Para conectar con la vida

🗓 17 de diciembre de 2024


Ven espíritu ven

Ven Espíritu ven,
y llénanos Señor
con tu preciosa unción. (x2)

Purifícanos y lávanos
renuévanos, restáuranos Señor
con tu poder
purifícanos y lávanos
renuévanos, restáuranos Señor
te queremos conocer.


Siempre imaginé

Siempre imaginé la felicidad ligada al
poder y a la comodidad.
Siempre imaginé la felicidad ligada a
mis sueños cumplidos.
No sabía que la felicidad era así.

Miembro de un pueblo, tengo familia,
Ciudadano del cielo y de estirpe
elegida,
De nación, piedra de iglesia, que
habita en Jerusalem.

Oveja del divino redil a quien el
pastor señala y susurra:

¡Estos son mi madre y mis
hermanos, soy de tu familia,
qué bonita es, tu Iglesia!
Mmmmmmm

Siempre imaginé la felicidad ligada al
poder y a la comodidad.
Siempre imaginé la felicidad ligada a
mis sueños cumplidos.
No sabía que la felicidad está aquí:

Aquí y no allí, ahora y no mañana,
En lo que hago y no en lo que queda
por hacer,
Dentro de mí, en saber que me amas
En serte fiel y no entender o poseer.

Allí la noche es clara como el día
lugar en desde el que miras y me
susurras:

¡Cuánto te he esperado!
¡Soy de tu familia!
¡Qué bonita es tu Iglesia!

Riéndome de mi autosuficiencia,
contigo pan blanco que me susurras:

¡Sed uno, como el Padre y yo!
¡Porque soy de tu familia!
¡Qué bonita es…!
¡Estos son mi Madre y mis
hermanos!
¡Soy de tu familia!
¡Qué bonita es tu Iglesia!


Soy Libre (Estación XV)

Mi mejor amigo decidió morir por mí,
cargó con mi castigo para que yo
pudiera vivir.
No viniste a juzgarme, me viniste a
salvar.
Y ahora lo que más quieres es que yo
me deje amar.
Abrázame, hoy me dejo querer.

Todos mis pecados arden
en el fuego de tu amor.
Y siempre que yo me caiga
Tú me levantarás.


Coronado con espinas, vestido de
dolor,
en tu último suspiro mi mundo se
apagó.
Pero al tercer día, un gran ruido se
escuchó,
fueron ángeles cantando: ¡Jesús
resucitó!
Oh abrázame, hoy me dejo querer.

Todos mis pecados arden
en el fuego de tu amor.
Y siempre que yo me caiga
Tú me levantarás.

Quiero volver a nacer en ti,
quiero volver a nacer en ti,
quiero volver a nacer en ti,
¡Ahora soy libre! ¡Ahora soy libre!
¡Porque tú me haces libre!

Todos mis pecados arden
en el fuego de tu amor.



Evangelio

Del santo Evangelio según S. Lucas (3, 10-18):

En aquel tiempo, la gente preguntaba a Juan:
«¿Entonces, qué debemos hacer?».

Él contestaba:
«El que tenga dos túnicas, que comparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo».

Vinieron también a bautizarse unos publicanos y le preguntaron:
«Maestro, ¿qué debemos hacer nosotros?».

Él les contestó:
«No exijáis más de lo establecido».

Unos soldados igualmente le preguntaban:
«Y nosotros ¿qué debemos hacer?».

Él les contestó:
«No hagáis extorsión ni os aprovechéis de nadie con falsas denuncias, sino contentaos con la paga».

Como el pueblo estaba expectante, y todos se preguntaban en su interior sobre Juan si no sería el Mesías, Juan les respondió dirigiéndose a todos:
«Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, a quien no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego; en su mano tiene el bieldo para aventar su parva, reunir su trigo en el granero y quemar la paja en una hoguera que no se apaga».

Con estas y otras muchas exhortaciones, anunciaba al pueblo el Evangelio.


Voz en off

Corazón de fariseo, o corazón de publicano…
El primer hombre, habla de sí.
De su bondad comparada  a la del resto,
De lo que hacía
De lo que no hacía.
De su perfección.
Yo, yo, yo.

En cambio, el segundo, no hablaba de él.
Hablaba de Dios.
Solo de Dios.
De su necesidad.
De su pecado.
De su pobreza.

Uno se enalteció. El otro se humilló.
Y fue el humilde el que fue perdonado, acogido, amado.
Porque ante Dios no valen las apariencias.
No importan los méritos.
No impresiona la vanidad.
Lo que toca el corazón de Dios es un alma sincera.
Un corazón quebrantado.
Una oración que nace del arrepentimiento, y de la verdad.

El que se enaltece será humillado… y el que se humilla será enaltecido.

¿Cómo nos acercamos a Dios? 
¿Con orgullo disfrazado de humildad?
¿O con humildad que brota del reconocimiento de nuestra fragilidad?
¿Oramos para ser vistos por los demás, o para ser transformados?
¿Nos comparamos con el resto o nos dejamos mirar por Dios?
¿Buscamos ser servidos, o servir?

El fariseo cumplía la ley… pero su corazón estaba lejos. 
El publicano rompía la ley… pero su corazón estaba cerca.

Porque Dios no busca perfección.
Busca verdad. 
Busca corazones honrados.
Que se reconocen necesitados. 
Que se dejan amar.
Que no necesitan ser vistos por los demás.
Que entienden qué es lo verdaderamente importante.
Abandonarse a uno mismo, y poner la mirada en Él.

El que se enaltece será humillado… y el que se humilla será enaltecido.

Cuántas veces he mirado a los demás por encima del hombro. Cuántas veces me he creído superior al resto, mejor amiga, mejor novia, mejor cristiana, mejor persona…
Mejor… ¿que quién?
¿A quien quiero impresionar? ¿Por quién necesito ser vista?
Quiero serte fiel, quiero entregarme, quiero no tener la necesidad de ser mejor que nadie, sino cada día ser mejor que ayer.
Y te necesito.
Soy pecadora, a penas puedo levantar los ojos al cielo. Necesito de tu compasión, de tu bondad, de tu misericordia. Necesito de Ti, Jesús.
Que mi oración no sea discurso… sino escucha. Que no sea una exhibición… sino una entrega.


Huracán

Me he hecho tantas preguntas
Intentando entender
Me he lanzado a buscarte
Sin saberte ver
Me he asomado al abismo
Me he atrevido a saltar y caer

Y un huracán romperá el cielo desde mi garganta
Gritándote donde estas cuando me haces falta

Y me han dado respuestas
Pero no se que hacer
He prometido seguirte sin entender
Y hay un eco en lo hondo que me empuja hacia ti
Y aunque sea sin sentirte te buscaré

Y un huracán romperá el cielo desde mi garganta
Gritándote donde estas cuando me haces falta x2

Estoy aquí, en el silencio
Estoy aquí, en este viento
Estoy aquí, soy este trozo de pan
Estoy aquí, en tu lamento
Estoy aquí, en ese eco
Estoy aquí, soy este trozo de pan

Y un huracán romperá el cielo desde mi garganta
Gritándote donde estas cuando me haces falta  (x4)
Y tu huracán romperá el cielo desde mi garganta
Gritándome cuanto me haces falta


Bendito

Bendito sea Dios, su santo nombre
Bendito Jesucristo, Dios de carne
Bendita creación que enmoró a su Creador
Bendito deseado y deseante

Bendito sea Dios su ardiente corazón
Su preciosa sangre, su presencia
apasionada en el altar
Bendito el Espíritu libre y amante
Bendita la Madre de Dios, José, los
ángeles, los santos
Bendito Cristo entre nosotros:
¡¡su familia!!

Uuuuuuuuuuuuu
Que da la vida
¡¡Bendito sea Dios que da la Vida!!


Madre de Hakuna

Llévame contigo a todos lados,
que pueda dormir tranquilo bajo tu
preciso manto
Llévame contigo, no me sueltes de la mano,
Y que cuando sienta frío, note tu
cálido abrazo.

Llévame contigo, a donde quieras,
Y es que no hay mayor consuelo que
una madre que te quiera y que algún
día pudiera, al Cielo ir por tu escalera
Y entender que contigo Madre
querida, valió la pena

Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir cion humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú el mejor regalo de mi Dios

Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir con humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú Madre de Hakuna y mi corazón.