
Ven Espíritu ven,
y llénanos Señor
con tu preciosa unción. (x2)
Purifícanos y lávanos
renuévanos, restáuranos Señor
con tu poder
purifícanos y lávanos
renuévanos, restáuranos Señor
te queremos conocer.
Hoy quiero, Señor, ponerlo todo en tu presencia,
darme hasta gastarme contigo y por Ti, hoy.
Hoy quiero, Señor, ponerlo todo ante tu puerta
Para en todo amarte y servir.
Enciéndeme y déjame arder donde haga falta,
enciéndeme y déjame ser tu luz,
y así poder llevarte hasta todas las almas,
saciar la sed que tienes Tú desde la cruz.
Hoy quisiera madre, poner todo en tu presencia,
darme hasta gastarme, decirle que sí,
hoy te pido madre, que dejes mi puerta abierta,
para en todo amarle y servir.
Enciéndeme y déjame arder donde haga falta,
enciéndeme y déjame ser tu luz,
y así poder llevarte hasta todas las almas,
saciar la sed que tienes Tú desde la cruz.
Del santo Evangelio según S. Lucas (17, 11-19):
Una vez, yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaría y Galilea. Cuando iba a entrar en una ciudad, vinieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían:
«Jesús, maestro, ten compasión de nosotros».
Al verlos, les dijo:
«Id a presentaros a los sacerdotes».
Y sucedió que, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se postró a los pies de Jesús, rostro en tierra, dándole gracias.
Este era un samaritano.
Jesús, tomó la palabra y dijo:
«¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?».
Y le dijo:
«Levántate, vete; tu fe te ha salvado»
Buenas noches Jesús,
Hoy venía con miles de cosas pesadas en el corazón.
Muchos por qués, preguntas, peticiones, incluso alguna queja. Quería pedir perdón, y solicitar tu ayuda. Quería pensar en mi semana, y organizar mis ideas. Quería hablarte de aquel problema, y ver cómo mejorar aquello otro
Pero…después de escucharte en este Evangelio, sólo quiero una única cosa.
Hoy, ahora, sólo quiero, como el leproso, postrarme a tus pies y darte gracias.
Nunca lo digo, pero gracias.
Gracias por este cuerpo, que a veces rechazo. Gracias por moldearlo a medida, y dejar tus huellas en él.
Gracias incluso por lo que no me gusta, por lo que cambiaría.
Gracias por estos ojos, que aunque no siempre saben mirar bien, ahora pueden verte.
Gracias por esta boca, que a veces uso para la mentira, para la crítica, para la queja. Gracias porque, aún asi, dejas que te coma con ella.
Gracias por el mundo que me rodea, que grita el nombre de su creador. Gracias porque te muestras en él. Gracias por pintar cada día un cielo distinto, y regalármelo por entero. Gracias por la melodía de los pájaros, en los que canta tu voz. Gracias por el mar, que ruge alabándote. Gracias por las montañas, talladas a medida. Gracias por el sol, que me habla de tu calor. Gracias porque todo lo hiciste para mí. Gracias porque me haces capaz de admirarlo.
Gracias todas estas personas que me rodean. Gracias porque me acompañan ahora, me acercan a ti con su oración silenciosa, aunque a muchos ni siquiera los conozco, ni les voy a conocer. Gracias porque puedo rezar junto a ellos. Gracias por cada uno.
Gracias por hacerte carne, para entender lo que es ser hombre. O mejor, para que yo entienda lo que es ser hombre mirándote.
Gracias por vivir lo que yo vivo, sufrir lo que yo sufro, disfrutar lo que yo disfruto. Gracias por enseñarme a vivir. Gracias por llevar a la gloria esta carne.
Gracias porque… ¡te hiciste pan! Gracias por dejar que ahora esté junto a ti. Gracias por no conformarte con mirarme desde el Cielo.
Gracias por elegir el alimento más sencillo, por ser fruto de la tierra, del trabajo del hombre, y de la mano de tu Padre.
Gracias por mi historia, por tejerla cada día.
Gracias por acompañarme hasta en los senderos más oscuros.
Gracias por esperarme a la vuelta de cada esquina.
Gracias incluso por cada herida, por la que permites que entre la luz.
Gracias porque ahora, sea como sea, estoy aquí.
Gracias.
Gracias.
Gracias.
Por tu Iglesia, que te espera a oscuras,
por tu pueblo que te reza aguardando
la aurora.
Te rogamos, te rogamos.
Por las naciones paganas,
que tienen sed de ti sin saberlo.
Ten piedad, ten piedad.
Por los pueblos oprimidos por el
totalitarismo
y la opresión de la mentira.
Por aquellos perseguidos por tu
nombre, que se ocultan para orar
y aquellos extraídos de su hogar.
Por sus perseguidores,
cegados por el odio,
“Perdónales, Padre,
no saben lo que hacen.”
Por los que no nos aman,
por los que no sabemos amar.
Por los que sufren y agonizan
y hoy duermen en el hospital.
Por los que es su última noche
y cuyos ojos no verán el nuevo día.
Ten piedad, ten piedad.
Por todos los que sufren la tentación
del suicidio,
por los dispuestos a dejar ganar al
mal.
Por aquellos cuyas noches son
interminables,
y a los que la angustia
les ha quitado la paz.
Kyrie Eleison, Kyrie Eleison.
Kyrie Eleison, Kyrie Eleison,
Kyrie Eleison.
Por aquellos que trabajan en la
prostitución
y se ven obligados a vender su amor.
Por los que caen en la trampa
del vicio y las drogas.
Por los que hoy duermen en prisión,
por los que hoy esperan su ejecución,
por aquellos a los que torturan,
Por criminales, por los ladrones,
por los que erran en soledad,
por los que sufren
la indiferencia de los demás.
Kyrie Eleison, Kyrie Eleison.
Por la ciudad,
por todos sus habitantes,
que en sus sueños solo existas Tú.
Por nuestros difuntos que aún no han
visto tu Rostro,
por los alejados entre la multitud.
Por los niños que descansan en el
seno de su madre,
por las mujeres que van a dar a luz.
Para que reine tu paz en cada hogar,
por los que quieren
saciar tu sed de amar.
Kyrie Eleison, Kyrie Eleison.
Kyrie Eleison, Kyrie Eleison,
Kyrie Eleison.
Ten piedad (x10)
Ten piedad, Señor, ten piedad.
Tú, el Único Rey que tiene que reinar
El Único Señor al que voy a alabar
Hoy levanto el corazón al que lo conquistó
Simplemente porque Tú eres Dios
Quiero ponerte por encima de todo
En cada momento sentarte en el trono
Que tu alabanza esté siempre en mi boca
Y reconocer que Tú eres Dios
Que alabarte a Ti, Señor,
Sea siempre lo primero
Fijo mi mirada en el cielo
Tú, el Único Rey que tiene que reinar
El Único Señor al que voy a alabar
Hoy levanto el corazón al que lo conquistó
Simplemente porque Tú eres Dios
Y a Ti, toda la alabanza,
Todo el poder y el honor,
Toda la gloria al Señor
Y a Ti, toda la alabanza,
Todo el poder y el honor,
Toda la gloria al Señor
Y a Ti, toda la alabanza,
Todo el poder y el honor,
Toda la gloria al Señor
Y a Ti, toda la alabanza,
Todo el poder y el honor,
Toda la gloria al Señor
Tú, el Único Rey que tiene que reinar
El Único Señor al que voy a alabar
Hoy levanto el corazón al que lo conquistó
Simplemente porque Tú eres Dios
Tú, el Único Rey que tiene que reinar
El Único Señor al que voy a alabar
Hoy levanto el corazón al que lo conquistó
Simplemente porque Tú eres Dios
Llévame contigo a todos lados,
que pueda dormir tranquilo bajo tu
preciso manto
Llévame contigo, no me sueltes de la mano,
Y que cuando sienta frío, note tu
cálido abrazo.
Llévame contigo, a donde quieras,
Y es que no hay mayor consuelo que
una madre que te quiera y que algún
día pudiera, al Cielo ir por tu escalera
Y entender que contigo Madre
querida, valió la pena
Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir cion humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú el mejor regalo de mi Dios
Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir con humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú Madre de Hakuna y mi corazón.