Padre pon tu Espíritu sobre mí,
aquí estoy, aquí me tienes.
Gracias por la vida,
Que la viva siendo todo yo
Que la viva siendo todo yo
Todo libre,
todo entregado,
todo Tú,
todo dado,
todo alegre,
todo amante,
todo amado,
todo arrodillado,
todo hijo,
todo hermano,
todo padre,
todo disfrutón,
todo mariano,
todos por todos,
que viva todo,
con toda el alma.
Me he hecho tantas preguntas
Intentando entender
Me he lanzado a buscarte
Sin saberte ver
Me he asomado al abismo
Me he atrevido a saltar y caer
Y un huracán romperá el cielo desde mi garganta
Gritándote donde estas cuando me haces falta
Y me han dado respuestas
Pero no se que hacer
He prometido seguirte sin entender
Y hay un eco en lo hondo que me empuja hacia ti
Y aunque sea sin sentirte te buscaré
Y un huracán romperá el cielo desde mi garganta
Gritándote donde estas cuando me haces falta x2
Estoy aquí, en el silencio
Estoy aquí, en este viento
Estoy aquí, soy este trozo de pan
Estoy aquí, en tu lamento
Estoy aquí, en ese eco
Estoy aquí, soy este trozo de pan
Y un huracán romperá el cielo desde mi garganta
Gritándote donde estas cuando me haces falta (x4)
Y tu huracán romperá el cielo desde mi garganta
Gritándome cuanto me haces falta
Del santo evangelio según san Lucas (21, 5-19)
En aquel tiempo, como algunos hablaban del templo, de lo bellamente adornado que estaba con piedra de calidad y exvotos, Jesús les dijo: «Esto que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida». Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?». Él dijo: «Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: “Yo soy”, o bien: “Está llegando el tiempo”; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque es necesario que eso ocurra primero, pero el fin no será enseguida». Entonces les decía: «Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países, hambres y pestes. Habrá también fenómenos espantosos y grandes signos en el cielo. Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, y haciéndoos comparecer ante reyes y gobernadores, por causa de mi nombre. Esto os servirá de ocasión para dar testimonio. Por ello, meteos bien en la cabeza que no tenéis que preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro. Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os entregarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán a causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas».
Puede arder el mundo,
Y que todos quieran apagar nuestras vidas.
Pueden arrancarnos la luz,
Incluso sin piedad querer dejarnos vacíos.
Pueden abandonarnos, o darnos la espalda,
Intentar robarnos hasta dejarnos desnudos.
Pero con la mirada que me atraviesa desde este pan me queda claro:
Pueden quitármelo todo,
Pero no van a quitarme nada.
Nada de lo que tu me das,
Nada de lo que viene de ti,
De lo que me has prometido,
De lo que pones en mi corazón.
Así caminamos, como valientes incomprendidos.
Con el corazón en la mano y los ojos al cielo.
Con los brazos abiertos en abrazo constante.
Dejando que vaya lo que tenga que irse,
Y que venga lo que tenga que venir.
Dejando que pase lo que tenga que pasar.
Sin retener,
Sin poseer,
Sin necesitar controlar.
Caminamos tranquilos y sencillos.
Quedándonos sólo contigo.
Reponiendo fuerzas sólo en ti.
Se alzarán batallas,
Se abrirán heridas,
Lloverán flechas amargas de dolor y soledad.
Habrá tiempos secos de desierto,
También momentos de incomprensión y desamor.
Piedras, tropiezos, luchas, avalanchas…
Pero en ti volveré a encontrar descanso,
En ti siempre se restaurará la paz.
Jesús, no tengo nada que temer.
Tu promesa no deja de resonar en mi interior.
Me miras, me escuchas, me alientas.
Me das todo lo que necesito para no perderme en este camino.
Tú sacias esa sed de eternidad que remueve mi corazón y que no puedo encontrar en este mundo.
Tú te ocupas de todo.
Que no deje de confiar,
Que me quede pegada a ti.
Que en ti encuentre la firmeza para perseverar hasta el final.
Cuando quiero controlar mi vida y mi
futuro;
cuando me pongo nervioso porque no
sé bien qué va a pasar;
cuando dejo que los miedos se apoderen de mi alma
y se afinquen en mi corazón;
soy tonto.
Cuando confío más en lo que voy a gestionar;
cuando descansar en ti me parece arriesgado;
cuando pretendo hacer a los demás a mi medida;
cuando aburro a los amigos con mis quejas y cansancios;
soy tonto.
Tú eres grande, Tú sí que puedes,
Tú sí que me quieres, ¡Tú estás! ¡Vivo
confiado!
¡Me río de mí y confío en ti!
¡Me río de mí y confío en ti!
Cuando busco mi seguridad en los aplausos;
cuando me emociono por mis éxitos;
cuando me creo mis halagos porque hago muchas cosas;
cuando mendigo amores llamando la atención;
soy tonto.
Tú eres grande, Tú sí que puedes,
Tú sí que me quieres, ¡Tú estás! ¡Vivo confiado!
¡Me río de mí y confío en ti!
¡Me río de mí y confío en ti!
¡Me río de mí y confío en ti!
¡Me río de mí y confío en ti!
¡Me río de mí y confío en ti!
(Tú eres grande, Tú sí que puedes)
¡Me río de mí y confío en ti!
(Tú sí que me quieres)
Bendito sea Dios, su santo nombre
Bendito Jesucristo, Dios de carne
Bendita creación que enmoró a su Creador
Bendito deseado y deseante
Bendito sea Dios su ardiente corazón
Su preciosa sangre, su presencia
apasionada en el altar
Bendito el Espíritu libre y amante
Bendita la Madre de Dios, José, los
ángeles, los santos
Bendito Cristo entre nosotros:
¡¡su familia!!
Uuuuuuuuuuuuu
Que da la vida
¡¡Bendito sea Dios que da la Vida!!
Llévame contigo a todos lados,
que pueda dormir tranquilo bajo tu
preciso manto
Llévame contigo, no me sueltes de la mano,
Y que cuando sienta frío, note tu
cálido abrazo.
Llévame contigo, a donde quieras,
Y es que no hay mayor consuelo que
una madre que te quiera y que algún
día pudiera, al Cielo ir por tu escalera
Y entender que contigo Madre
querida, valió la pena
Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir cion humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú el mejor regalo de mi Dios
Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir con humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú Madre de Hakuna y mi corazón.