Padre pon tu Espíritu sobre mí,
aquí estoy, aquí me tienes.
Gracias por la vida,
Que la viva siendo todo yo
Que la viva siendo todo yo
Todo libre,
todo entregado,
todo Tú,
todo dado,
todo alegre,
todo amante,
todo amado,
todo arrodillado,
todo hijo,
todo hermano,
todo padre,
todo disfrutón,
todo mariano,
todos por todos,
que viva todo,
con toda el alma.
Vengo a gritarte los deseos
de mi corazón
porque a sus últimos repliegues
sólo tus manos llegan,
sólo
Conciénciame, Señor
Conciénciame, Señor
De ser tu amado por mí mismo
y no por mis actos
De ser no sólo deseado
sino imprescindible para ti
Mmmmmmm x3
De ser persona de tu confianza
a pesar de mi pasado
Mendigo de tu vida
de tu humanidad necesitado
De ser yo templo en que estás vivo
con infinita fuerza
De ser motivo de que Dios
se recree en mi belleza
Conciénciame, Señor
Conciénciame,
de ser el único que puede
saciar tu sed de mí
De no estar hecho para el éxito
sino para el amor
De no vivir para mí mismo
sino para la comunión
Mmmmmmm x3
De no vivir de sentimientos
sino sensibilidad
No querer cumplir mis metas
sino amar tu voluntad.
De ser uno de los llamados
a tu Revolución
De ser carne de Cristo,
cuerpo de mi Señor
Conciénciame, Señor
Conciénciame, Señooooooor
Conciénciame, Señor
Conciénciame,
de ser el único que puede
saciar tu sed de mí
En aquel tiempo, el pueblo estaba expectante, y todos se preguntaban en su interior sobre Juan si no sería el Mesías, Juan les respondió dirigiéndose a todos:
«Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, a quien no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego».
Y sucedió que, cuando todo el pueblo era bautizado, también Jesús fue bautizado; y, mientras oraba, se abrieron los cielos, bajó el Espíritu Santo sobre él con apariencia corporal semejante a una paloma y vino una voz del cielo:
«Tú eres mi Hijo, el amado; en ti me complazco».
"Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo!"
Señor conozco el fuego del que me hablas, es el fuego de tu AMOR. Un amor que arde pero que no se consume. Ese fuego que anhela mi corazón y el mundo entero.
Señor, tú hoy me pides ser esa llama, esa luz que ayuda a iluminar a este mundo. Un mundo que tanto amas y por el que tanto sufres al verse tan necesitado de tu amor.
Ayúdame Señor, a que esa llama crezca en mí y permanezca siempre viva en mi corazón y que contagie a otros para hacer arder al mundo entero.
Que esa llama llegue a mi hogar, a mi familia, a mi trabajo, a mi universidad…
Regálame la Gracia de perseverar en el camino, a no dejarme llevar por la oscuridad del mundo. Señor quiero prender y ser instrumento tuyo y que mi único anhelo sea cumplir tu Voluntad.
Que en cada momento del día que me regalas solo crezca en mí esa llama. Que logre amar al prójimo, con ese Amor del que Tú tanto hablas y que a veces se me olvida. Que me entregue a los demás como Tú te entregas en cada Eucaristía.
Te pido que arda tu Espíritu en mí, dejarme amar y así poder amar como tu.
Que enfermo corazón,
que te dice que no.
Que da hasta dos mil vueltas
sobre la razón, sufre en la fricción
entre el mundo y tu amor.
Que humano y vacío se queda el dolor
al sobrevivir, y no vivir contigo.
Soy nacido de lo alto,
resurgido en el Jordán.
Con agua y fuego me sellaste,
mi destino, la eternidad.
Ha empezado la batalla,
en cada corazón.
Los cojos corren los mudos claman:
la victoria inevitable del Amor.
Mi corazón mira hacia oriente en espera de su Salvador.
No quiero hacer esperar
a un Cielo que ha empezado ya.
Los ciegos nunca vimos tanto color
ni muertos tan vivos por amor.
Y que prometida salvación,
que ya comenzó.
En alianza a su pueblo, alianza
conmigo,
eres fiel a mí, Tú me has elegido.
Unidos Tú y yo, recorriendo el camino
y si trato de huir, o miro a otro lado
gobiernas tú mis pasos.
Soy nacido de lo alto,
resurgido en el Jordán.
Con agua y fuego me sellaste,
mi destino, la eternidad.
Ha empezado la batalla,
en cada corazón.
Los cojos corren los mudos claman:
la victoria inevitable del Amor.
Mi corazón mira hacia oriente
en espera de su Salvador.
No quiero hacer esperar
a un Cielo que ha empezado ya.
Los ciegos nunca vimos tanto color
ni muertos tan vivos por amor (x2)
Y que prometida salvación,
que ya comenzó.
En alianza a su pueblo, alianza
conmigo,
eres fiel a mí…
Mirada creadora creando,
la del salvador salvando.
Mirada de la Comunión,
amando
Mirada de misericordia
del amor crucificado,
mirada que penetra en mi alma,
un fuego abrasador.
Enséñame, ¡Oh Trinidad!,
cómo es tu libre mirada.
Enséñame, ¡Oh Trinidad!,
Pues es la más bella y preciada,
la más pura de amor.
Mirada de verdad sincera,
mirada de Rey que reina,
Mirada que envuelve mi vida
y purifica
Mirada del principio y fin
Mirada del Resucitado
Mirada que deslumbra con su luz
Y al cegar sana
Enséñame, ¡Oh Trinidad!,
cómo es tu libre mirada.
Enséñame, ¡Oh Trinidad!,
Pues es la más bella y preciada,
la más pura de amor.
Perdóname si cuando miro
miro sin mirar,
si estos ojos que me diste
no saben amar.
sólo veo cuerpos
solo veo humanidad
pero me pierdo, mi Señor,
toda divinidad.
Enséñame, ¡Oh Trinidad!,
cómo es tu libre mirada.
Enséñame, ¡Oh Trinidad!
Pues es la más bella y preciada,
Enséñame, ¡Oh Trinidad!,
cómo es tu libre mirada.
Enséñame, ¡Oh Trinidad!,
Si es la más bella y preciada,
la más pura de amor,
la más pura de amor.
Bendito sea Dios, su santo nombre
Bendito Jesucristo, Dios de carne
Bendita creación que enmoró a su Creador
Bendito deseado y deseante
Bendito sea Dios su ardiente corazón
Su preciosa sangre, su presencia
apasionada en el altar
Bendito el Espíritu libre y amante
Bendita la Madre de Dios, José, los
ángeles, los santos
Bendito Cristo entre nosotros:
¡¡su familia!!
Uuuuuuuuuuuuu
Que da la vida
¡¡Bendito sea Dios que da la Vida!!
Llévame contigo a todos lados,
que pueda dormir tranquilo bajo tu
preciso manto
Llévame contigo, no me sueltes de la mano,
Y que cuando sienta frío, note tu
cálido abrazo.
Llévame contigo, a donde quieras,
Y es que no hay mayor consuelo que
una madre que te quiera y que algún
día pudiera, al Cielo ir por tu escalera
Y entender que contigo Madre
querida, valió la pena
Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir cion humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú el mejor regalo de mi Dios
Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir con humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú Madre de Hakuna y mi corazón.