.

Vended vuestros bienes y dad limosna; haceos bolsas que no se estropeen, y un tesoro inagotable en el cielo, adonde no se acercan los ladrones ni roe la polilla. Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.

Tened ceñida vuestra cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los hombres que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame.

Bienaventurados aquellos criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; en verdad os digo que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y, acercándose, les irá sirviendo.

Y, si llega a la segunda vigilia o a la tercera y los encuentra así, bienaventurados ellos.

Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, velaría y no le dejaría abrir un boquete en casa.

Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre».

Pedro le dijo:

«Señor, ¿dices esta parábola por nosotros o por todos?».

Y el Señor dijo:

«¿Quién es el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para que reparta la ración de alimento a sus horas?

Bienaventurado aquel criado a quien su señor, al llegar, lo encuentre portándose así. En verdad os digo que lo pondrá al frente de todos sus bienes.

Pero si aquel criado dijere para sus adentros: “Mi señor tarda en llegar”, y empieza a pegarles a los criados y criadas, a comer y beber y emborracharse, vendrá el señor de ese criado el día que no espera y a la hora que no sabe y lo castigará con rigor, y le hará compartir la suerte de los que no son fieles.

El criado que, conociendo la voluntad de su señor, no se prepara ni obra de acuerdo con su voluntad, recibirá muchos azotes; pero el que, sin conocerla, ha hecho algo digno de azotes, recibirá menos.

Al que mucho se le dio, mucho se le reclamará; al que mucho se le confió, más aún se le pedirá».

(Lc 12, 32-48)


Mirada

Mirada creadora creando,
la del salvador salvando.
Mirada de la Comunión,
amando

Mirada de misericordia
del amor crucificado,
mirada que penetra en mi alma,
un fuego abrasador.

Enséñame, ¡Oh Trinidad!,
cómo es tu libre mirada.
Enséñame, ¡Oh Trinidad!,
Pues es la más bella y preciada,
la más pura de amor.


Mirada de verdad sincera,
mirada de Rey que reina,
Mirada que envuelve mi vida
y purifica
Mirada del principio y fin
Mirada del Resucitado
Mirada que deslumbra con su luz
Y al cegar sana

Enséñame, ¡Oh Trinidad!,
cómo es tu libre mirada.
Enséñame, ¡Oh Trinidad!,
Pues es la más bella y preciada,
la más pura de amor.


Perdóname si cuando miro
miro sin mirar,
si estos ojos que me diste
no saben amar.
sólo veo cuerpos
solo veo humanidad
pero me pierdo, mi Señor,
toda divinidad.

Enséñame, ¡Oh Trinidad!,
cómo es tu libre mirada.
Enséñame, ¡Oh Trinidad!
Pues es la más bella y preciada,


Enséñame, ¡Oh Trinidad!,
cómo es tu libre mirada.
Enséñame, ¡Oh Trinidad!,
Si es la más bella y preciada,
la más pura de amor,
la más pura de amor.


Resucitados

Enséñame a abrazar
Mi cruz, Señor
A no escandalizarme
De todas mis heridas
Así me has hecho Tú
Así me amas, mi Dios

Enséñame a abrazar
Tu voluntad, Señor
Si no puedo apartar
El cáliz de mi realidad
Renuncio a mi plan
Acojo Tu verdad

Quiero ser, ser lavado
Ser curado, y quiero
Morir a mí mismo

Enséñame a abrazar
Mi condición, Señor
No puedo dar la talla
No soy suficiente
Quiero dejar de hacer
Para dejarme amar por Ti

Quiero ser, ser lavado
Ser curado, y quiero
Morir a mí mismo

Y quiero estar arrodillado
Quiero vaciarme
Y, en el fondo, siento
Que no soy valorado
Estoy herido
Soy rechazado
Soy pecado

Pero, soy amado
Soy aceptado
Soy rescatado
No soy esclavo

Quiero ser, ser lavado
Ser curado, y quiero
Morir a mí mismo
Y quiero estar arrodillado
Quiero vaciarme
Quiero vivir como
Resucitado, resucitado
Resucitado, resucitado

Quiero ser, ser lavado
Ser curado, y quiero
Morir a mí mismo

Y quiero estar arrodillado
Quiero vaciarme
Quiero vivir como
Resucitado


Bendito

Bendito sea Dios, su santo nombre
Bendito Jesucristo, Dios de carne
Bendita creación que enmoró a su Creador
Bendito deseado y deseante

Bendito sea Dios su ardiente corazón
Su preciosa sangre, su presencia
apasionada en el altar
Bendito el Espíritu libre y amante
Bendita la Madre de Dios, José, los
ángeles, los santos
Bendito Cristo entre nosotros:
¡¡su familia!!

Uuuuuuuuuuuuu
Que da la vida
¡¡Bendito sea Dios que da la Vida!!


Madre de Hakuna

Llévame contigo a todos lados,
que pueda dormir tranquilo bajo tu
preciso manto
Llévame contigo, no me sueltes de la mano,
Y que cuando sienta frío, note tu
cálido abrazo.

Llévame contigo, a donde quieras,
Y es que no hay mayor consuelo que
una madre que te quiera y que algún
día pudiera, al Cielo ir por tu escalera
Y entender que contigo Madre
querida, valió la pena

Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir cion humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú el mejor regalo de mi Dios

Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir con humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú Madre de Hakuna y mi corazón.