DICOTOMÍA VS EL ABRAZO

🗓 4 de noviembre de 2022


Ven espíritu ven

Ven Espíritu ven,
y llénanos Señor
con tu preciosa unción. (x2)

Purifícanos y lávanos
renuévanos, restáuranos Señor
con tu poder
purifícanos y lávanos
renuévanos, restáuranos Señor
te queremos conocer.


Forofos

¡Que seamos todos uno
como el Padre y Tú sois uno!
¡Todos forofos de todos,
que nos queramos siempre más!

Por los que viven para mirarte
y nada más, fuerza de todos,
adelantando el Cielo:
Hermanas de Belén, Benedictinos,
Císter, Iesu Communio, Clarisas,
Concepcionistas, Carmelitas y
tantos más, y tantos más.

¡Que seamos todos uno
como el Padre y Tú sois uno!
¡Todos forofos de todos,
que nos queramos siempre más!

Por los que son tu primavera
pentecostal, llenos de vida,
movidos por el Espíritu:
Cursillos, Comunión y Liberación,
Renovación Carismática, Schoenstatt,
Opus Dei, Focolares, Hakuna,
el Camino, Effetá, y tantos más.

¡Que seamos todos uno
como el Padre y Tú sois uno!
¡Todos forofos de todos,
que nos queramos siempre más!

Por los que son consuelo tuyo en el
dolor, besando heridas,
en tu pobreza y marginación:
Hijas y Misioneras de la Caridad,
Mercedarios, Trinitarios,
Hospitalarios, Hermanitas y tantos
más, y tantos más.

¡Que seamos todos uno
como el Padre y Tú sois uno!
¡Todos forofos de todos,
que nos queramos siempre más!

Por los que te estudian y predican,
inconformistas, sin límites,
siempre mar adentro:
Maristas, Salesianos, Escolapios,
Agustinos, Franciscanos,
Legionarios, Jesuitas, Dominicos, y
tantos más, y tantos más.

¡Que seamos todos uno
como el Padre y Tú sois uno!
¡Todos forofos de todos,
que nos queramos siempre más!

Por los que sostienen tu familia día a
día, siervos de todos:
sacerdotes diocesanos, parroquias,
seminaristas,
misioneros, obispos junto a Pedro,
¡el Papa!

¡Que seamos todos uno
como el Padre y Tú sois uno!
¡Somos forofos de todos,
que nos queramos siempre más!

¡Que seamos todos uno
como el Padre y Tú sois uno!
¡Somos forofos de todos,
que nos queramos siempre más!


Evangelio

Lc 16, 1-8
En aquel tiempo, decía Jesús a sus discípulos: «Un hombre rico tenía un administrador, a quien acusaron ante él de derrochar sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: “¿Qué es eso que estoy oyendo de ti? Dame cuenta de tu administración, porque en adelante no podrás seguir administrando”. El administrador se puso a decir para sí: “¿Qué voy a hacer, pues mi señor me quita la administración? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa”. Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero: “¿Cuánto debes a mi amo?”. Este respondió: “Cien barriles de aceite”. Él le dijo: “Toma tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta”. Luego dijo a otro: “Y tú, ¿cuánto debes?”. Él dijo: “Cien fanegas de trigo”. Le dice: “Toma tu recibo y escribe ochenta”. Y el amo alabó al administrador injusto, porque había actuado con astucia. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su propia gente que los hijos de la luz».

Hijos de la luz

Buenos días Jesús, muy buenos días. Fríos, pero buenos. Hoy… No te pillo. Y no será por falta de ganas. Quiero entenderte. Tengo ganas de acercarme a Ti, de saber más de tu vida. Cómo piensas, cómo razonas, cuáles son tus intenciones, qué te preocupa. Me gustaría incluso saber cómo vistes, qué comes, cuál es tu humor y si te cuesta mucho levantarte por las mañanas. Si te gusta hacer ejercicio, y cuál es la bebida que más te gusta. Me gustaría saber tanto de Ti…

Pero hoy me cuesta un poco más. ¿Por qué me cuentas esto, Jesús? ¿A qué viene esta historia? He de decirte que al leerla he pensado: que tío más apañado. Se las ingenia para sobrevivir cuando su amo le va a echar del trabajo. De hecho, su amo también le alaba por su astucia.

Pero no. Creo que no es esto lo que quieres decirme hoy. Estos son los hijos del mundo. Y yo soy hijo de la luz. Y lo que hago es dar luz, la luz de mi Padre. Y el mundo espera a oscuras esta luz. ¡Porque soy hijo de la luz! ¡Hijo tuyo!

El mundo contra el cielo, ¿es una batalla?
La oscuridad contra la luz, ¿es una esperanza?
La mentira y la verdad ¿es un diálogo?
El Padre con sus hijos, es un abrazo.

¿Es esto, Jesús? ¿Esto es lo que muestras hoy? ¿Era esta tu intención? Me quedo con tu última frase: hijo de la luz. Soy hijo de la luz. La luz no es mía, eso lo tengo claro. Es de mi Padre. Pero si mi luz se apaga, muchos se mueren de frío.



El que muere por mi

Todo empezó en una cruz
Donde un hombre murió y un Dios se entregó
Silenciosa la muerte llegó
Extinguiendo la luz que en un grito se ahogó

Viendo su faz de dolor
Una madre lloró y su amigo calló
Pero siendo una entrega de amor
Su camino siguió y en algún otro lado
Una luz se encendió

Siendo hombre, amigo, esclavo y maestro
Siendo carga pesada, profesor y aprendiz
Entregó hasta su cuerpo en el pan y en la vid

Desde entonces lo he visto caminar a mi lado
A ese Dios que se humilla y muere por mí
Es la barca en mi playa, el ruido del silencio
Que se acerca a su hijo y me abraza feliz
Que se acerca a su hijo y me abraza feliz

Viendo un humilde calvario
Con un rostro cansado, soporta la cruz
Y al verme rezando a sus pies
Se olvida de Él, me toma en sus brazos
Me acoge otra vez

Siendo fuego, paloma, el agua, y el viento
Siendo un niño inocente, un padre y pastor
Voy a aceptar mi ofrenda que mi vida seño

Desde entonces lo he visto caminar a mi lado
A ese Dios que se humilla y muere por mí
En la barca en mi playa, el ruido del silencio
Que se acerca a su hijo y me abraza feliz
Que se acerca a su hijo y me abraza feliz

Y si ahora yo acepto esa cruz
Fue por esa persona, ese Dios
Fue por Cristo Jesús

Desde entonces lo he visto caminar a mi lado
A ese Dios que se humilla y muere por mí
En la barca en mi playa, el ruido del silencio
Que se acerca a su hijo y me abraza feliz
Que se acerca a su hijo y me abraza feliz


Huracán

Me he hecho tantas preguntas
Intentando entender
Me he lanzado a buscarte
Sin saberte ver
Me he asomado al abismo
Me he atrevido a saltar y caer

Y un huracán romperá el cielo desde mi garganta
Gritándote donde estas cuando me haces falta

Y me han dado respuestas
Pero no se que hacer
He prometido seguirte sin entender
Y hay un eco en lo hondo que me empuja hacia ti
Y aunque sea sin sentirte te buscaré

Y un huracán romperá el cielo desde mi garganta
Gritándote donde estas cuando me haces falta x2

Estoy aquí, en el silencio
Estoy aquí, en este viento
Estoy aquí, soy este trozo de pan
Estoy aquí, en tu lamento
Estoy aquí, en ese eco
Estoy aquí, soy este trozo de pan

Y un huracán romperá el cielo desde mi garganta
Gritándote donde estas cuando me haces falta  (x4)
Y tu huracán romperá el cielo desde mi garganta
Gritándome cuanto me haces falta


Madre de Hakuna

Llévame contigo a todos lados,
que pueda dormir tranquilo bajo tu
preciso manto
Llévame contigo, no me sueltes de la mano,
Y que cuando sienta frío, note tu
cálido abrazo.

Llévame contigo, a donde quieras,
Y es que no hay mayor consuelo que
una madre que te quiera y que algún
día pudiera, al Cielo ir por tu escalera
Y entender que contigo Madre
querida, valió la pena

Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir cion humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú el mejor regalo de mi Dios

Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir con humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú Madre de Hakuna y mi corazón.