CUIDAR UN SAGRARIO

🗓 15 de noviembre de 2021


Evangelio

VOZ EN OFF- HS Semana 14 de noviembre de 2021

Mc 13, 24-32
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «En aquellos días, después de la gran angustia, el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, los astros se tambalearán. Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes con gran poder y gloria; enviará a los ángeles y reunirá a sus elegidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo. Aprended de esta parábola de la higuera: cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las yemas, deducís que el verano está cerca; pues cuando veáis vosotros que esto sucede, sabed que él está cerca, a la puerta. En verdad os digo que no pasará esta generación sin que todo suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. En cuanto al día y la hora, nadie lo conoce, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, solo el Padre».

Hoy y ahora

Estás cerca,
Estás a la puerta,
Pero tus tiempos son otros.
No hablas de mañana,
ni tampoco dentro de unos años,
Ni de hace 2000 en Jerusalem.
Dices que Estás aquí y estás ahora.
Vivo En este pan,
Y en mi corazón.

Hoy me lo dices claro Jesús:
¡Espabila!
¡Abre los ojos!
¡Despierta tu alma!
Te he dado una vida y quiero que la vivas.
¿No me ves aquí delante?
¿No me escuchas en tu corazón?

Me has llamado por mi nombre.
Me has elegido Jesús,
Y me has traído aquí.
¿Para qué?
En realidad no quieres nada.
No me pides nada.
Sólo quieres recordarme que estás.
Que me estás mirando ahora,
Mejor, que me comes con tu mirada,
Que quieres hacerme tuya,
Y que todo esto que has puesto a mi alrededor es mucho mejor si lo vivo contigo.

Porque no quieres que haga cosas grandes, solo que las haga contigo.
No quieres que solucione todos mis problemas, solo que los luche contigo.
Vivir contigo, y nada más.

Y es por eso por lo que estoy aquí hoy.
Quieres colarte dentro y encender mi corazón,
Quieres que salga de aquí y empiece a arder.
Porque estás al llegar, sí,
Pero es hoy cuando puedes entrar.
Es hoy cuando quieres salvarme.
Es hoy cuando llegas con tu poder y gloria a este corazón.

Jesús, enséñame a vivir hoy y ahora.
Hoy te pido que abras mis ojos,
Hoy te pido que enciendas mi alma y la dejes arder donde Tú quieras.


Ven espíritu ven

Ven Espíritu ven,
y llénanos Señor
con tu preciosa unción. (x2)

Purifícanos y lávanos
renuévanos, restáuranos Señor
con tu poder
purifícanos y lávanos
renuévanos, restáuranos Señor
te queremos conocer.


El Abrazo

Quiero poder cerrarte en un
paréntesis de brazos,
entrelazando los míos con los tuyos
Quiero crear contigo un círculo sin
afueras
incluir en el movimiento al mundo
entero


Y prestarte mi cuerpo para ese abrazo
eterno
Invítame a entrar en ese abrazo y
aprendiz en esta escuela


Dejando la indiferencia viviré de
rodillas y abrazado
Dejando las diferencias viviré de
rodillas y abrazando


Quiero apretarte en el vientre de tu
madre aún no nacido,
siendo hombre ensangrentado y
crucificado

Quiero abrazarte en la blanca Hostia y
en la vida que me has dado
En el sufriente y en quien tengo al
lado.


Siendo siempre Tú, prójimo y
necesitado.
Invítame a entrar en ese abrazo y
aprendiz en esta escuela


Dejando la indiferencia viviré de
rodillas y abrazado
Dejando las diferencias viviré de
rodillas y abrazando


Dejando la indiferencia viviré de
rodillas y abrazado
Dejando las diferencias viviré de
rodillas y abrazando


Sencillamente

Creo, sencillamente
quiero disfrutar de
la serenidad del creer.
Desligar el creer del sentir,
creo, mi Dios, ¡y basta!

Te creo en tus Misterios
sin entenderlos
te creo en mí y en el Pan Blanco,
en el prójimo y en la Creación,
sin verte en ningún lado.

Creo, Señor, sencillamente
Porque creer es confiar
¡Cómo me gusta creerte
sintiendo dudas,
sintiendo dudas,
sintiendo dudas!

Digo que eres Amor
escucho que soy tu amado
no siento y qué más da,
¡te quiero y eso basta!

Amo, Señor, sencillamente
porque amar es entregarse
¡Cómo me gusta amarte
estando frío,
estando frío,
estando frío!

Espero en tu Palabra,
vivo en tu Promesa,
¡gozo en Ti lo que aún me falta!

Espero, Señor, sencillamente
porque esperar es descansar
¡Cómo me gusta esperarte
sintiendo miedo,
sintiendo miedo,
sintiendo miedo!

Creo, amo, espero
cómo me gusta seguirte
sintiendo dudas
estando frío
sintiendo miedo
cómo me gusta
cómo me gusta

¡Creerte, amarte y esperarte!
Sigo sencillamente.


Arde

Arde, con fuerza en este frío,
con todo el alma en vilo
buscando una razón.

Tiemblan, los Muros de esta celda,
que no pueden ni intentan
Contener su corazón.

Brazos, cerrándose en abrazos,
de un padre que dio tanto
de un hijo que murió.

Lloran, reyes y tronos lloran,
ante un hombre en la sombra,
rezándole a sus Dios.

La mira, y al verla el mundo gira.
Y en un solo segundo,
al cielo estremeció.

Besa, donde ella pisa él besa.
Secándose las lágrimas
al pedirle perdón.

Alza, un paso al firme al alba.
Ejércitos se apartan
ante su convicción.

Siente, el peso que le viene.
Pero nada detiene
su sencilla decisión.

Duerme, tranquilo el niño duerme
sufre porque no puede
darle algo mejor.

Calla, y en el silencio grita.
Se le traspasa el alma.
Sufre su condición.

Un te quiero mudo en un silencio acogedor.
Un humilde carpintero duerme en brazos a su Dios.

Un te quiero mudo en un silencio acogedor.
Un humilde carpintero mira a los ojos a Dios.

Sonríe, tranquilo al fin sonríe.
Y en un último aliento
hizo llorar a Dios.

(CHICOS)
Un te quiero mudo en un silencio acogedor.
Un humilde carpintero duerme en brazos a su Dios.

Un te quiero mudo en un silencio acogedor.
Un humilde carpintero mira a los ojos a Dios.


Bendito

Bendito sea Dios, su santo nombre
Bendito Jesucristo, Dios de carne
Bendita creación que enmoró a su Creador
Bendito deseado y deseante

Bendito sea Dios su ardiente corazón
Su preciosa sangre, su presencia
apasionada en el altar
Bendito el Espíritu libre y amante
Bendita la Madre de Dios, José, los
ángeles, los santos
Bendito Cristo entre nosotros:
¡¡su familia!!

Uuuuuuuuuuuuu
Que da la vida
¡¡Bendito sea Dios que da la Vida!!


Madre de Hakuna

Llévame contigo a todos lados,
que pueda dormir tranquilo bajo tu
preciso manto
Llévame contigo, no me sueltes de la mano,
Y que cuando sienta frío, note tu
cálido abrazo.

Llévame contigo, a donde quieras,
Y es que no hay mayor consuelo que
una madre que te quiera y que algún
día pudiera, al Cielo ir por tu escalera
Y entender que contigo Madre
querida, valió la pena

Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir cion humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú el mejor regalo de mi Dios

Que no me canse nunca de mirarte
Y repetir con humilde devoción:
Te quiero con locura preciosa Madre
Tú Madre de Hakuna y mi corazón.