Hoy quiero, Señor, ponerlo todo en tu presencia,
darme hasta gastarme contigo y por Ti, hoy.
Hoy quiero, Señor, ponerlo todo ante tu puerta
Para en todo amarte y servir.
Enciéndeme y déjame arder donde haga falta,
enciéndeme y déjame ser tu luz,
y así poder llevarte hasta todas las almas,
saciar la sed que tienes Tú desde la cruz.
Hoy quisiera madre, poner todo en tu presencia,
darme hasta gastarme, decirle que sí,
hoy te pido madre, que dejes mi puerta abierta,
para en todo amarle y servir.
Enciéndeme y déjame arder donde haga falta,
enciéndeme y déjame ser tu luz,
y así poder llevarte hasta todas las almas,
saciar la sed que tienes Tú desde la cruz.
En aquel tiempo, Jesús propuso otra parábola a la gente:
-«El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras la gente dormía, su enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó. Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña. Entonces fueron los criados a decirle al amo:
"Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña?"
Él les dijo:
"Un enemigo lo ha hecho."
Los criados le preguntaron:
"¿Quieres que vayamos a arrancarla?"
Pero él les respondió:
"No, que, al arrancar la cizaña, podríais arrancar también el trigo. Dejadlos crecer juntos hasta la siega y, cuando llegue la siega, diré a los segadores:
'Arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo almacenadlo en mi granero.'"»
Les propuso esta otra parábola:
-«El reino de los cielos se parece a un grano de mostaza que uno siembra en su huerta; aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es mas alta que las hortalizas; se hace un arbusto más alto que las hortalizas, y vienen los pájaros a anidar en sus ramas.»
Les dijo otra parábola:
-«El reino de los cielos se parece a la levadura; una mujer la amasa con tres medidas de harina, y basta para que todo fermente.»
Jesús expuso todo esto a la gente en parábolas y sin parábolas no les exponía nada.
Así se cumplió el oráculo del profeta:
«Abriré mi boca diciendo parábolas, anunciaré lo secreto desde la fundación del mundo.»
Luego dejó a la gente y se fue a casa. Los discípulos se le acercaron a decirle:
-«Acláranos la parábola de la cizaña en el campo.»
Él les contestó:
-«El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del reino; la cizaña son los partidarios del Maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el fin del tiempo, y los segadores los ángeles.
Lo mismo que se arranca la cizaña y se quema, así será al fin del tiempo: el Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y arrancarán de su reino a todos los corruptores y malvados y los arrojarán al horno encendido; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga.»
Porque tengo miedo de mi mismo,
Porque no disfruto hoy de cada minuto,
Porque quería ser de un modo distinto,
Porque vivo siempre lo que haré.
Tanta cosa para motivarme,
Basta ya de maltratarme.
Dime Padre porque no me quiero,
Solo tu aprecio mata mi desprecio.
Hazme oír lo que te gusto,
Que vea que me miras con pasión,
Que a nadie quieres tanto como a mí,
Soy Pasión de Dios.
Me dicen que huya de mi debilidad
Tú me dices que permanezca en ella
Me valoran por éxitos y perfección,
Tú disfrutas conmigo tal y como soy.
Débil, enfermo y en pecado,
Impuro, impotente y quebradizo.
Solo así descubro cómo me amas,
Solo así descubro cómo me quieres.
Hazme oír lo que te gusto,
Que vea que me miras con pasión,
Que te recreas en mi belleza,
Que soy la niña de tus ojos,
Que a nadie quieres tanto como a mí,
Eres mi Padre, y ¡enloqueces!
Que a nadie quieres tanto como a mí,
Soy Pasión de Dios.
Con la furia del mar, y la solidez de la roca
Con el ímpetu de la tormenta,
la fuerza del vendaval
Con esa misma contundencia
tú me dices:
Tú eres mío, tú eres mío
Hazme oír lo que te gusto,
Que vea que me miras con pasión,
Que te recreas en mi belleza,
Que soy la niña de tus ojos,
Que a nadie quieres tanto como a mí,
Eres mi Padre, y ¡enloqueces!
Que a nadie quieres tanto como a mí,
Soy Pasión de Dios.
Me he hecho tantas preguntas
Intentando entender
Me he lanzado a buscarte
Sin saberte ver
Me he asomado al abismo
Me he atrevido a saltar y caer
Y un huracán romperá el cielo desde mi garganta
Gritándote donde estas cuando me haces falta
Y me han dado respuestas
Pero no se que hacer
He prometido seguirte sin entender
Y hay un eco en lo hondo que me empuja hacia ti
Y aunque sea sin sentirte te buscaré
Y un huracán romperá el cielo desde mi garganta
Gritándote donde estas cuando me haces falta x2
Estoy aquí, en el silencio
Estoy aquí, en este viento
Estoy aquí, soy este trozo de pan
Estoy aquí, en tu lamento
Estoy aquí, en ese eco
Estoy aquí, soy este trozo de pan
Y un huracán romperá el cielo desde mi garganta
Gritándote donde estas cuando me haces falta (x4)
Y tu huracán romperá el cielo desde mi garganta
Gritándome cuanto me haces falta
Por tu Iglesia, que te espera a oscuras,
por tu pueblo que te reza aguardando
la aurora.
Te rogamos, te rogamos.
Por las naciones paganas,
que tienen sed de ti sin saberlo.
Ten piedad, ten piedad.
Por los pueblos oprimidos por el
totalitarismo
y la opresión de la mentira.
Por aquellos perseguidos por tu
nombre, que se ocultan para orar
y aquellos extraídos de su hogar.
Por sus perseguidores,
cegados por el odio,
“Perdónales, Padre,
no saben lo que hacen.”
Por los que no nos aman,
por los que no sabemos amar.
Por los que sufren y agonizan
y hoy duermen en el hospital.
Por los que es su última noche
y cuyos ojos no verán el nuevo día.
Ten piedad, ten piedad.
Por todos los que sufren la tentación
del suicidio,
por los dispuestos a dejar ganar al
mal.
Por aquellos cuyas noches son
interminables,
y a los que la angustia
les ha quitado la paz.
Kyrie Eleison, Kyrie Eleison.
Kyrie Eleison, Kyrie Eleison,
Kyrie Eleison.
Por aquellos que trabajan en la
prostitución
y se ven obligados a vender su amor.
Por los que caen en la trampa
del vicio y las drogas.
Por los que hoy duermen en prisión,
por los que hoy esperan su ejecución,
por aquellos a los que torturan,
Por criminales, por los ladrones,
por los que erran en soledad,
por los que sufren
la indiferencia de los demás.
Kyrie Eleison, Kyrie Eleison.
Por la ciudad,
por todos sus habitantes,
que en sus sueños solo existas Tú.
Por nuestros difuntos que aún no han
visto tu Rostro,
por los alejados entre la multitud.
Por los niños que descansan en el
seno de su madre,
por las mujeres que van a dar a luz.
Para que reine tu paz en cada hogar,
por los que quieren
saciar tu sed de amar.
Kyrie Eleison, Kyrie Eleison.
Kyrie Eleison, Kyrie Eleison,
Kyrie Eleison.
Ten piedad (x10)
Ten piedad, Señor, ten piedad.
Bendito sea Dios, su santo nombre
Bendito Jesucristo, Dios de carne
Bendita creación que enmoró a su Creador
Bendito deseado y deseante
Bendito sea Dios su ardiente corazón
Su preciosa sangre, su presencia
apasionada en el altar
Bendito el Espíritu libre y amante
Bendita la Madre de Dios, José, los
ángeles, los santos
Bendito Cristo entre nosotros:
¡¡su familia!!
Uuuuuuuuuuuuu
Que da la vida
¡¡Bendito sea Dios que da la Vida!!
Bendita sea Tu Pureza,
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea en
tan graciosa belleza.
A Ti Celestial Princesa,
Virgen Sagrada María,
te ofrezco en este día: alma,
vida y corazón.
Mírame con compasión,
No me dejes Madre mía.
(Bis)
Bendita, sea Tu Pureza,
bendita, sea Tu Pureza,
no me dejes, (oh, no, no)
no me dejes, (oh, no, no)
Madre mía.
Bendita sea Tu Pureza,
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea en
tan graciosa belleza.
A Ti Celestial Princesa,
Virgen Sagrada María,
te ofrezco en este día: alma,
vida y corazón.
Mírame con compasión,
No me dejes Madre mía.
(Bis)
Bendita, sea Tu Pureza,
bendita, sea Tu Pureza,
no me dejes, (oh, no, no)
no me dejes, (oh, no, no)
Madre mía.
Madre mía... Madre mía
Llévame contigo a todos lados,
que pueda dormir tranquilo bajo tu
preciso manto
Llévame contigo, no me sueltes de la mano,
Y que cuando sienta frío, note tu
cálido abrazo.
Llévame contigo, a donde quieras,
Y es que no hay mayor consuelo que
una madre que te quiera y que algún
día pudiera, al Cielo ir por tu escalera
Y entender que contigo Madre
querida, valió la pena
Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir cion humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú el mejor regalo de mi Dios
Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir con humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú Madre de Hakuna y mi corazón.