Ven Espíritu ven,
y llénanos Señor
con tu preciosa unción. (x2)
Purifícanos y lávanos
renuévanos, restáuranos Señor
con tu poder
purifícanos y lávanos
renuévanos, restáuranos Señor
te queremos conocer.
Porque tengo miedo de mi mismo,
Porque no disfruto hoy de cada minuto,
Porque quería ser de un modo distinto,
Porque vivo siempre lo que haré.
Tanta cosa para motivarme,
Basta ya de maltratarme.
Dime Padre porque no me quiero,
Solo tu aprecio mata mi desprecio.
Hazme oír lo que te gusto,
Que vea que me miras con pasión,
Que a nadie quieres tanto como a mí,
Soy Pasión de Dios.
Me dicen que huya de mi debilidad
Tú me dices que permanezca en ella
Me valoran por éxitos y perfección,
Tú disfrutas conmigo tal y como soy.
Débil, enfermo y en pecado,
Impuro, impotente y quebradizo.
Solo así descubro cómo me amas,
Solo así descubro cómo me quieres.
Hazme oír lo que te gusto,
Que vea que me miras con pasión,
Que te recreas en mi belleza,
Que soy la niña de tus ojos,
Que a nadie quieres tanto como a mí,
Eres mi Padre, y ¡enloqueces!
Que a nadie quieres tanto como a mí,
Soy Pasión de Dios.
Con la furia del mar, y la solidez de la roca
Con el ímpetu de la tormenta,
la fuerza del vendaval
Con esa misma contundencia
tú me dices:
Tú eres mío, tú eres mío
Hazme oír lo que te gusto,
Que vea que me miras con pasión,
Que te recreas en mi belleza,
Que soy la niña de tus ojos,
Que a nadie quieres tanto como a mí,
Eres mi Padre, y ¡enloqueces!
Que a nadie quieres tanto como a mí,
Soy Pasión de Dios.
En aquel tiempo, Jesús bajó del monte con los Doce, se paró en una llanura con un grupo grande de discípulos y una gran muchedumbre del pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón.Él, levantando los ojos hacia sus discípulos, les decía: «Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados.Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis.Bienaventurados vosotros cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían vuestros padres con los profetas.Pero ¡ay de vosotros, los ricos, porque ya habéis recibido vuestro consuelo!¡Ay de vosotros, los que estáis saciados, porque tendréis hambre!¡Ay de los que ahora reís, porque haréis duelo y lloraréis!¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que vuestros padres hacían con los falsos profetas».
En aquel tiempo, Jesús bajó del monte con los Doce, se paró en una llanura con un grupo grande de discípulos y una gran muchedumbre del pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón.Él, levantando los ojos hacia sus discípulos, les decía: «Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados.Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis.Bienaventurados vosotros cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían vuestros padres con los profetas.Pero ¡ay de vosotros, los ricos, porque ya habéis recibido vuestro consuelo!¡Ay de vosotros, los que estáis saciados, porque tendréis hambre!¡Ay de los que ahora reís, porque haréis duelo y lloraréis!¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que vuestros padres hacían con los falsos profetas».
Solo te quiero a ti
Olvidándome de todo
Tratando de no sentir
El miedo de estar solo
Un rugir en el cielo
Hizo temblar tus velas
Cuando cayendo pude,
Ser viento para ellas
Y ahora sí,
Me atrevo aún a pedir
Aunque sea por mi
Mírame
Mírame
Como solías hacer
Con esa complicidad
Del hijo que va a pedir
Ayúdame papa
Solo te quiero a ti
Y una mirada basta
Mi huracán de amor
Borro todas tus faltas
Uniendo en un instante
El cielo y la tierra.
Convirtiendo el dolor
En trono de grandeza.
Dejando entrar el sol,
Por una estrecha puerta,
Toque tu corazón y me lleve la niebla.
Y ahora sí,
Me atrevo aún a pedir
Aunque sea por mi
Mírame
Mírame
Como solías hacer
Con esa complicidad
Del hijo que va a pedir
Ayúdame papa
Que amar no es sentir,
Amar es dejarse ir
Y aquella noche yo
Me dejaba ir por ti
Y ahora sí,
Me atrevo aún a pedir
Aunque sea por mi
Mírame
Mírame
Como solías hacer
Con esa complicidad
Del hijo que va a pedir
Ayúdame papa
Qué fácil es caer una, dos y tres veces
llevando una gran cruz sobre ti.
En el punto más oscuro te levantaste
y caminaste:
¿Qué pensaste para seguir hasta el
final?
¿Por qué, mi Cristo roto, sigues?
¿Por qué cuando te desprecian tú
aprecias?
¿Por qué cuando no se puede, Tú sí
puedes?
¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?
Qué fácil es caer una, dos y tres veces
llevando una gran cruz sobre ti.
Levantabas al hombre caído,
hacías nuevas todas las cosas,
nos dices así a todos: “Yo he venido
para servir”.
¿Por qué, mi Cristo roto, sigues?
¿Por qué cuando te desprecian tú
aprecias?
¿Por qué cuando no se puede, Tú sí
puedes?
¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?
Yo quiero llevar tu cruz (X7)
Por tu Iglesia, que te espera a oscuras,
por tu pueblo que te reza aguardando
la aurora.
Te rogamos, te rogamos.
Por las naciones paganas,
que tienen sed de ti sin saberlo.
Ten piedad, ten piedad.
Por los pueblos oprimidos por el
totalitarismo
y la opresión de la mentira.
Por aquellos perseguidos por tu
nombre, que se ocultan para orar
y aquellos extraídos de su hogar.
Por sus perseguidores,
cegados por el odio,
“Perdónales, Padre,
no saben lo que hacen.”
Por los que no nos aman,
por los que no sabemos amar.
Por los que sufren y agonizan
y hoy duermen en el hospital.
Por los que es su última noche
y cuyos ojos no verán el nuevo día.
Ten piedad, ten piedad.
Por todos los que sufren la tentación
del suicidio,
por los dispuestos a dejar ganar al
mal.
Por aquellos cuyas noches son
interminables,
y a los que la angustia
les ha quitado la paz.
Kyrie Eleison, Kyrie Eleison.
Kyrie Eleison, Kyrie Eleison,
Kyrie Eleison.
Por aquellos que trabajan en la
prostitución
y se ven obligados a vender su amor.
Por los que caen en la trampa
del vicio y las drogas.
Por los que hoy duermen en prisión,
por los que hoy esperan su ejecución,
por aquellos a los que torturan,
Por criminales, por los ladrones,
por los que erran en soledad,
por los que sufren
la indiferencia de los demás.
Kyrie Eleison, Kyrie Eleison.
Por la ciudad,
por todos sus habitantes,
que en sus sueños solo existas Tú.
Por nuestros difuntos que aún no han
visto tu Rostro,
por los alejados entre la multitud.
Por los niños que descansan en el
seno de su madre,
por las mujeres que van a dar a luz.
Para que reine tu paz en cada hogar,
por los que quieren
saciar tu sed de amar.
Kyrie Eleison, Kyrie Eleison.
Kyrie Eleison, Kyrie Eleison,
Kyrie Eleison.
Ten piedad (x10)
Ten piedad, Señor, ten piedad.
Bendito sea Dios, su santo nombre
Bendito Jesucristo, Dios de carne
Bendita creación que enmoró a su Creador
Bendito deseado y deseante
Bendito sea Dios su ardiente corazón
Su preciosa sangre, su presencia
apasionada en el altar
Bendito el Espíritu libre y amante
Bendita la Madre de Dios, José, los
ángeles, los santos
Bendito Cristo entre nosotros:
¡¡su familia!!
Uuuuuuuuuuuuu
Que da la vida
¡¡Bendito sea Dios que da la Vida!!
Llévame contigo a todos lados,
que pueda dormir tranquilo bajo tu
preciso manto
Llévame contigo, no me sueltes de la mano,
Y que cuando sienta frío, note tu
cálido abrazo.
Llévame contigo, a donde quieras,
Y es que no hay mayor consuelo que
una madre que te quiera y que algún
día pudiera, al Cielo ir por tu escalera
Y entender que contigo Madre
querida, valió la pena
Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir cion humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú el mejor regalo de mi Dios
Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir con humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú Madre de Hakuna y mi corazón.