Un sí a todo riesgo

🗓 11 de abril de 2025


Convocados

Convocados por el Padre
A formar una asamblea
En un solo lugar
Para hacer de todos Uno

Convocados por el Hijo
A celebrar su Pascua
El misterio del Señor
Muerto y resucitado

Convocados por el Espíritu
Que nos prepara
Manifiesta su presencia
Realiza el misterio
Y nos pone en comunión

Gracias (libres)
Gracias (vivos)
Gracias (nuevos)
Salvador del mundo

Gracias (libres)
Gracias (vivos)
Santos por su Cruz
Nuevos por su Resurrección


Señor ten piedad

Señor ten piedad,
perdóname Señor,
Señor, ten piedad


Cristo apiádate,
de este mundo apiádate
Cristo, ten piedad


Perdónanos,
Tú que sanas límpianos,
Señor, ten piedad


Consagración

La Bendición y la Gloria, la Sabiduría,
la Acción de Gracias y el Poder,
la Honra y toda la Fortaleza


¡¡Tuyas son, Bendito Dios!!
¡¡Tuyas son, Bendito Dios!!
¡¡Para siempre, Amén , Amén!!
(Vino x2)


Ofertorio

(Pan:)
Bendito, seas por siempre
Bendito, seas por siempre
Bendito, seas por siempre
Señor (x2)


(Vino:)
Bendito, seas por siempre
Bendito, seas por siempre
Bendito, seas por siempre
Señor (x2)


(Sacerdote: “Orad, hermanos,
para que este sacrificio, mío y vuestro,
sea agradable a Dios, Padre
todopoderoso.”)


(Pueblo: )
Que reciba el Señor de tus manos
Este sacrificio para la alabanza y
gloria de su Nombre
Para nuestro bien y el de toda su
Santa Iglesia
Para nuestro bien y el de toda su
Santa Iglesia


Santo (antiguo)

Santo es, santo es, el Señor Dios del
universo
Santo es, santo es, el Señor Dios del
universo


Llenos están el Cielo y la Tierra de tu
gloria, hosanna en el Cielo
Bendito el que viene, en el nombre
del Señor hosanna, en lo más alto


Santo es, santo es, el Señor Dios del
Universo
Santo es, santo es, el Señor Dios del
Universo


Cordero de Dios

Cordero de Dios,
Tú que quitas el Pecado,
ten Piedad, ten Piedad de nosotros

Cordero de Dios,
Tú que quitas el Pecado,
ten Piedad, ten Piedad de nosotros

Cordero de Dios,
Tú que quitas el Pecado,
danos, danos tu Paz


Un segundo

Si por un segundo vieras cómo te miro
Cuando duermes, cierras los ojos, yo ahí sigo
Se me cae la baba, imposible no mirar
No quiero dejar de hacerlo, no lo intentes imaginar

Si por un segundo vieras cómo te escucho
Cada ruido, cada palabra, y cuando no hablas mucho
Y hables o estés callado, solo me importa si estás
En mi amor cabe el silencio, cabe hablar y mucho más

Reviento de amor, estoy temblando de gozo
Te como con la mirada, estás aquí y no estás solo
Cada lágrima, cada risa, en mi memoria se han grabado
Cada detalle de tu cuerpo y de tu alma fueron pensados
No creo que aguante más contenerme aquí detrás
Quiero entrar, hacerte mío, curar tu herida si me la das
Si por un segundo vieras cómo te miro
No querrías ver nada más

Si por un segundo vieras cuánto te amo
Yo solo sé entregarme, aunque sea en vano
Y tiemblo al imaginar cuando llegues al cielo
Costará respirar en el abrazo que nos daremos

Si por un segundo vieras lo que hay por llegar
Lo que aguarda escondido, casualidades sin azar
Lo sueño tantas veces, en cada don, ¿qué puedo hacer?
Tú recibes mi regalo, al cielo miras, agradece

Reviento de amor, estoy temblando de gozo
Te como con la mirada, estás aquí y no estás solo
Cada lágrima, cada risa, en mi memoria se han grabado
Cada detalle de tu cuerpo y de tu alma fueron pensados
No creo que aguante más contenerme aquí detrás
Quiero entrar, hacerte mío, curar tu herida si me la das
Si por un segundo vieras como te miro
No querrías ver nada más

Reviento de amor y estoy temblando de gozo
Hay tanta locura en este amor que no controlo
Pierde tu vida, recibirás la eternidad
La alegría de ser esclavo, esclavo de mi libertad
Si por un segundo vieras cómo te miro
No querrías ver nada más


Bendita sea tu pureza

Bendita sea Tu Pureza,
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea en
tan graciosa belleza.

A Ti Celestial Princesa,
Virgen Sagrada María,
te ofrezco en este día: alma,
vida y corazón.

Mírame con compasión,
No me dejes Madre mía.
(Bis)

Bendita, sea Tu Pureza,
bendita, sea Tu Pureza,
no me dejes, (oh, no, no)
no me dejes, (oh, no, no)
Madre mía.

Bendita sea Tu Pureza,
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea en
tan graciosa belleza.

A Ti Celestial Princesa,
Virgen Sagrada María,
te ofrezco en este día: alma,
vida y corazón.

Mírame con compasión,
No me dejes Madre mía.
(Bis)

Bendita, sea Tu Pureza,
bendita, sea Tu Pureza,
no me dejes, (oh, no, no)
no me dejes, (oh, no, no)
Madre mía.

Madre mía... Madre mía


Ven espíritu ven

Ven Espíritu ven,
y llénanos Señor
con tu preciosa unción. (x2)

Purifícanos y lávanos
renuévanos, restáuranos Señor
con tu poder
purifícanos y lávanos
renuévanos, restáuranos Señor
te queremos conocer.


Arde

Arde, con fuerza en este frío,
con todo el alma en vilo
buscando una razón.

Tiemblan, los Muros de esta celda,
que no pueden ni intentan
Contener su corazón.

Brazos, cerrándose en abrazos,
de un padre que dio tanto
de un hijo que murió.

Lloran, reyes y tronos lloran,
ante un hombre en la sombra,
rezándole a sus Dios.

La mira, y al verla el mundo gira.
Y en un solo segundo,
al cielo estremeció.

Besa, donde ella pisa él besa.
Secándose las lágrimas
al pedirle perdón.

Alza, un paso al firme al alba.
Ejércitos se apartan
ante su convicción.

Siente, el peso que le viene.
Pero nada detiene
su sencilla decisión.

Duerme, tranquilo el niño duerme
sufre porque no puede
darle algo mejor.

Calla, y en el silencio grita.
Se le traspasa el alma.
Sufre su condición.

Un te quiero mudo en un silencio acogedor.
Un humilde carpintero duerme en brazos a su Dios.

Un te quiero mudo en un silencio acogedor.
Un humilde carpintero mira a los ojos a Dios.

Sonríe, tranquilo al fin sonríe.
Y en un último aliento
hizo llorar a Dios.

(CHICOS)
Un te quiero mudo en un silencio acogedor.
Un humilde carpintero duerme en brazos a su Dios.

Un te quiero mudo en un silencio acogedor.
Un humilde carpintero mira a los ojos a Dios.


Evangelio

Del santo Evangelio según S. Juan (8, 1-11):

En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo, y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba.

Los escribas y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio, y, colocándola en medio, le dijeron:
«Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?».

Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo.

Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo:
«El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra».

E inclinándose otra vez, siguió escribiendo.

Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos, Y quedó solo Jesús, con la mujer en medio, que seguía allí delante.

Jesús se incorporó y le preguntó:
«Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado?».

Ella contestó:
«Ninguno, Señor».

Jesús dijo:
«Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más».


Voz en off

Dadles vosotros de comer.

La base de tu milagro, Jesús, está en el compartir.
No creas los panes y los peces de la nada, sino que obras a partir de lo que algunos comparten.
Preguntas: ¿Cuántos panes hay?
Los discípulos rebuscan entre la multitud y encuentran siete panes y algunos peces.
¿Qué es eso para cinco mil? No es nada. Pero a Ti te basta.
Me pongo en el lugar de los dueños de esos panes. Los discípulos les piden que compartan lo que tienen para sí. Parece una propuesta sin sentido, Jesús. ¿Por qué privarles de lo que han traído de casa, sobre todo, cuando no es suficiente para saciar a todos? Humanamente es ilógico. Pero no lo es Ti.
Gracias a ese pequeño gesto de generosidad de entregar lo que tienen, Tú sacias a todos.
Me estás diciendo que puedes hacer mucho con lo poco que yo pueda poner a tu disposición. Y no te estás refiriendo solo a lo material, para nada, sino más bien a mi tiempo, a mis cualidades, a mis talentos…, aunque sean pequeños y dejen mucho que desear. Aunque no sean nada. Da igual. Con eso, Tú saciarás el hambre de muchas almas.
Cuánto me cuesta entender esto.
Entender que no son mis talentos o mi esfuerzo lo que sacia, sino tú a través de mi generosidad. A través de mi amor. Entender que no son mis palabras las que sanan a un amigo, sino que te basta el amor que pongo en ellas para actuar, aunque sean torpes. Entender que no es la perfecta ejecución de una canción lo que da paz a un corazón que la escucha, sino que te basta la generosidad con que la canto para actuar en muchos corazones, aunque salga regular. Y podría seguir poniendo ejemplos hasta el infinito…
Te encanta actuar así: haces grandes cosas a partir de pequeñas cosas que te entregamos gratuitamente.
¿Qué te traigo hoy, Jesús? ¿Qué te ofrezco para que puedas actuar?
¿Cómo voy a organizar mi verano para entregarte panes y peces con los que puedas actuar?


Dime Padre

Dime Padre,
¿qué podemos hacer?
Tus hijos se pierden
y no entiendo por qué.

Dime Padre,
cada día se alejan más
y de verdad que no he hecho nada mal
pero curan sus heridas con lo que no les curará.

Les di el mandamiento del Amor,
me crucificaría mil veces más,
pero ellos huyen de su Creador
y de su eterna felicidad.

Y es que los hemos hecho tan libres
que a veces me duele pensar
que este don y este regalo
lo utilicen para el mal.

Dime Padre,
cómo a nuestra familia reunir.
Les ofrecemos la eternidad,
pero prefieren huir.

Dime Padre,
cómo ablandar su corazón,
cómo quitar esta coraza
formada por el dolor.

Si supieran cuánto les amamos,
si superan que todo tiene un por qué,
dime Padre cómo sus almas acoger.

Si supieran que ahora somos dependientes
de que nuestra creación nos quiera,
nuestro único deseo
es que sus almas estén llenas.

Dime Padre,
cómo les explicamos
que son
lo que más amamos.

Dime Padre, cómo les guiamos
a aquello que les completa
si es que se refugian en falsas metas.
Y nos destroza verles odiarse,
verles odiarse con tanta fuerza.

Dime Padre,
cómo parar este dolor.
Quiero que me quieran
pero no es su obligación.

Les miro con mis ojos,
llenos de compasión
y te aseguro que acepto
cualquier tipo de perdón.

Solo nos queda esperar
a que escuchen nuestra voz,
que vean las puertas abiertas
de este Cielo acogedor.

Que siempre serán bienvenidos
a los brazos de este Corazón,
que solo quiere verlos unidos
en la tierra con su Salvador.

Y me hago Pan pero no me ven,
me cuelo en sus pensamientos pero no me ven,
me meto en sus entrañas una y otra vez,
lloro todos los días pero no me ven.

Dime Padre, qué puedo hacer.
Tus hijos se pierden y se alejan
y me da miedo que no sepan volver.
(INTERLUDIO)

Papá, ¿dejarán de llorar?
Espero que estos caminos vacíos
se puedan solucionar.

Esperaré hasta el último segundo
para volverlo a intentar.
No me rendiré,
quiero a tus hijos de verdad.

No ven que el Bien ya ha vencido,
que la serpiente que les hace temblar
ya la ha pisado mi Madre,
¡Solo tienen que mirarme y vivirán!


Soy Libre (Estación XV)

Mi mejor amigo decidió morir por mí,
cargó con mi castigo para que yo
pudiera vivir.
No viniste a juzgarme, me viniste a
salvar.
Y ahora lo que más quieres es que yo
me deje amar.
Abrázame, hoy me dejo querer.

Todos mis pecados arden
en el fuego de tu amor.
Y siempre que yo me caiga
Tú me levantarás.


Coronado con espinas, vestido de
dolor,
en tu último suspiro mi mundo se
apagó.
Pero al tercer día, un gran ruido se
escuchó,
fueron ángeles cantando: ¡Jesús
resucitó!
Oh abrázame, hoy me dejo querer.

Todos mis pecados arden
en el fuego de tu amor.
Y siempre que yo me caiga
Tú me levantarás.

Quiero volver a nacer en ti,
quiero volver a nacer en ti,
quiero volver a nacer en ti,
¡Ahora soy libre! ¡Ahora soy libre!
¡Porque tú me haces libre!

Todos mis pecados arden
en el fuego de tu amor.



Madre de Hakuna

Llévame contigo a todos lados,
que pueda dormir tranquilo bajo tu
preciso manto
Llévame contigo, no me sueltes de la mano,
Y que cuando sienta frío, note tu
cálido abrazo.

Llévame contigo, a donde quieras,
Y es que no hay mayor consuelo que
una madre que te quiera y que algún
día pudiera, al Cielo ir por tu escalera
Y entender que contigo Madre
querida, valió la pena

Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir cion humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú el mejor regalo de mi Dios

Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir con humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú Madre de Hakuna y mi corazón.